Se trata de la primera industria en importancia para la economía andaluza, que mantiene entre sus desafíos generar alianzas para crecer, atender las demandas de los consumidores y la digitalización.
Arroz, papas o tapas... Comer barato es posible, pero depende del paladar. Los ‘low cost’ reivindican que no todo lo bueno es caro y que se puede comer barato y bien.
El famoso distintivo es de obligada referencia para el turista, pero Sevilla tiene otro color y otro perfil que explica el que estos frutos dorados no se multipliquen a los pies de la Giralda.