El açai es un fruto pequeño de color morado oscuro que procede principalmente de la selva del norte de Brasil, rico en nutrientes y antioxidantes, considerado en la Amazonia como un alimento antienvejecimiento. El açai o açai berry es uno de los superalimentos del momento, al igual que las semillas de chía o quinoa, repleto de propiedades para aquellos que quieren cuidar su alimentación. Las bayas de açai son el fruto de una palmera que vive en terrenos húmedos, cercanos a ríos. Son originarias de América del Sur, siendo la zona amazónica un lugar especialmente beneficioso para su cultivo. Estas palmeras pueden llegar a medir treinta metros. De allí se recogen para procesarlas rápidamente y que no pierdan propiedades. El inconveniente es que, una vez recolectadas, el calor afecta rápidamente al fruto. De ahí que sean procesadas en el menor tiempo posible.

Como ya les contó hace años mi compañera Beatriz García Contreras en estas mismas líneas de El Correo de Andalucía, quienes viven cerca de las zonas de cultivo, tienen la suerte de poder consumirlas frescas. Para los que estamos más lejos es complicado. Por este motivo, las bayas se presentan en forma de polvo o deshidratadas. Y gracias a este proceso de deshidratación, la empresa Oakberry las trae hasta el mismísimo centro de Sevilla donde, en granizada con cereales, semillas y fruta natural la sirven para llevar en la pequeña tienda que han abierto en la calle Blanca de los Ríos, a la espalda de la Plaza del Salvador. Un placer natural para disfrutar con las temperaturas que estamos sufriendo estos días.
Lo que algunos consideran el elixir de la eterna juventud, se sirve en vasos de plástico de distintos tamaños. Tiene un sabor dulce muy agradable y un color morado atractivo que, acompañado por frutas recién cortadas y los cereales o semillas que le quieran añadir, lo convierten en una auténtica delicia visual y más que sana. Algo tan desconocido en Sevilla, llega con el espíritu de quedarse entre nosotros y con la firme intención de hacernos más felices con los aportes beneficiosos para la salud, a la vez que placenteros para los sentidos más exigentes.