Más de 600 inmigrantes subsaharianos han logrado acceder a Ceuta esta mañana tras un salto masivo a la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos.
Según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil, el salto se ha producido sobre las 7.00 horas en la zona fronteriza próxima a la Finca Berrocal, donde existe una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a áreas ciegas donde las cámaras no llegan a detectar a los inmigrantes.
Durante algo más de una hora, los agentes marroquíes y los guardias civiles han intentado contener el asalto, aunque finalmente unos 400 inmigrantes han logrado entrar en Ceuta.
22 agentes heridos
Veintidós miembros de la Guardia Civil han resultado heridos, cuatro de ellos con quemaduras importantes es el balance del asalto a la valla. En el salto se ha hecho uso de una «violencia inusitada sin precedentes», además de cizallas, palos y objetos cortantes, según han denunciado fuentes policiales. En un comunicado, la Asociación Española de Guardias Civiles ha denunciado que los inmigrantes «han rociado con cal viva, excrementos y orín» a los agentes y que 22 han sido atendidos por «quemaduras químicas, ojos inflamados, contusiones y trastornos respiratorios».
La Cruz Roja ha atendido por su parte a 132 inmigrantes, 11 de los cuales han sido trasladados al hospital tras los incidentes.
Según las mismas fuentes, cuya versión ha sido corroborada a Europa Press por personas que han atendido a los heridos, los migrantes han utilizado «cal viva, heces y desodorantes a modo de lanzallamas» contra las Fuerzas de Seguridad para intentar acceder a territorio español alrededor de las 7.00 horas por el tramo del doble vallado de Finca Berrocal.
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— KARIM PRIM (@KARIMPRIM) 26 de julio de 2018
Fuentes policiales han explicado que los agentes del Instituto Armado han sufrido «golpes, heridas y quemaduras» por el uso por parte de los migrantes de una «violencia inusitada» que ha incluido hasta la utilización de «radiales con baterías» para cortar la malla del doble vallado fronterizo, que todavía está coronado con alambres con cuchillas (concertinas) que el Ministerio del Interior está estudiando sustituir por elementos defensivos que causen menos daños