Trasladado y velado en Madrid, el cadáver del torero no llegó a Sevilla hasta el 19 de mayo de aquel infausto 1920. Pero a José aún le quedaba demasiado para descansar en paz...
El festejo era la guinda del proceso de reconciliación con el influyente crítico Gregorio Corrochano, cabeza visible de la feroz campaña de desprestigio contra el diestro de Gelves
El diestro de Gelves fue duramente atacado por el crítico Gregorio Corrochano durante la temporada de 1919. Ése fue el germen remoto de su presencia en el ruedo toledano.