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Una llamada para «despertar conciencias»

La Plataforma 4 de Diciembre no logra, ni de lejos, la masiva movilización de hace 39 años. Busca sembrar un espíritu que acabe en clamor para que Andalucía se reivindique

04 dic 2016 / 19:46 h - Actualizado: 04 dic 2016 / 21:19 h.
"Día de Andalucía","4D: Autonomía andaluza"
  • En la cabecera de la marcha se situaron los colectivos sociales mientras que los líderes políticos estuvieron en segunda fila. / Jesús Barrera
    En la cabecera de la marcha se situaron los colectivos sociales mientras que los líderes políticos estuvieron en segunda fila. / Jesús Barrera

No brilló el característico sol andaluz pero la fuerte lluvia que arreció minutos antes del inicio de la manifestación convocada por la Plataforma 4 de diciembre dio una mínima tregua para que al menos al comienzo la bandera verdiblanca de cabecera portada esta vez por jóvenes en vez de por niños como en 1977— se luciera y los convocados entonaran con tranquilidad el Himno de Andalucía. Un himno que repitieron tres veces durante el recorrido –el mismo que hace 39 años desde el Prado a la Plaza Nueva– cambiando en una de ellas el andaluces levantaos por andaluzas y poniendo el énfasis en el por Andalucía, los pueblos y la humanidad que lucía escrita en una de las verdiblandas. Por cierto que no gustó a algunos que se rompiera con el acuerdo de que fuera ésta la única bandera de la marcha – «Sólo queremos banderas andaluzas» corearon– y se vieran muchas comunistas, varias republicanas e incluso una estelada catalana. Aunque las más numerosas fueron las andaluzas a secas o con las siglas del SATel sindicato jornalero fue una de las organizaciones que más gente movilizó y de otras provincias–.

No fueron ni mucho menos un millón los andaluces que, como hace 39 años, salieron ayer en Sevilla haciendo el mismo recorrido desde el Prado a la Plaza Nueva que entonces. Apenas participó un millar, según la Policía, y unos 5.000, según los organizadores. Eso sí, tan fieles como para aguantar bajo un intenso chaparrón que comenzó cuando enfilaban la Avenida de la Constitución y arreció durante la lectura del manifiesto en la Plaza Mueva. Sería que Santa Bárbara, que también se celebra el 4 de diciembre, buscaba que se acordaran de ella como ocurre cuando truena.

Bajo el lema «Andalucía por su soberanía» y reivindicando el 4 de diciembre como «Día Nacional de Andalucía», en la cabecera se priorizó a los colectivos sociales. Sólo detrás se situaron los líderes de los partidos integrantes de la plataforma como Antonio Maíllo de IU, Diego Cañamero de Podemos Teresa Rodríguez estaba en un homenaje a su padre en Rota, Joaquín Bellido de Andalucía por sí o Pilar Távora de Izquierda Andalucista, entre otros.

Caparrós en la memoria

«¿Qué habrá pasao que Andalucía se ha levantao?» y «Caparrós, ni olvido ni perdón» –en recuerdo al joven malagueño que murió por la carga policial en la manifestación de Málaga de 1977– fueron los lemas más coreados en una marcha cuyos convocantes coinciden en denunciar la «traición» del Gobierno andaluz –en manos del PSOE desde entonces– al espíritu de aquel histórico 4D. Un diagnóstico en el que coinciden quienes vivieron aquella manifestación y los jóvenes nacidos ya con la autonomía unidos a la causa.

Juan Cruz, miembro de base del Círculo Ciudadano de Podemos en Cártama (Málaga), estuvo entonces en la manifestación de Málaga «a 200 metros de donde mataron a Caparrós». «Empezó la gente a chillar pero pensamos que había sido un atropello. No sabíamos que había habido disparos de la Policía. Y después durante tres días en Málaga hubo una huelga general que conseguimos cerrar hasta El Corte Inglés», cuenta. Entonces pertenecía a Alianza Socialista de Andalucía, de la que luego nació el PSA «y yo me fui». Recuerda cómo vivió con una «emoción tremenda» aquel 4D. «Había un sentimiento de rebeldía de Andalucía que hoy, por desgracia, no hay. Creo que una de las causas es que los que se presentaban como defensores de Andalucía nos traicionaron y el pueblo se fue defraudando».

También señala que el tamaño del territorio andaluz causa «temor» a un movimiento nacionalista. «Andalucía es inmensa, no es Cataluña o el País Vasco y aquí el nacionalismo siempre ha sido de izquierdas, que es más peligroso, y empezaron a poner trabas y a dividir a la gente porque pensarían ‘como estos se vuelvan locos y pidan la independencia’... España sin Andalucía a ver qué es», reflexiona.

Nacida en la autonomía

Eva Sánchez no había nacido en 1977. A sus 36 años, forma parte del movimiento social Convocatoria Regionalista por Andalucía (Crea) que pretende «recuperar la memoria y el pensamiento de Blas Infante tal cual». Licenciada en Derecho, defiende que la Constitución de 1978 y su modelo de organización territorial «fue algo transitorio. Lo de comunidad autónoma fue un eufemismo para no reconocer un Estado federal. Es un invento por no llamarlo de otra manera». Y aunque considera que la forma de Estado «se tendrían que decidir, no es algo que pueda imponer un nacionalismo sobre otro» y defiende que el andalucista «no es un nacionalismo que excluya al resto», también lamenta que en Andalucía «no se ha superado esa cultura del terrateniente de defender cada uno lo suyo».

Los «traicionados»

Sánchez coincide con el catedrático de Antropología Isidoro Moreno en reivindicar el 4D como la fiesta de Andalucía frente al 28F «impuesto para tapar este movimiento». Moreno recuerda que de hecho «durante años fue el Día de Andalucía hasta que quisieron arrojarlo al olvido como parte de la planificación de la desmovilización de los andaluces».

Pese a ser uno de los promotores del 4D de 1977 desde el Partido de los Trabajadores (hoy es miembro de Asamblea por Andalucía) y estar en los inicios del diseño del Estatuto de 1981 «yo ya voté en contra porque era una traición y la reforma de 2007 fue a peor». Ve «muy limitadas» las competencias que dan a Andalucía «y además ni esas se han puesto en marcha». A su juicio, si «Andalucía está igual que hace 40 años no es sólo por mala gestión sino por falta de voluntad política» de dotarla de un instrumento que la dote de capacidad de dedidir.

Moreno es muy crítico con el PSOE al que «no le interesa Andalucía más que como granero de votos y para hacer carrera política» y con la «demagogia política» de la actual presidenta, Susana Díaz, cuando se indigna con los ataques a Andalucía y saca pecho de que no consentirá desequilibrios territoriales. Considera que partidos como el PSOE y la UCD se sumaron al 4D por «oportunismo» y ve clarificador que «de los 12 o 14 que íbamos en la cabecera, sólo dos o tres nos sabíamos el Himno de Andalucía».

Andalucista «huérfano»

A Domingo González, de 75 años, fue emigrar a Cataluña en los 60 lo que le abrió los ojos para hacerse andalucista. «Pensé que nosotros podíamos hacer mucho más con lo que teníamos», recuerda. Creó en la dictadura la Uniónde Juventudes Andalucistas (UJA), siglas con las que engañaban a la Guardia Civil diciéndoles que «éramos la Unión de Juventudes Alegres». Luego se integró en el Partido Andalucista y desde su disolución hace un año confiesa sentirse «huérfano de partido».

Pese a ser «andalucista hasta la muerte», lamenta el «conformismo» del pueblo andaluz y ayer, como hace 39 años, acudió a la manifestación porque «me gustaría que Andalucía estuviera en el lugar que le corresponde en el mundo, porque tenemos medios para estar mucho mejor de lo que estamos».

Voces de la plataforma

«Despertar conciencias» y «recuperar» es, para la portavoz de la plataforma Pura Sánchez (miembro de Asamblea por Andalucía y sindicalista de Ustea), el objetivo de la convocatoria de ayer. «Reclamamos soberanía para tener capacidad de decisión y que Andalucía sea sujeto político. Para eso es necesario articular políticamente el derecho a decidir y otra construcción político y jurídica», dice. La forma de esa construcción será algo «a decidir en el camino» añade. Antonio Manuel, otro de los portavoces, avisa de que es el momento de «recuperar» esa «reivindicación del derecho a decidir y a ser sujeto político ante un nuevo proyecto constituyente».