El reconocido restaurante Cal Viva, del chef Leo Ramos, inicia una nueva etapa en una ubicación más amplia con nuevos espacios. Este traslado no sólo implica un movimiento geográfico, sino que también viene acompañado de una actualización de su imagen de marca y una ampliación tanto de espacio como de concepto gastronómico, reflejando así una evolución en su identidad y en la experiencia que ofrece a sus comensales.
Este nuevo emplazamiento permite a Cal Viva evolucionar como restaurante y crecer como enoteca, enriqueciendo tanto la propuesta gastronómica como la enológica. Entre las novedades destaca una fuerte apuesta por el club de vinos, que permitirá disfrutar de selectas etiquetas junto a eventos y actividades exclusivas para sus socios.
Además, el restaurante estrena una completísima cocina de más de noventa metros cuadrados donde reforzar su apuesta por una carta de temporada y sus exitosos menús omakase, que prometen una travesía de sabores única bajo la dirección de Leo Ramos. Una propuesta en la que transmite su particular interpretación de la cultura gastronómica del territorio y la temporalidad de los productos y sus virtudes.
Con su imagen actualizada y su reciente inclusión en la Guía Repsol, el nuevo Cal Viva Restaurante Enoteca refleja el compromiso continuo de ofrecer una experiencia completa con una apariencia más fresca, actual y contemporánea.
«Estamos muy ilusionados con esta nueva etapa y confiamos en que nuestros comensales sabrán apreciar el esfuerzo, el corazón y la pasión que hemos puesto en cada detalle. Desde el nuevo espacio hasta la ampliada selección de vinos, pasando por la nueva imagen, todo ha sido pensado para que cada visita sea memorable», afirma el chef.
Trescientos metros cuadrados con capacidad para albergar en torno a cien personas así que, desde estas líneas, queremos desearle a Leo todos los éxitos del mundo en esta nueva apuesta que, a buen seguro y conociendo su trayectoria, será un paso más en una prometedora carrera profesional.
