Medio ambiente

Llega de nuevo la oruga procesionaria, un peligro para niños y perros

Aparecen entre los meses de febrero y abril y pueden causar graves reacciones alérgicas e irritaciones en la piel

24 feb 2023 / 18:10 h - Actualizado: 24 feb 2023 / 18:32 h.
"Medio ambiente","Calentamiento global","Perros"
  • Oruga procesionaria. / EFE
    Oruga procesionaria. / EFE

Ya no es difícil ver en los parques de Sevilla y otras latitudes andaluzas grandes filas de orugas procesionarias deambulando por los caminos, en un espectáculo aparentemente inofensivo, pero que no lo es en absoluto, en particular para los perros y los niños.

La oruga procesionaria del pino es una plaga que aparece en bosques de estos árboles y que supone un verdadero peligro para los perros y las personas, debido a unos pelos urticantes que liberan al sentirse amenazadas y que pueden causar graves reacciones alérgicas e irritaciones en la piel.

Aparecen normalmente entre los meses de febrero y abril, cuando las larvas ya adultas bajan de los pinos en forma de procesión para enterrarse en el suelo y convertirse en mariposa. Sin embargo, debido al calentamiento global, la aparición de la oruga procesionaria puede ocurrir cada vez con más antelación y empezar desde finales de enero.

Los perros son especialmente vulnerables, las olfatean o chupan por curiosidad y el contacto con la boca puede provocarles inflamación en la lengua, úlceras, ampollas, problemas respiratorios e incluso necrosis.

Para los niños son también son muy peligrosas. Corren el riesgo de sufrir sus picaduras si juegan cerca de los pinos o si tocan las bolsas de seda donde se refugian las larvas. Los síntomas más comunes son erupciones en la piel, hinchazón de los ojos, dificultad para tragar y asma.

Para prevenir el contacto con la oruga procesionaria, se recomienda evitar acercarse a los pinos donde habitan y tocarlas cuando las vean en el suelo, por la curiosidad de verlas en fila todas juntas.