Dentro de la investigación parapsicológica son muchos los ámbitos que se estudian, quizás los más difíciles de poder estar sujetos a investigación son aquellos que dependen de una temporalidad en un fenómeno que es atemporal.
Es el caso de las apariciones o las casas encantadas en contraposición con la investigación de sujetos que dicen ser capaces de poder mover objetos con la mente o ser capaces de sanar con la fuerza de su mente. Unos son más susceptibles a investigación que otros y, por consiguiente, más fácil de demostrar, o no, su realidad.
Así dentro de lo que son las investigaciones parapsicológicas tenemos diferentes órednes que están sujetas a metodologías en las que se pretende aplicar Ciencia, en unos casos de forma más acerada y en otras equivocadas en función de la complejidad que entraña el poder evaluar este tipo de fenómenos.
Aunque son muchos los escépticos que tildan de fraude muchos de los fenómenos paranormales lo cierto es que no se puede generalizar pues en unos casos nos encontramos con fraudes -cierto es- y en otros con errores perceptivos o realmente sin explicación suponiendo un auténtico desafío.
Así la parapsicología intenta analizar la percepción extrasensorial y las capacidades telepáticas del individuo dentro de los más accesibles a estudio, igualmente temas clínicos como las experiencias cercanas a la muerte (ECM) dentro de sujetos que dicen haberlas tenido o la telequinesis.
En la parapsicología encontramos el elemento psi como base para poder entender algunos de los fenómenos que estudia, en esa psi estarían englobados algunos que ponen de manifiesto el poder mental del individuo como la clarividencia, la psicoquinesis, la precognición, la telepatía o la capacidad mediúmnica de la persona.
Estos elementos debe ser considerados como inexplicables desde un punto de vista científico pues no sabemos la mecánica que los hace posible donde la telepatía manifiesta la comunicación directa entre dos personas a nivel cerebral, la visión remota el poder saber que está sucediendo en otro punto del mundo sin tener un conocimiento previo del mismo y sólo ayudado del poder sensorial.
Fenómenos de psicoquinesis
Otro fenómeno curioso es el de la precognición donde la persona puede vaticinar un suceso que va a tener lugar en un futuro y que este, pasado un tiempo, tenga lugar realmente. O la retrocognición que es saber lo que está relacionado con un suceso pasado sin tener conocimiento del mismo y tan sólo tocando un objeto relacionado con el mismo. Todo lo anterior está relacionado con la llamada percepción extrasensorial.
Dentro de los fenómenos de psicoquinesis encontramos tres diferentes opciones bien definidas. La llamada macropsicoquinesis que se trataría de tener influencia sobre la materia, materia y objetos voluminosos y actuar sobre ellos bien de forma consciente y a voluntad o bien de una forma involuntaria como bien pudiera ser el fenómeno de poltergeist.
El fenómeno poltergeist que se relaciona con la persona, normalmente adolescentes con problemas, y en los que las capacidades del individuo son insospechadas pareciendo un fenómeno espectral pero realmente es mental.
La micropsicoquinesis que está relacionada con el movimiento en objetos de pequeñas dimensiones y, finalmente, la biopsicoquinesis que tiene que ver con organismos biológicos.
La parapsicología es un campo que es tenido, en la mayoría de países, fuera del ámbito académico oficial, aunque hay determinadas universidades con una cátedra expresa dedicada a ello, como en las prestigiosas universidades de Edimburgo (Escocia) o Duke (Estados Unidos). Curiosamente en la Universidad de Utrech (Holanda), en 1953 se inició una interesante apuesta por todo ello, en 1960 en Leningrado (Rusia), en Virginia en 1968 y en España, en 1976, en la Universidad Autónoma de Madrid Ramos Perera se erige como profesor de Parapsicología.
Método científico
Lo cierto es que a muchos grupos de investigación que surgen a diario en muchos puntos del mundo, alentados por programas de radio y televisión así como plataformas de vídeo en la red o publicaciones impresas o digitales, les hace falta más conocimiento y menos afán de protagonismo.
Se adolece de un método científico unificado cuya puesta en escena sea común, se adolece de tener un conocimiento teórico sobre el fenómeno que se va a investigar o estudiar, se adolece del material científico-tecnológico adecuado para realizar correctamente las investigaciones así como un criterio que evalúe los resultados de forma correcta y que no haya tanta disparidad de los mismos una vez se da por concluida la investigación.
Todo ello son argumentos para poner la nota negativa a todo el interés que despiertas los fenómenos paranormales en una sociedad, la actual, del siglo XXI, interesada por los mismos, quizás más interesada en “pasar miedo” que en resolver el misterio que a muchos les lleva a investigar una casa encantada, una aparición, un fenómeno de precognición o telequinesis en un individuo.
Quizás en un futuro todo esto que no son más que trabas se conviertan en puntos salvados para caminar de la mano entre Parapsicología y Ciencia.