Entrevista | Chimy Ávila Jugador del Real Betis Balompié
Chimy Ávila: "El Betis es una palabra muy fuerte en mi vida y en la de mi familia"
"Cuando sienta que mis capacidades no están para jugar en un club tan grande como el Betis voy a dejar el fútbol"
"Cuando yo sienta que no voy a dar el esfuerzo, cuando sienta que no pueda presionar como hoy en día, cuando sienta que mis capacidades no están para jugar en un club tan grande como el Betis voy a dejar el fútbol. Como un dicho que me dijo un viejo amigo: voy a dejar el fútbol antes de que el fútbol me deje a mí", relata Luis Ezequiel Ávila (Rosario, Argentina, 4 de febrero de 1994) en una entrevista concedida a El Correo de Andalucía días antes de jugar con el Real Betis Balompié en Huesca, el lugar que lo vio por primera vez darle patadas a un balón en España.
Un futbolista hecho a sí mismo que se siente un privilegiado por haber esquivado balas en su humilde infancia en Empalme Graneros y que disfruta cada segundo de su vida como si estuviera yendo a una presión en campo rival: "Mi vida se rodeó siempre de fútbol. Nosotros salíamos del patio de mi casa y con lo primero que te encontrabas era con el poste de la portería. Más allá que el barrio te lleva a muchas tomas de decisiones jodidas, complicadas en la vida que uno si no la capta en ese momento, o estás para un lado o estás para el otro. Y yo, la verdad, con la ayuda de mi mujer, mi madre, mi padre, mis hermanas, lo pude lograr. Y hoy yo les digo a todos estos chicos que no bajen los brazos que se puede, que se puede. Que el mío no es un caso único, que puede haber muchos casos más. Que todo llega, todo llega con su tiempo, pero la constancia y el saber esperar, sé que es complicado, pero es lo fundamental".
La roja en Villarreal, asunto olvidado antes de volver a Huesca
En Villarreal, Chimy Ávila sufrió una expulsión injusta en el minuto 33 por una supuesta patada a Álex Baena que el VAR no revisó y no se produjo. Al término del encuentro, ganado por el Betis, tanto Manuel Pellegrini como Ángel Haro manifestaron públicamente su enfado con el estamento arbitral, pero el argentino no quiere hablar de ello: "El tema de la roja es tema zanjado, hay un Dios para todo. Ahora estoy feliz por volver a la ciudad que me acogió por primera vez acá en España, con una afición que me ama y amo tanto también y donde mis hijas aprendieron a ser felices", con relación al encuentro que disputará el conjunto verdiblanco en El Alcoraz frente al Huesca en Copa del Rey.
Ello ocurrió en el verano de 2017, donde tras pasar por Tiro Federal y San Lorenzo de Almagro llegó cedido a la entidad oscense. "Sobre todo, ahora volver y defendiendo la camiseta del Betis, ¿qué más puedo pedir? Fueron dos años muy bonitos de mi vida que quedarán en mi retina para toda la vida, tanto de la mía como de cada oscense. Quedarán marcadas para siempre mi vida y la de mi familia. Conseguimos un ascenso que nadie se esperaba y que se logró".
Pero de Huesca el 9 verdiblanco se marchó con mucha tristeza del conjunto al que llegó de la mano de Leo Franco con Rubi de entrenador, a la postre entrenador bético. Tras subir a Primera División en su segunda campaña no pudo mantener al equipo. "Me fui muy triste con el tema del descenso que uno no se lo imaginaba. Habíamos hecho una segunda vuelta genial con la llegada de Francisco (sustituto de Rubi tras el ascenso) y descender e irme de esa manera me dolió mucho aunque me iba con el cariño y el amor de cada oscense".
"Lo recuerdo como si fuera mi llegada a España. Llegar a Huesca con miles de ilusiones, con miles de objetivos en la cabeza, pero a la vez con la incertidumbre de cómo podría salir al estar lejos de mi país con mis hijas y mi mujer. Éramos nuevos y se supo llevar muy bien y nunca nos hubiésemos imaginado que los oscenses nos iban a hacer las cosas tan fáciles y nos iban a acoger tan rápido"
De Huesca a Pamplona
Braulio, director deportivo de Club Atlético Osasuna, decidió pagar (menos de 3 millones) Chimy Ávila para que siguiera en España. En cinco temporadas el rosarino caló por su carácter en El Sadar desde el primer momento, pero su salida acabó siendo convulsa, y en su regreso a Pamplona ya con el Betis esta reciente temporada marcó el 1-2 de la victoria en una celebración contenida fruto de los pitos que tuvo en un sitio que fue su casa: "Me dolió escuchar los pitos, el aullido de muérete, es triste y más teniendo a mis hijos y mi familia en la grada", declaró en DAZN tras el partido.
"Hay cosas que en mi mente y en mi carrera trato de borrarlas rápido como la celebración esa o no celebración, cada uno lo toma de su manera. A mí me dio mucha pena toda la situación que se vivió en ese momento, pero también es mi trabajo y a mí me pagan y mi deber es defender la camiseta del Betis y lo voy a hacer todo el tiempo que sea necesario. Tuve que convertir y se me dio, pero como te digo, hoy Osasuna representa en mi vida una posición muy bonita también porque yo me quedo con lo positivo y lo malo que no me suma no me acuerdo de ello. Me quedo con jugar una Conference, llegar a una final de Copa de Rey y con todos los objetivos que se han conseguido tan bonitos".
"A la gente que me quiere y me ayudó siempre la recuerdo todos los días y a las que no también porque gracias a ellos me hice más fuerte"
El Betis, la Macarena y el Cristo de Los Gitanos marcan la vida de Chimy
"Es muy larga la nota con la Virgen, en algún momento lo contaremos, pero puedo decir que en mi vida y en la de mi familia La Macarena y el Cristo de los Gitanos son muy importantes. Es nuestro santo de cabecera como digo siempre con mi mujer", confiesa un devoto Chimy Ávila, que reconoce sus visitas a la Basílica de la Macarena cada vez que tiene ocasión: "Yo suelo ir siempre, yo tengo mi agua bendita en todos los partidos de esa, así que cuando puedo suelo ir".
Si el fervor religioso ocupa una parte importante en la vida del argentino, el Betis hace el resto: "Uff, el Betis para mí es una palabra muy fuerte, muy fuerte, tanto en mi vida actual como en la de mi familia".
Chimy se deshace en elogios hacia la entidad verdiblanca, a la que considera su casa y por la que se emplea al máximo cada día: "Nos sentimos felices, contentos, arropados. Nos sentimos que la afición nos quiere muchísimo y yo estoy muy agradecido a la afición. Por eso cada balón, cada disputa, cada cosa que hago, lo hago con todo mi empeño y todo mi corazón. Se lo debo mucho a la afición y a cada persona de la directiva y cuerpo técnico que hizo lo posible para que yo esté acá. A mis compañeros que luchan conmigo. Soy una persona muy agradecida y hoy Betis es la primera palabra en mi casa. En mi casa, mis hijas aprendieron el himno, imagínate. La verdad que, como te digo, son palabras mayores hoy".
"El Betis, la Macarena y el Cristo de los Gitanos en casa son palabras mayores"
"Ojalá la Macarena te escuche", responde el 9 de Empalme Graneros cuando es preguntado por intentar conseguir un título europeo con el Betis. "Sería algo muy bonito, muy especial ganar algo en esta ciudad para darse cuenta que la ciudad es toda verde y eso para mí es muy importante y lo anhelo mucho, lo sueño todos los días. Y ojalá algún momento conseguir algo muy bonito con el Betis y que mi nombre sea recordado para siempre en una historia de un club tan grande como el Betis".
"El grupo siempre está mentalizado para todas las competiciones que tenemos. Tanto en Copa del Rey, como en Liga y como en Conference. Con lo que se nos venga el equipo está preparado. Esto es una familia, a veces hay altos y bajos, pero siempre estamos unidos. La directiva, los compañeros, la afición, el cuerpo técnico. Somos todos uno"
Mentalizado con su regreso a El Alcoraz
En dos días el Real Betis se medirá a la SD Huesca en los dieciseisavos de la Copa del Rey, y para Chimy Ávila es un partido crucial: "Acá es un grupo, es una familia el Betis y en esta familia ahora el partido más inminente es el de la Copa del Rey. Sabemos que no es fácil y el Huesca viene de cinco partidos sin perder, vienen muy bien y sabemos que tenemos que hacer nuestro partido, lo vamos a trabajar muchísimo. Es un campo complicado pero el míster tendrá sus fundamentos y sus herramientas para poder darnos a nosotros y nosotros utilizarla de la mejor manera".
Más allá del encuentro copero el rosarino no tiene un plan ni quiere "armar planes porque los planes salen mal y hay que ir pasito a pasito", fiando todo su devenir en la entidad verdiblanca a lo que el paso del tiempo marque: "Como digo yo siempre el tiempo pone las cosas en su lugar y si me tengo que quedar acá toda la vida, bienvenido sea. Contento de quedarme acá con esta familia. Y si en algún momento me toca marchar, también contento por el cariño que he ganado de toda la afición".
¿Hay algún partido, ya por rematar, en el que Chimy Ávila no haya dado el último esfuerzo que tenía?
"Mira, yo siempre digo que cuando yo deje de dar mi último esfuerzo voy a dejar el fútbol antes que el fútbol me deje a mí. El derbi es una espina que tengo yo ahí y, bueno, ojalá que lo podamos conseguir. Nosotros no subestimamos a nadie, ni salimos a chulerear a nadie. Nosotros hacemos nuestros partidos y ponemos nuestras cosas dentro del campo y siempre digo que sea lo que Dios y la Macarena quiera".
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