El Betis de Isco y Lo Celso no pasa del empate en el cierre de 2024 (1-1)

El Benito Villamarín fue el escenario que decretara hace semanas LaLiga para albergar el último partido de campeonato de 2024. Se llenó el feudo del Real Betis para presenciar el encuentro de los suyos ante el Rayo Vallecano en un once de gala al fin con Isco Alarcón junto a Giovani Lo Celso.

Aitor Ruibal también fue protagonista en la antesala recibiendo de Ángel Haro, presidente de la entidad, el cuadro conmemorativo por sus 150 partidos oficiales con el Betis.

Los pupilos de Manuel Pellegrini saltaron al verde enchufados y avisando desde el primer minuto con un golpeo lejano de Vitor Roque que obligó a Batalla a meter la mano para desviarla a córner.

Isco y Lo Celso canalizan el juego del Betis

Isco y Lo Celso cogieron la batuta del juego escudados por Johnny y Altimira y comenzaron a crear y a filtrar pases, pero les costó desbaratar a los de Íñigo Pérez, comedidos en fase ofensiva y bien pertrechados en defensa para reducir espacios interiores. Las mejores de los verdiblancos llegaron en fallos del rival, pero ni el rosarino ni el americano más tarde pudieron abrir la lata.

Llegado el ecuador de la primera mitad el Rayo comenzó a asomarse por las inmediaciones de Fran Vieites y Álvaro García tuvo una clara para hacer el 0-1, pero Llorente estuvo providencial metiendo el cuerpo para bloquear su remate.

El guion empezó a ser diferente con un partido más parejo que dominó el Betis en posesión pero que no supo subir el ritmo ni meterle celeridad a las acciones.

Hubo incluso gol vallecano, pero García Verdura lo anuló por fuera de juego de Embarba tras un centro de Álvaro García.

Esa velocidad que le faltaba a los verdiblancos en la circulación la encontró en el 1-0. Los buenos se encontraron, el esférico acabó en Vitor Roque y abrió para Sabaly, que se la devolvió al brasileño y Álvaro García lo torpedeó, indicando el colegiado catalán los once metros. Isco asumió la responsabilidad de capitán y transformó el penalti.

El descanso no le sentó nada bien al equipo de Manuel Pellegrini, que regaló el empate en una pérdida de Perraud en el control. Isi recogió el balón, avanzó un par de metros y sacó un latigazo potente pegado al palo. Fran Vieites pudo hacer más en la estirada para evitar el tanto.

Cuando la pelota quemaba, Isco Alarcón demostró una vez más su liderazgo, siendo el primero en ir a presionar y pidiendo constantemente el cuero para generar. A Vitor Roque, que estaba cuajando un gran encuentro, le puso un pase para adelantar de nuevo al Betis, pero su disparo se marchó desviado.

Isco se marcha y Lo Celso toma el relevo

Antes del 70', en un cambio que pareció casi pactado al ver en tan buena forma física al de Arroyo de la Miel, Pellegrini le dio descanso para meter a Assane en su lugar y mover así a Lo Celso a la mediapunta, algo desaparecido en la derecha en varios tramos. En la misma ventana también salió Pablo Fornals, que regresaba tras ocho partidos sin jugar, por Sergi Altimira, con muchos minutos en sus piernas.

El cambio táctico del rosarino al eje del ataque se tradujo en la más clara para hacer el segundo. Filtró con magia el rosarino para dejar a Vitor Roque frente a Batalla, pero definió al muñeco con todo a su favor.

Le pudo costar caro al conjunto verdiblanco errar esa acción. Probó fortuna Isi Palazón con un disparo desde la esquina derecha del área y Fran Vieites lo logró repeler.

El aviso despertó al Betis, que con Giovani Lo Celso como filtrador y un buen papel de Assane desde la derecha se fue decidido a por el segundo. Le regaló una a Juanmi, que se demoró al golpear, Bakambu tuvo varias que desperdició.

El Rayo se resignó a replegarse e intentar parar el juego todo lo posible, gracias también a la cooperación de García Verdura, que dejó jugar en exceso y pudo castigar más acciones.

Con los verdiblancos fallando y perdonando a más no poder la tuvo el conjunto vallecano. De Frutos se quedó solo en el área y la mandó a las nubes.

Lo Celso se desesperó. Hasta cuatro goles regaló a Vitor Roque, Bakambu, Juanmi y Pablo Fornals, queriendo este último en el descuento volver a pasar en vez de finalizar.