Entrevista

Tania Borg: «Lo que ven mis seguidores es lo que soy»

La influencer malagueña presenta su primer libro de recetas saludables ‘Hoy me comeré la vida’, de Grijalbo, todas inéditas y sin gluten para personas con celiaquía

Ezequiel García ezegarcia85 /
15 may 2023 / 09:54 h - Actualizado: 15 may 2023 / 12:14 h.
"Gastronomía","Entrevista","Instagram"
  • Tania Borg: «Lo que ven mis seguidores es lo que soy»

El mundo de las redes sociales está lleno de oportunidades. Hay muchos peligros, pero también te encuentras con gratas sorpresas. Es el caso de Tania Vázquez Borg (@borg_91), o Tania Borg, como la conocen sus casi 750 mil seguidores en Instagram. Malagueña apasionada de la cocina, el deporte y la vida sana y sostenible, Tania tiene una creatividad increíble para idear nuevas recetas.

Hoy nos presenta su primer libro Hoy me comeré la vida, de la editorial Grijalbo, donde nos presente 101 recetas dulces y saladas, sencillas y variadas, 100% inéditas y sin gluten (ella es celíaca), de las que se pueden hacer con poco tiempo y pocos ingredientes. Los postres son su debilidad y los adapta para que podamos seguir disfrutando de los dulces tradicionales, pero cuidando nuestra salud.

Tras estudiar Estética y Peluquería, trabajar en una tienda de suplementos, de niñera o en un restaurante, decidió cambiar de rumbo profesional y, hoy en día, es una reconocida influencer del mundo de las recetas, el ejercicio y de la vida sana. Como Borg afirma “un cuerpo perfecto es un cuerpo real. Lo que ven mis seguidores en redes es lo que soy. La gente me da las gracias por ayudarles con mi contenido a llevar una vida sana y equilibrada a través de la cocina”. Y hoy hablamos con ella. De su libro y de muchos otros temas relacionados con las redes sociales y sus peligros y virtudes.

Comencemos, Tania. Tras años creando contenido y recetas saludables, ¿cómo es que te has decidido a escribir un libro?

Si te digo la verdad, nunca me imaginaba poder llegar a escribir un libro. No es que fuera un sueño mío desde pequeñita, sino que cuando ya me di cuenta que empecé a crecer en las redes, a que cada receta que subía tenía más comentarios y más gente quería saber cómo había hecho esta receta o la otra,Comencé a subirla y tenía muchos likes y comentarios agradeciéndome el crear ese tipo de contenido tan fácil para aprender a comer saludable y no aburrirte. Tras eso, empezaron a pedirme un libro. O sea, realmente fueron mis propias seguidoras. Por eso siempre lo digo, que gracias a ellas y a ellos he llegado a cumplir un sueño que no sabía que tenía hasta que ellos me lo pidieron. Y estoy muy contenta porque son recetas inéditas,

Claro, porque podrían pensar que serían las mismas que pones a Instagram.

Mucha gente me pregunta eso, que si son recetas las mismas que subo a Instagram, y no, son totalmente inéditas, y me costó mucho porque tenía que seguir creando contenido para Instagram y a la vez para el libro. Entonces era un poco complicado, pero al final lo saqué para adelante con mucho coraje, con muchas ganas y mucha ilusión.

¿Quién se pone en contacto contigo para confeccionar este libro de recetas?

Pues la verdad es que me han escrito de varias editoriales, pero yo estaba a través de una agencia que me ayudaba un poquito a gestionarlo todo y entonces se pusieron en contacto conmigo desde esta agencia. Me comentaron que Grijalbo era una editorial muy buena, en la que ya estaban otras Instagrammers a las que yo sigo como Delicious Marta, por ejemplo. Y entonces ya me animé del todo y dije, pues venga, sí, pa’lante. Y la verdad es que estoy súper contenta porque el equipazo que tienen detrás de Grijalbo es increíble.


¿Cómo se consigue llegar a casi 750 mil seguidores?

A ver, no es fácil porque la verdad es que le tienes que dedicar muchísimo tiempo y exprimirte al máximo sin escuchar lo que los demás te digan, porque, si no, nunca acabas. Obviamente te apetece estar tiempo con tus amigos, con tu familia. Además, tienes tu trabajo porque obviamente las redes no dan dinero desde un principio. Pero para conseguir hacer, como yo digo, de tu pasión tu profesión, te tienes que esforzar muchísimo. Y claro, no ha sido fácil porque llegar a casa y que no te apoyen al 100%... Pero me decía: “Esfuérzate porque si es lo que quieres y lo quieres conseguir, no queda de otra”. Es que, si no, nunca vas a llegar a hacer lo que realmente te gusta hacer en la vida y trabajar en algo que no te gusta, es un sin vivir. Y yo creo que todo el mundo en esta vida puede trabajar de lo que le gusta si se esfuerza de verdad desde el principio. Mucha gente me dice: “Es que tengo tres hijos, un marido, esto, lo otro...«. Yo creo que antes que todo eso, tú tienes que saber lo que quieres y tienes que luchar por ello. No dejes pasar el tiempo, sino luchar, luchar, luchar, luchar para conseguirlo

¿Cuántas horas le dedicas a las redes y a crear contenido, Tania?

Yo te podría decir que casi son 24 horas al día, porque a veces me duermo pensando en qué voy a hacer y en qué voy a crear, porque no te lo quitas de la cabeza en todo el tiempo. Y realmente yo llevo sola mis redes sociales, yo no tengo una persona que esté detrás ayudándome a contestar mensajes, ayudándome a crear el contenido, a decirme, por aquí, estos vídeos son virales, haz un vídeo así. No. Yo soy la que creo el contenido, la que edito...Yo lo hago todo.

Pero te da más libertad, ¿no?

Me da más libertad, pero a la vez más trabajo. Si tuviera una persona en la que yo pudiera confiar al 100% que me va a editar muy bien los vídeos, o me va a poder contestar... Pero claro, mi cuenta es una cuenta que abarca un poco todo, tanto personal como recetas que me invento, que no son recetas sacadas de un libro.Tengo que ser yo la que conteste porque son recetas mías. Es mi vida. Al final creo que es un ritmo constante. Yo creo que nunca he estado un día en el que no supieran de nosotros por las redes sociales desde que empecé.

Eso implica que también, en lo personal, a tu pareja al principio, le costaba encajar eso de crear contenido en redes, pero al final entró dentro de tu dinámica, ¿cierto?

Claro, porque le gusta y porque también al final me ve disfrutar. Es muy importante tener un apoyo bien en la familia, bien en tu pareja para que te animen. Yo creo que Jaly, mi pareja, en este caso se dio cuenta de lo que era y lo que yo disfrutaba de esto cuando entramos en el confinamiento. Nos encerraron en casa y que sí o sí la gente estaba con las redes sociales al máximo. Entonces él vio lo que de verdad la gente me quería y me apoyaba y necesitaba mis recetas y yo lo disfrutaba. Y entonces fue ahí cuando él verdaderamente se dio cuenta de lo que significaba que a través de una pantalla te puedan coger ese cariño y puedan verte como un amigo o una amiga. Y ya llevaba yo casi dos años y medio o tres con las redes. Ha sido mucho tiempo que he luchado yo sola para llegar a tener los cientos de miles de seguidores que tengo.

Hablas en la introducción de tu libro que la celiaquía te provocó mucho dolor. Por eso quieres ayudar a tantas personas que sufren de este problema.

Sí, Ezequiel, tienes razón. Al principio, cuando me detectaron la celiaquía, yo tenía 16 años, y mi madre intentaba la pobre hacerme pan casero, ya que entonces no había, como hoy en día, ese pan adaptado a celiacos. Hoy lo ves en muchísimos supermercados y grandes superficies de alimentación. Pero, a la vez, tampoco eran muy saludables los que encontrábamos. Entonces mi madre quería hacérmelos ella. Cuando me lo hacía parecía un pan perfecto, y cuando el pan se enfriaba, eso era una piedra o se deshacía. Las dos estábamos ya locas perdidas porque, claro, lo hacíamos como un pan normal, pero con harinas sin gluten y no usábamos, a lo mejor algún tipo de ingrediente que ahora existe. Este es un ejemplo de muchos. Y la verdad es que hay panes en mi libro, en este caso, que se hacen sin amasar, que se hacen sin horno, en apenas diez minutos o menos, y es pan, pan. Que parezca que te estás comiendo un bocata.

Y ahí empezaste tú a investigar

Sí. Comencé yo sola a investigar y empecé a cocinarme y hacerme recetas y la verdad es que me pareció todo un mundo. Pero a día de hoy es una pasada. Se puede hacer de todo. Lo que no tienes que hacer es agobiarte y decir “no puedo comer gluten”, “no puedo comer de nada”, “estoy fatal”, “no sé qué hacer...”. No, porque hay muchísimas maneras de cocinar sin gluten. Para aburrirse.

Pero la celiaquía te provocó un desajuste en tu cuerpo. Apareció un acné juvenil muy fuerte y eso te llevó, por desgracia, a sufrir acoso por parte de algunos compañeros de clase.

Yo no se lo conté nunca a mis profesores, nunca se dio cuenta a nadie. Lo único que le decía a mi madre es que por favor me llevara al médico, que yo me quería quitar los granos de la cara. Mi madre me decía que no me tocara y yo me tocaba, porque lo pasé realmente mal, muy mal. También es verdad que yo creo que hoy en día el tipo de bullying incluso puede ser peor. No me gusta hablar de eso porque conozco casos de amigas que sus niños lo sufren y es horrible. Pero sí lanzo un mensaje a esos chicos y chicas que lo están sufriendo: hay que hablar y decirlo, eso es súper importante, sobre todo a tus padres y a tus familiares que te quieren y te van a ayudar. Yo en mi caso no lo dije, pero recuerdo todo perfectamente, cómo me decían que me pusiera una bolsa de plástico... O sea, me pondrían una bolsa en la cabeza y los chicos pues, así sí, ¿sabes? Pero sin la bolsa en la cabeza, no. Yo tenía un cuerpo bonito, siempre he sido deportista, iba a escuela de danza flamenco, iba a clases de voley... Pero yo odiaba mi cara. Y a día de hoy, eso es lo que ha hecho que jamás en la vida me mire y yo me diga: ¡Qué guapa! Aunque a mí me digan 800.000 veces que soy guapa, yo jamás me lo voy a creer. Ése es el estigma que queda después de todo.

Por eso es muy importante que se diga en los coles para evitar cualquier tipo de abuso.

Yo con mis profesores tenía confianza máxima, porque mi cole era un cole concertado donde todos nos conocíamos. Pero yo no tuve la confianza, quizás, en mí misma de darme a valer, y por eso no tuve la valentía de decírselo ni a mi familia, ni a mis profesores, ni a nadie, hasta que me empecé a querer un poco más como persona. Ya no te hablo de físicamente, sino como persona. Y entonces un día me lancé y creo que la primera vez que lo conté fue en las redes. O sea, no lo había contado nunca a nadie.

Hablando de redes, muchos de nuestros adolescentes quieren ser influencers. Y parece que todo lo enfocan a eso. Y hay veces que abandonan los estudios para dedicarse a ello. ¿Qué proceso hay que seguir, Tania, para conseguir y poder vivir de las redes sociales?

Lo primero, ser siempre tú mismo y tú misma, siempre. Nunca decir que quiero ser como tal persona, quiero ser influencer así porque ganan este dinero. No. Es disfrutar de lo que estás haciendo. Hay gente que cree que ser influencer es un trabajo fácil, que sacas tres historias y dices tres cosas y ya está, ya te van a contratar las marcas, o que directamente Instagram te va a dar dinero y te va a pagar porque tu vídeo tenga millones de visualizaciones cuando Instagram,
por lo menos en España, no te paga ni un duro. Realmente es un trabajo muy, muy, muy sacrificado y te tiene que gustar mucho y centrarte en un tema que sea lo que realmente te apasione a ti, ya sea decoración, ya sea limpieza, ya sea maquillaje, ya sea lo que sea. Pero obviamente para todo te tienes que formar, tienes que estudiar y tienes que trabajar mucho en ello. Yo he llegado a tener cuatro trabajos a la vez y seguir llevando mis redes sociales. Yo jamás pensé que iba a ser instagramer. Yo, cuando ya me di cuenta de que podía serlo, llevaba un trabajazo hecho de un montón de contenido creado sin saber que se podía vivir de ello. No sabía lo que era ser instagramer al 100%. Ahora se sabe mucho. Antes, poco. Yo a lo mejor le decía a mi madre: “Mamá, a esa chica le han regalado una camiseta. Yo también quiero que me regalen a mí una camiseta”. Pero creía que tenía su trabajo aparte. Qué cosas.

Y obviamente has estudiado...

Claro. Yo no hice una carrera, pero estudié Formación Profesional de Grado Medio en Peluquería y luego un Grado Superior en Estética. Quería ser fisioterapeuta porque siempre estaba con dolor de espalda Y al final pues empecé a trabajar en un salón de belleza y me dio dinero y al final seguí trabajando y empecé con las redes sociales a raíz de lo del gluten, trabajé en un restaurante y me empezó a gustar mucho la cocina, me viene de familia por mi madre... Entonces yo empecé, como quien dice, como un hobby, a subir recetas porque me gustaba y a seguir a chicas que eran fitness, comían szaludable. Y yo decía: “pues yo quiero que me regalen una camiseta”. Y mi madre decía: “¡Esta niña está loca, ¿cómo le van a regalar una camiseta? ¡Anda, anda, anda!”. Y hoy en día las dos nos reímos mucho de esas frases que ella me dijo. Fíjate que ahora le regalan a mi madre las camisetas.
Pero hay que esforzarse mucho, nunca vas a llegar a ser influencer si dejas de trabajar o estudiar. Por eso, si te gusta, esfuérzate al máximo. Y que de verdad te guste, porque si no, es que no merece la pena.

¿Cómo vas a compaginar la futura maternidad con la dedicación a tus redes sociales?

No tengo ni idea. No me paro a pensarlo porque, la verdad, estoy tan feliz y en un momento tan bonito... Pero mira, mi madre vive cuatro calles más arriba, a mi familia la tengo toda alrededor, igual que a casi todas mis amigas... Tengo un apoyo increíble. Mi gente, mis seguidores, conocen a mis amigas, a mi familia. Entonces sé que van a querer también ver ese proceso. Al final, quiera o no quiera, toda mi vida ha sido un proceso. Hemos ido avanzando todos, y de la gente nueva que va entrando, habrá mucho público de mamás, pero no voy a enfocar mis redes a una cuenta de maternidad, porque no voy a dejar de hacer lo que me gusta. Y lo que me gusta es cocinar y hacer recetas saludables, y eso es lo que voy a seguir haciendo. Y a la vez, como siempre, mostraré a mi familia. Obviamente, si un día lo tengo malo, pediré consejos y ayudas a mis seguidoras.

No obstante, Tania, este trabajo puede tener fecha de caducidad...

Hay veces que lo pienso. Pero no porque yo me canse, sino porque pase cualquier cosa con la plataforma de Instagram, pues uno nunca sabe. Fíjate lo que le pasó a Tuenti y desapareció. Entonces mi miedo es ése. Pero a la vez no tengo miedo porque me puedo poner tanto a pelar patatas, como a fregar platos, como a lo que sea en cualquier sitio, pues de lo que sea me voy a ganar la vida.

¿Y tienes otros proyectos en mente?

En mi mente tengo muchísimos planes de futuro, como el de crear mi propia marca, pero eso conlleva muchísimo tiempo y gente a mi alrededor que entienda de ello, y a día de hoy no he dado con nadie de confianza que me pueda ayudar en eso. Pero tampoco me he puesto a full a buscarla. Si es verdad que me gustaría, pero a la vez, si no existieran las redes sociales, es muy difícil sacar un negocio adelante de marca personal enfocado en redes sociales. Por eso espero que duren muchos años, me dé tiempo a ahorrar, que eso es lo importante, tener dinero ahorrado y no pensar en lo que te va a quedar después, sino en lo que tú mismo ahorres.

Eso también es un buen mensaje, que la gente sepa ahorrar y no se aloque...

Yo gasto muy poco en mí. A lo mejor tengo un cumpleaños o es algo para Jaly o mi madre y gasto más que si fuera para mí. Yo realmente soy súper ahorradora. Yo tengo de todo, en parte gracias a las marcas con las que trabajo. Mi sueño desde muy pequeñita era tener una casa y obviamente tengo una hipoteca como todo el mundo a 30 años. Y encima ahora me ha subido una barbaridad, pero es que es así la vida, y ya está. Desde que era pequeña, mi padre me enseñó a ahorrar. Cogía un sobre, iba metiendo mi dinero y yo con eso me compraba mi móvil, me compraba mis cosas y ahorraba con lo que ganaba.

¿Qué le dirías a tantos y tantos jóvenes que no hacen un uso responsable de las redes sociales? Ocurre mucho, por ejemplo, en TikTok.

Directamente me quiero dirigir al jefe de TikTok: por favor, hay cosas que son absurdas, que se viralizan porque ellos le dan visibilidad. No se va a viralizar solo. Detrás de una red social hay muchísima gente trabajando para que eso ocurra. Se viralizan los vídeos más absurdos y los vídeos que más daño pueden hacer a la gente. ¿Y qué es lo que crea eso? Pues que la gente haga otro vídeoigual, y así, otro, otro, otro... Al final es que hay gente que creaba contenido buenísimo que ahora está creando contenido para dejar de seguirlos porque su contenido no me interesa.

¿Y cómo lidias con los mensajes fuera de lugar de los llamados haters?

Pues la verdad es que al principio me tomaba muchas cosas a mal, porque hay gente con el típico comentario de “el cuerpo lo tienes escurrido para todo el deporte que haces” u otros más dañinos. Sinceramente, ríete, bloquea a esa persona o la ocultas... Porque ese hater quiere que contestes y crear una polémica. Pero hay gente que se lo toma muy en serio y lo pasa mal.

El ciberbullying, por ejemplo.

Sí, sí. A mí me pasaba al principio. Yo me lo tomaba muy mal. Entonces yo contestaba y después no dormía pensando si más pensaría así, si era verdad lo que decía... Tú misma te haces daño, pues esa persona es lo que quería y lo ha conseguido. Entonces llegó el momento en el que dije que no iba a hacer más caso a ese tipo de comentarios. Y aunque en el momento me duelen, porque es normal, soy una persona, tengo corazón y a nadie le gusta que le digan cosas feas, pues simplemente bloqueo, borro a esa persona, oculto y ya está. Y aunque me duela un rato, es un rato malo. Luego se te olvida porque no has entrado en polémica con esa persona. Pues es también un buen mensaje decirle a los...

Buen consejo para los más jóvenes...

Claro. Esa persona que va a herir detrás de una pantalla, jamás te va a parar por la calle y te va a decir: “Oye, tú, que...”. No tiene la valentía. Te lo va a decir a través de una pantalla. Personas que no aporten, a quitarlas de enmedio. En el momento, te va a doler, pero al rato va a venir tu novio, tu pareja, tu amigo, tu amiga... Y te vas a reír y cuando pasen dos días vas a decir: “Ay, que me agobié por este comentario”. En cambio, repito, si contestas, entras en bucle y no sales de ahí, porque al hater nadie lo va a sacar de ese pensamiento negativo desgraciadamente.

Muchas gracias por tu testimonio, Tania. Mucha suerte con este libro de recetas y a seguir creando contenido para todos los públicos.

Gracias a ti, Ezequiel, y a El Correo de Andalucía por darme esta oportunidad de hablar sobre tantos temas.