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COSTILLAR DE TERNERA “LA FINCA” A LAS 48 HORAS
El restaurante Betis7 ofrece una cocina de tradicional con materias primas de calidad y espectaculares vistas
En esta ocasión toca de nuevo adentrase en Triana y he de reconocer que, con la oferta gastronómica que está poniendo el barrio encima de la mesa últimamente, no me cuesta nada encontrar sitios donde comer, y comer bien. Sin embargo, siempre hay un plus que encontrar: un plato que te haga soñar, un servicio excelente o un espacio que te conquiste. Entro por el puente paseando y no tardo en ver la hilera de restaurantes que ofrecen su propuesta a la orilla del río. Sin embargo, me paro a poco de comenzar el paseo en uno que me llama la atención. Estoy en Betis7.
Falso ravioli crujiente de morcilla de Cartama y cebolla confitada
Este restaurante dispone de azotea Premium con unas vistas inmejorables hacia el centro de Sevilla, el puente de Triana, el Guadalquivir, la Maestranza y la Catedral de Sevilla , un pequeño pero acogedor salón interior para diez o doce personas, además de veladores en la calle que te hacen detenerte y mirar el edificio donde piensas que sólo vas a encontrar un restaurante más, como todos los de la calle Betis. Sin embargo, dejémonos de tonterías, uno de los encantos de este establecimiento en concreto radica en disfrutar de la propuesta de su chef en la terraza. Si quieren disfrutar de la Azotea Premium, tiene dos opciones: reservan con antelación o tienen la suerte que tuve yo. Honestamente, les recomiendo la primera. No se la jueguen.
Risotto a los cuatro quesos
La carta es completísima, incidiendo en los productos de origen andaluz. El risotto de setas y presa de Sierra Morena o el lomo de buey de Retinto de La Janda de Vejer son un ejemplo. La chacina y el pescado frito no pueden quedarse atrás si hablamos de productos de la tierra. Podemos empezar con una ensalada de pera, jamón y queso azul, unos alcauciles confitados con foie braseado o con sus famosas “Nigiricretas”. En carnes, destacar el costillar de ternera “La Finca” a las 48 horas, que acompañan con patatas fritas y pimientos, la hamburguesa “Triana Experience” o la presa ibérica con migas crujientes y teriyaki Tío Pepe. De la lonja, no se pueden perder la adaptación que hacen del pulpo de toda la vida, asado, con ajo colorao, crema de aguacate y mahonesa Kimchi. La corvina de Isla Cristina es leche, blanca y de sabor suave. Y el bacalao en tempura de tinta de calamar dota al pescado de una costra negra exquisita que le aporta personalidad y textura. Para completar la experiencia, una excelente carta de vinos, unos cócteles y el servicio de un personal amable y formado completan una interesantísima oferta que les recomiendo prueben.
Betis7 se convierte así en uno de mis restaurantes favoritos de Triana. He dicho.
