Josico: “A Luis Aragonés le encantaba que le contara por las noches cuál era el secreto del Ingeniero”

Josico Moreno (Isso, Hellín, Albacete, 6 de enero de 1975) disfruta hoy en su tierra viendo crecer a sus hijos rodeado de los suyos y alejado de los focos mediáticos que un día vivió en sus carnes como jugador del Albacete, Las Palmas, Villarreal y Fenerbahçe, y posteriormente dirigiendo en los banquillos hasta 2021 con ideas en su fútbol de Manuel Pellegrini, Benito Floro o Luis Aragonés entre otros.

“Cuando uno tira la mente atrás y piensa lo que pasa es que te haces más duro y claro, tienes jacuzzi, vas a Old Trafford y ves aquellas gradas… Qué largo es el fútbol desde unos pueblos donde no había agua caliente hasta lo que es ahora”, comenta en El Correo de Andalucía un tipo duro forjado en el fútbol de antes que incluso la rotura de un dedo del pie lo dejó sin irse del Hellín, por entonces filial del Albacete, al Granada B con Quique Pina.

Desde Hellín al Camp Nou

Lo que pudo ser una desgracia acabó en desdicha y a los diez días con el dedo roto jugó un amistoso con los mayores y le pidió al fisio en el descanso que le echara cloretilo en el pie para jugar. Cuando acabó Benito Floro se enteró de aquello y del pueblo pasó a debutar en el Nou Camp.

“Pasé de jugar en mi pueblo en campos de tierra al Nou Camp con Benito Floro contra el Barcelona de Johan Cruyff. No sabes si va a ser una vez o para siempre y salí a comerme el campo y hay una anécdota con Prosinecki, que Floro lo había tenido en el Real Madrid y me habló lo que hacer con él, y en una jugada en la banda me llevé por delante a Prosinecki, al balón, a todo Dios, a mi entrenador, y pensé que la semana siguiente me iba. Fue lo contrario, me hizo titular todo el año y comencé a formarme”.

Ahí empezó su carrera con un receso en Las Palmas hasta que llegó al Villarreal y coincidió con un entrenador que cambió la mentalidad de un equipo cuya aspiración era mantenerse: Manuel Luis Pellegrini Ripamonti.

Manuel Pellegrini, un mentor en la carrera de Josico

Durante la charla recordará Josico a todo su cuerpo técnico, al que ensalza como valor fundamental del trabajo del santiaguino, desde Rubén Cousillas a José Cabello, su preparador físico desde que llegara a España hace 20 años.

Pero quiere detenerse en Fernando Fernández, adjunto a Pellegrini y encargado del balón parado y con quien coincidió en el curso de entrenador: “Manuel lo tiene muy claro en el día a día y aunque parece que es repetitivo, cuando te vas a otro equipo no sabes dónde tienes que ir y piensas en qué claro lo tenías con aquel entrenador en cuanto a las cosas que hacer dentro del campo. Es un hombre tranquilo con las ideas muy claras”.

“Conozco a muy pocos entrenadores que cuando ganen y cuando pierdan se comporten igual, siempre hace su trabajo en las victorias y en las derrotas. Supongo que la experiencia con los años la ganas y nunca deja de aprender. Me cautivó eso cuando trabajé con él, que tenía las ideas muy claras”

Manuel Pellegrini comenzó a inicios de los 80 aún como jugador a trabajar en su futuro, debutando en 1988 en Universidad de Chile, pasando por Liga de Quito, San Lorenzo y River Plate hasta cruzar el charco en 2004 para dirigir al Villarreal Club de Fútbol, al que este domingo con el Real Betis se enfrentará 20 años después de su llegada a Europa.

“Cuando llego a España, para mí que me he criado en la cantera del Albacete, con Ginés Meléndez y con Benito Floro, donde el 4-4-2 era el sistema, me di cuenta de que llegó con cosas nuevas”, recuerda el hellinero. Ahora estamos hablando de Hansi Flick y parece que ha inventado algo. Manuel Pellegrini adelantó la defensa a base de trabajo, fue uno de los pioneros en eso. Lo que pasa es que lo estudian y le van buscando las vueltas”, confiesa sobre el chileno y cómo implementó esa subida de línea de sus zagueros que siempre lo ha acompañado en su carrera.

Moldeó al Villarreal, reconoce Josico: “Nuestra mentalidad era para conseguir 42 puntos y fuera y él nos la cambió pidiendo ganar domingo tras domingo y no me vale que ganemos dos y luego no pase nada si perdemos”.

Esa ambición del Ingeniero llegó a cambiar cosas sagradas en el fútbol español, como el baño y los masajes de los viernes, a “delimitar con tiras el campo para hacerlo más pequeño”. Eso llevó al centrocampista a interesarse por su manera de trabajar y lo claro que siempre lo tenía todo.

“Fue un innovador”, puntualiza Josico, que por fútbol y experiencia como capitán del Villarreal no se quedó fuera de la Eurocopa de 2008 que cambió el futuro de España. Luis Aragonés lo llamó en partidos previos pero una lesión le impidió formar parte de aquella selección.

Luis se lo recompensó y se lo llevó al Fenerbahçe, y allí en las largas noches de concentración en Turquía el sabio de Hortaleza le preguntaba por Manuel Pellegrini: “Hablábamos de fútbol, a Luis le encantaba que le contara por las noches cuál era el secreto del Ingeniero, como él lo llamaba. Me preguntaba muchas cosas aunque nos había estado viendo en Villarreal, pero no era lo mismo ver entrenamientos que explicarle el qué y el por qué hacía las cosas”.

“Lo de achicar la línea, pararte en el borde del área y todo eso, el primero y pionero fue Manuel Pellegrini y los jugadores que ha tenido en sus equipos a base de trabajarlo en el día a día, de hacer fútbol reducido, trabajar el fuera de juego… Eso no se estilaba en España y empezó a implantarlo él y los equipos siguen cayendo. Antes no estudiaban eso los analistas y cada vez ya nos conocemos todos más y sacan sus puntos débiles, como al Madrid de Benzema o a Messi, y ahora a Hansi Flick. Todo sistema tiene sus puntos fuertes y débiles”.