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Yo San Telmo, tú (si puedes) en Moncloa

Díaz deja en manos de Sánchez cualquier movimiento y esquiva opinar sobre la moción

25 may 2018 / 20:51 h - Actualizado: 25 may 2018 / 21:36 h.
"PSOE","Los efectos del caso Gürtel","Susana Díaz","Pedro Sánchez"
  • Susana Díaz y Pedro Sánchez saludan a los asistentes al mitin de Vícar en 2015. / Europa Press
    Susana Díaz y Pedro Sánchez saludan a los asistentes al mitin de Vícar en 2015. / Europa Press

A pocos días de celebrarse las elecciones autonómicas en Andalucía de marzo de 2015, Pedro Sánchez y Susana Díaz coincidieron en un mitin en la provincia de Almería, en Vícar. En el acto, el secretario general lanzó una frase que fue interpretado como una especie de pacto de no agresión entre ambos en un momento en el que ya empezaban a ser notorias sus diferencias. «Tú en San Telmo, yo en Moncloa», dijo Sánchez ante los asistentes. La entonces candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía no recibió con demasiado entusiasmo la propuesta y apenas hizo referencia a la oferta de su secretario general.

Dos años después parecen cambiar las tornas, ahora ha sido la andaluza la que le ha situado al otra vez secretario general ante un escenario parecido, pero esta vez sería: Yo ya estoy en San Telmo, tú, si puedes, a ver si llegas a La Moncloa. El entorno de ambos líderes confirma que Sánchez informó a Díaz de sus intenciones de presentar la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy.

Tampoco es la primera vez que se da esta tesitura entre ambos, y los intereses y opiniones de los dos se cruzaron. A diferencia de las anteriores, la dirigente andaluza ha optado, en esta ocasión, por una estrategia ponciopilatesca, es decir no tomar partido y dejar en manos de Sánchez todas las decisiones y posibles consecuencias que un movimiento así puede tener en un debilucho Partido Socialista. «Esta decisión le corresponde a mi secretario general y yo confío en mis compañeros y estoy convencida de que ellos siempre van a tomar la mejor decisión pensando en nuestro país y en la responsabilidad que ha tenido siempre el PSOE», dijo ayer la jefa del Ejecutivo Andaluz cuando fue cuestionada por el asunto.

Díaz ya se posicionó en contra de una pacto de gobierno de Sánchez con Podemos, después de las elecciones de diciembre de 2015 y rechazó frontalmente cualquier acuerdo de los socialistas con fuerzas independentistas. Ahora esas dos circunstancias vuelven a estar sobre la mesa, pero la presidenta es más cauta en su opinión. Después de perder las primarias, su fuerza en el partido no es la misma y podría avivar, otra vez, la imagen de ácida beligerante contra todo lo que viene de Ferraz.

La socialista afronta la última etapa de la legislatura al frente de la Junta y no quiere sobresaltos. Es por ello que prefiere mantener una distancia de seguridad prudente con las decisiones de Sánchez, en caso de que el secretario general no salga bien de parado de un acelerón que ya no tiene vuelta atrás. El escenario que tiene en Andalucía le es favorable. Asiste en grada VIP al choque entre Ciudadanos y PP-A, sólo el moscón de la corrupción que vuelve a sobrevolar sobre su administración a cuenta de las tarjetas Black le hace fruncir el ceño. Otra cuestión a tener en cuenta en la prudencia de cara al público de Díaz es el horizonte que podría abrirse en caso de una sentencia condenatoria contra Manuel Chaves y José Antonio Griñán en la pieza política de los ERE.

En esa tesitura, y una vez que salga la sentencia y si sigue al frente de la Junta, toda la oposición a su derecha podría recordarle el precedente de Sánchez para justificar algún movimiento brusco. Cierto es que en el caso de los ERE la implicación de Díaz es inexistente, mientras que en la Gürtel hay una conexión algo más nítida con algunos de los actuales dirigentes del Partido Popular, además de que la formación ha quedado señalada por su financiación irregular. Además los expresidentes ya no son miembros del PSOE al haber sido obligados a dejar la militancia. Pero en caso de darse esta situación, habrá presión contra los socialistas.

El eslogan de «veinte años de socialismo andaluz en el banquillo», es potente y funciona. El juicio de los Expedientes de Regulación de Empleo está programado hasta noviembre y a partir de ahí la sentencia podría demorarse unos cuantos meses. Quizá esté cercana a la cita con las urnas o a una posible investidura. «¿Cuántas mociones de censura tendría que haber registrado el PP-A en Andalucía por casos como el de los ERE, el de la formación, la Faffe o la Fundación Guadalquivir? Por tantos y tantos casos de corrupción que ha habido en Andalucía», deslizó ayer el presidente de los populares andaluces Juan Manuel Moreno Bonilla.

Ningún notable de Ciudadanos en Andalucía opinó ayer sobre la moción de censura contra Mariano Rajoy. Mientras, en Podemos e IU percibieron la poca implicación de Susana Díaz sobre la decisión de su secretario general y le solicitaron que mostrar abiertamente su apoyo. Así se manifestaron tanto Teresa Rodríguez como Antonio Maíllo, quienes recordaron como la andaluza patrocinó lel ceda al paso a la investidura del PP