«Yo personalmente propuse mi cambio a la portavocía de Justicia al descafeinarse la de Igualdad»

Entrevista a Francisco Serrano, diputado autonómico de VOX y nombrado recientemente portavoz de la comisión de Justicia

17 sep 2019 / 17:20 h - Actualizado: 17 sep 2019 / 17:24 h.
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  • Francisco Serrano. / Fotos: Jesús Barrera
    Francisco Serrano. / Fotos: Jesús Barrera

Francisco Serrano adquirió hace unos años gran notoriedad por una decisión judicial que le costó ser apartado de la carrera de juez. Posteriormente el Constitucional anuló la sentencia que lo condenaba por prevaricación y volvió a ejercer. Desde que se metió en política está en el ojo del huracán mediático, todo lo que hace y dice despierta interés. Tras una baja laboral, se acaba de incorporar a su trabajo de diputado autonómico en el Parlamento de Andalucía con una nueva tarea que le va como anillo al dedo: portavoz de VOX en materia de Justicia.

P- Nació en Madrid en 1965, pero su vida personal y profesional la ha hecho en Sevilla donde lleva viviendo desde los 11 años, salvo los siete años que estuvo destinado como juez en Valverde del Camino (Huelva). Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, aprobando las oposiciones a la carrera judicial y fiscal. También ha ejercido como abogado, ha sido profesor universitario, ha escrito diversos libros como Un divorcio sin traumas (2009) o La dictadura de género (2012) y ahora es presidente del grupo parlamentario VOX en Andalucía. Por lo que se ve, no ha perdido usted el tiempo, ¿qué es lo que más le enorgullece de lo realizado hasta la fecha?

R- Me enorgullezco de toda mi trayectoria profesional. Mi vocación siempre ha sido la de formar parte de un poder judicial objetivo, imparcial e independiente, lo cual desde hace bastantes años en España se ha convertido, lamentablemente, en utopía, pues la Justicia se ha politizado y se ha contaminado por perspectivas ideológicas que se han ido imponiendo al propio principio de legalidad, que, a su vez, también se ha visto afectado y mediatizado por dichas perspectivas. Por ello, me enorgullezco de estar actualmente en un cargo político en el que, en la medida de las posibilidades, procuraré por mejorar la deteriorada imagen de la Justicia, formando parte del partido político VOX. En lo personal me enorgullezco de haber formado con mi esposa una familia y de ser padre de dos hijas

«Yo personalmente propuse mi cambio a la portavocía de Justicia al descafeinarse la de Igualdad»

P- Usted es uno de los políticos mejor preparados en Andalucía. ¿La izquierda le tiene envidia por ello y también ganas por no ser políticamente correcto?

R- La mediocridad intelectual de la izquierda la suplen con su convicción de su superioridad moral. Dan por cerrado el debate de las ideas al respecto, ante la rendición de una derecha que no ha querido sufrir los ataques de esa izquierda que se lanza al degüello contra quienes osan rebatirles sus dogmas, sus grandes mentiras que muchas veces se basan en planteamientos esperpénticos, pero que, a fuerza de repetirlos sin oposición, se han convertido en verdades incontestables. El ser políticamente incorrecto en España es hoy una vocación de alto riesgo, pues esa izquierda odiadora no acepta a quienes, con datos y argumentos coherentes, racionales y que calan en una ciudadanía que aún conserva su capacidad de criterio, les desmontan sus falsedades. De ahí la envidia, la ira y las campañas de acoso y derribo al disidente.

P- En cualquier caso, es buena señal que la izquierda le tema, eso quiere decir que está rompiendo muchos esquemas y planteando iniciativas impensables hace unos años. ¿La entrada de VOX en el Parlamento de Andalucía ha democratizado en parte la institución, al dar voz a un sector de la sociedad que no estaba representada por la derecha tradicional?

R- Como he apuntado, VOX ha llegado para reabrir debates que el resto de partidos ya daban por cerrados. Desde luego, una parte importante de la sociedad estaba deseando que hubiera alguna formación política que reabriera la batalla de las ideas y los valores que la derecha tradicional ha rendido al primer envite, por el qué dirán. Indudablemente, eso entraña democratizar la institución de cualquier Parlamento, pues en Democracia la normalidad debería ser que no existieran asuntos tabúes sobre los que ni siquiera cabe debatir.

P- Por lo que escucho en la calle, usted no deja indiferente a la gente: o lo apoyan con entusiasmo o lo odian a muerte. ¿La sociedad española está cada vez más dividida ideológicamente?, ¿a determinados sectores les interesa que esté latente de forma permanente el guerracivilismo?

R- La división y crispación es la moneda de cambio usual con la que se históricamente se ha movido, y se sigue moviendo, la izquierda hispanofóbica, que no tolera a los que piensan y se atreven a expresar sus ideas, de forma contraria a sus dogmas. Hay muchos que ya se rebelan contra esa dictadura y tiranía de lo políticamente correcto para la izquierda, y sobre lo que calla y asiente la derecha. De ahí, que no resulte indiferente ni para unos ni para otros. Tanto socialistas, como las distintas marcas con las que viste el actual comunismo, al carecer de argumentos, viven cómodos en el calvo de cultivo del conflicto, que avivan para justificar unas políticas que quieren reabrir heridas cerradas en la transición. Hemos de aprender de la historia, de nuestro pasado para intentar evitar reproducir los mismos errores en un futuro.

«Yo personalmente propuse mi cambio a la portavocía de Justicia al descafeinarse la de Igualdad»

P- VOX propone que los hombres que hayan asesinado a sus mujeres y e hijos, una vez sentenciados con todas las garantías jurídicas, sean condenados a cadena perpetua revisable. Parece una medida que tiene aceptación popular y es ejemplarizante. Sin embargo, los partidos de izquierda, que supuestamente son feministas y defienden a las mujeres, están en contra de esta medida. ¿A qué se debe esta postura o estrategia política?

R- Ni la maldad ni la violencia tienen sexo. Hay que defender a todas las personas que sufran violencia en el ámbito familiar, ya sean mujeres, hombres, homosexuales, ancianos, niños..., pero, en relación a la violencia machista que padecen las mujeres, proclamamos la necesidad de que contra violadores y asesinos -condenados tras procesos con las debidas garantías-, se endurezca el rigor punitivo, llegando a la cadena perpetua revisable cuando se aprecie que esos condenados -que también podrían ser mujeres- por el grado de reproche social de su conducta y su previsión de no rehabilitación, puedan constituir un peligro para la sociedad. Nunca, sería absurdo, hemos negado la violencia que sufren muchas mujeres por parte de sus parejas varones. Los negacionistas son los que se empeñan en negar que también hay mujeres que ejercen violencia física y psicológica, y que hay víctimas, hombres y sobre todo niños (datos oficiales del INE, Fiscalía y Ministerio Interior, entre otros) que la sufren. Todo viene marcado para la izquierda por la estrategia que les marca la agenda de género.

P- El tratamiento informativo de los asesinatos de mujeres por violencia de género en las televisiones es cada vez más superficial. Cada homicidio se convierte en un frío número oficial, en una simple cifra, y es frecuente que ni siquiera se indique el nombre de la mujer asesinada. ¿Qué opina al respecto?

R- Que se debe exigir el máximo respeto a las víctimas. Los familiares de la asesinada son los primeros que deberían consentir el tratamiento mediático de la tragedia. Y sin perjuicio de que ese tratamiento se debería hacer extensivo igualitariamente a otras víctimas, con independencia del sexo del agresor, pues legal y mediáticamente estamos haciendo que existan víctimas de primera y segunda categoría.

P- Se ha reincorporado al Parlamento, después de sus vacaciones de agosto y de haber estado de baja laboral por enfermedad. ¿Cómo se encuentra?, ¿Ha recobrado fuerzas para enfrentarse a las críticas mediáticas?

R- Estoy acostumbrado a las críticas, pero a veces los ataques te pueden pillar a contrapié, lo que te hace trastabillar momentáneamente. Ya estoy plenamente recuperado del traspiés, que incluso llego a afectar mi estado de salud. Me siento fuerte y con ganas de seguir trabajando con vocación de servicio por el interés de Andalucía y de España

P- Su partido lo ha nombrado portavoz parlamentario en materia de Justicia, en sustitución a su anterior cometido en Igualdad. Parece una decisión acertada, un cargo idóneo y de perfil mucho más técnico que encaja con su formación jurídica. ¿Está satisfecho?

R- Es una medida que se encuentra enmarcada dentro de una estrategia de grupo, siendo yo incluso el que personalmente propuse ese cambio a la portavocía de Justicia al descafeinarse la de Igualdad, por desgajarse de la misma Infancia y Discapacidad, materias que también son de mi especial preocupación personal y profesional. No puedo estar en todas esas comisiones, y por ello, el coordinador general del Grupo Parlamentario VOX Andalucía, Carlos Fernández-Roca, estimó más adecuado que pasara a ser portavoz de la comisión de control de una macroconsejería en la que ha prestado una brillante labor mi compañera Ángela Mulas, y que efectivamente, sobre todo por el tema de Justicia (en el que se debe debatir el proyecto de ciudad de la Justicia en Sevilla), considero que reúno un perfil técnico idóneo.

«Yo personalmente propuse mi cambio a la portavocía de Justicia al descafeinarse la de Igualdad»

P- ¿La Justicia es un “cachondeo”, como dijo Pedro Pacheco hace años?

R- La Justicia es algo muy serio, los que son unos impresentables son algunos que dicen que la sirven y que, como ya he dicho, deterioran gravemente la imagen que percibe la sociedad de la Justicia, que ha de recuperar su imagen de neutralidad e independencia.

P- La instrucción judicial por los ERE, el mayor caso de corrupción política en España durante el mandato del PSOE en Andalucía, ¿ha puesto de manifiesto que la Justicia está cada vez más politizada?. Sólo basta comparar los trabajos diametralmente opuestos realizados por las juezas Alaya y Núñez Bolaños.

R- Ya me he referido que efectivamente, y por desgracia, la Justicia se encuentra excesivamente politizada, lo cual se pone en evidencia en aquellos asuntos en los que se enjuician materias de calado político

P- ¿Mantiene alguna diferencia insalvable con VOX?

R- Si la mantuviera, resulta evidente que no estaría en VOX. Sería absurdo y contrario a mi conciencia, y yo nunca he traicionado a mi conciencia.

P- ¿Se le ha pasado por la cabeza formar un nuevo partido?

R- Sí, y también ir con Tintín a la luna.

P- Tengo entendido que usted fue columnista de El Correo de Andalucía.

R- Sí, he tenido mucha vinculación con este periódico. Escribía una columna semanal donde comentaba temas de actualidad. Colaboré durante unos 9 años. Fue en la época de los directores Fernando Orgambides y Antonio Hernández Rodicio. Además, mantengo buena relación con Antonio Morera Vallejo.