El Betis jugará un amistoso con el Cádiz el viernes

El Real Betis ha regresado este martes a los entrenamientos con las miras puestas ya en el Celta de Vigo tras el parón por la final de Copa del Rey el próximo viernes 12 de abril.

Los de Manuel Pellegrini, tras cuatro derrotas consecutivas en el campeonato liguero, algo que no ocurría en el club desde hace una década, necesitan darle un vuelco a cómo vienen jugando, tanto corregir deficiencias defensivas, como mejorar mecanismos en ataque.

Es por ello, que para no frenar el ritmo de competición tras haber salido de un parón internacional e inmerso en otro por la final copera, ha organizado con el Cádiz un amistoso a modo de entrenamiento para que ambos conjuntos puedan probar modificaciones de cara a sus próximos duelos ligueros, y para que la dinámica habitual de jugar semana tras semana no se rompa.

Sin Chimy, pero con Bakambu y Sabaly

Tras conocerse hace unas horas el parte médico de Chimy Ávila, que cayó lesionado en Montilivi en el minuto 80, quince después de haber ingresado, Pellegrini pierde a un jugador muy importante para este tramo final, que estará de baja de seis a ocho semanas.

El argentino, siempre muy móvil y luchador, aporta dinamismo al equipo y ofrece soluciones diferentes a sus compañeros, siendo una vía tanto para alargar al equipo y ganar metros en banda, como para generar incertidumbre en las defensas rivales.

Un test durante la temporada ante los gaditanos que también le servirá al chileno para conocer las sensaciones de Cédric Bakambu y Youssouf Sabaly, ambos recién incorporados a la dinámica grupal y que podrían reaparecer en el amistoso frente al Cádiz.

Si Marc Roca, aún apartado del grupo volviera antes del viernes, igual podría tener algunos minutos frente a los de Mauricio Pellegrino. El centrocampista fue clave en la primera mitad del curso para Pellegrini, y entre problemas musculares y una neumonía, su rendimiento ha bajado, en parte debido a la irregularidad que dichos contratiempos le han acarreado.

Test ante el Cádiz

El amistoso frente al Cádiz servirá para probar nuevas variantes a la hora de finalizar las jugadas, un debe que persigue el Betis y que ha de corregir, porque aunque el índice de acierto en jugadas con alto peligro sea óptimo, la generación de esas situaciones no es recurrente durante los partidos.

Se refleja en parte por la acumulación de perfiles similares en la mediapunta con Ayoze, Fekir, Isco y Fornals, y la falta de un extremo al uso o alguno que no quiera el balón casi siempre al pie.

En Montilivi, con tal de aglutinar a los cuatro como titulares, fue el de Arroyo de la Miel, el jugador más diferencial del Betis esta temporada, el que actuó más retrasado y más cercano a Guido Rodríguez, con demasiados metros por recorrer hasta la zona en la que realmente Isco sí es determinante y es capaz de inventar jugadas donde otros no ven.

Urge por ello de cara a estas ocho finales, introducir cambios en la zona atacante, y corregir situaciones defensivas tras los diez goles encajados en los últimos cuatro partidos.

El Betis, muy pendiente de la final de Copa del Rey

Al margen de partidos preparatorios para no alterar el ritmo habitual del campeonato, tras los últimos resultados del Betis la sexta plaza se empieza a esfumar y la Real Sociedad aventaja a los verdiblancos en siete puntos.

Este es el motivo por el que, al ir ahora séptimos, los de Pellegrini dependen del resultado en la final de la Copa del Rey del próximo sábado en La Cartuja entre Athletic Club y RCD Mallorca.

Una victoria de los bilbaínos, beneficiaría y mucho al Betis de cara a regresar a Europa la próxima temporada, mientras que si son los bermellones los que se alzan con el título, la opción de visitar el año que viene el viejo continente puede quedar prácticamente esfumada.

Con tan sólo ocho fechas por disputarse en LaLiga EASports, los verdiblancos tendrían que sumar cuatro puntos más que la Real Sociedad y vencerles en el enfrentamiento de la penúltima jornada en el Villamarín para igualarlos y sobrepasarlos por average particular.

Además de la Copa del Rey, el Granada-Valencia aplazado tras el incendio en la capital del Turia, podría poner en jaque al Betis y hacerlo caer al octavo lugar de la clasificación, aunque béticos y chés tienen aún un partido pendiente en Mestalla que podría revertir el cambio de posiciones.