El viaje a Oriente en el que muchos pintores, grabadores y fotógrafos inspiraron sus obras, imponiendo la moda del orientalismo, le sirvió a Agatha Christie como materia para algunos de sus trabajos como, por ejemplo, Asesinato en el Orient Express o Muerte en el Nilo. Allí conocería además a su marido, el arqueólogo Max Mallowan. Una mirada a la obra de Chistie nos hace reflexionar sobre lo efímero del tiempo y la importancia de la elaboración de la ficción