Manolo Mayo abrirá su tercer restaurante en 2024

Para los más viejos del lugar, hablar del Bar Colón es irnos a los años setenta. En el Paseo de Colón, haciendo esquina con la calle Almansa, estaba uno de esos clásicos de la hostelería sevillana de los de toda la vida, donde estuvo trabajando mi abuelo muchísimos años. Hoy, ese espacio forma parte del Hotel Kivir, que magistralmente dirige Alejandro Rodríguez. Sin embargo, aunque del negocio de antaño no quede nada, de alguna forma sigue asomando en mí ese punto de nostalgia cada vez que paso por la puerta. Hasta llegar al día de hoy, han sido muchas las empresas que se han establecido en esa esquina y no todas con demasiado éxito.

Sin embargo, a partir de primeros de 2024, todo apunta a que ya no pasaré de largo por esa puerta que tantos recuerdos me trae, sino que pasaré, entraré y consumiré. La familia Mayo, a la que le tengo un profundo cariño, además de admiración profesional, va a tomar las riendas del restaurante del hotel. Sin duda, una apuesta segura por parte de este establecimiento y una razón más para pasear por un barrio tan señero como El Arenal y disfrutar de su gastronomía, cada vez más potente. En lo personal, si me hubieran dado a elegir un restaurante para suplir al antiguo Bar Colón, sin lugar a duda, habría elegido este. En lo profesional, también.

La trayectoria de la familia Mayo en la restauración tiene más de sesenta años. El restaurante Manolo Mayo abrió sus puertas en 1963 y, desde entonces, han ido labrando su camino con dos ingredientes principales: amor y producto, hasta llegar a ser considerados como uno de los templos gastronómicos de Andalucía. Su cocina, basada en el respeto a una materia prima de máxima calidad donde priman las elaboraciones tradicionales, pero sin dejar de lado otras más vanguardistas en las que se aplican nuevas técnicas, le ha llevado a ser un referente. Desde sus famosos arroces, preparados con mimo, y que son ya una seña de identidad de la casa, hasta platos como el Pionono de Esturión o la Sinfonía de Tomate, un homenaje al afamado producto de la tierra, del que se sienten especialmente orgullosos, y que elaboran empleando diferentes variedades teniendo como resultado un plato con hasta cinco texturas distintas de tomate.

Esta apertura supone un nuevo reto para la familia. Ya con Fernando, José Francisco, Mª de los Ángeles y la gran Loli Rincón en un segundo plano, aunque con más ganas de trabajar que nunca, son sus hijos quienes han tomado el relevo para seguir con la labor empresarial que empezara su abuelo y que sus padres tan sabiamente han gestionado. Bendita rama que al tronco sale.