Un irreverente y delicioso divertimento de Perís Mencheta

La C.N.T.C, junto a ‘Barco Pirata’ nos ofrece una nueva visión del mito de Romeo y Julieta con esta obra de Lope de Vega, inspirada en una leyenda.

Un irreverente y delicioso divertimento de Perís Mencheta / Dolores Guerrero

Dolores Guerrero

La leyenda de dos jóvenes de familias veronesas enfrentadas, que se casan en secreto por temor al rechazo familiar no sólo fue llevada al teatro por Shakespeare. También Lope de Vega se hizo eco de esta fascinante historia y le dio forma de comedia. Este montaje recoge la versión del dramaturgo español con deliciosa frescura e irreverencia.

La compañía ‘Barco Pirata’, liderada por Sergio Perís Mencheta, a lo largo de su trayectoria se ha caracterizado por hacer un teatro comprometido y crítico de marcado acento contemporáneo. De esas tres premisas esta obra solo cumple con la última, aunque eso sí, con una libertad creativa que raya la trasgresión. Y es que, aunque respetan el verso clásico, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta con lo produce la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la dramaturgia se decanta por la fórmula del musical, intercalando con los versos de Lope de Vega toda una gama de canciones italianas cuyo éxito les hicieron valedoras de estar presente en todas la fiestas y celebraciones familiares. Eso es exactamente lo que es este montaje: una fiesta, un divertimento sin más pretensiones que entretener de lo lindo a los espectadores, lo que desde luego no es poco, teniendo en cuenta la que está cayendo.

Como era de esperar, la producción no escatima en recursos, tanto técnicos como humanos. Nada más y nada menos que trece intérpretes en escena que lo mismo cantan que bailan, e incluso algunos tocan un instrumento, elaborando una banda sonora en directo que nos levanta el ánimo desde la primera escena. Es toda una gozada, en estos tiempos aciagos para el teatro, ver a tanta gente en escena. Entre todos componen un sinfín de imágenes hermosas que remiten, en ocasiones, al universo cinematógrafico. Aunque sobre todo componen una fastuosa propuesta teatral contemporánea gracias, en gran parte, a la escenografía de Curt Allen Wilmer, que con tan solo dos grandes muros movibles es capaz de evocar toda una gama de espacios y tiempos diferentes. Claro que para ello la obra cuenta también con la fantástica iluminación de Valentín Álvarez y el imaginativo y colorido vestuario de Elda Noriega. El ritmo es vivo y ascendente, y aunque en algunas escenas los intérpretes no acaban de decir bien el verso, colman el relato de comicidad y frescura y se lucen cantando y bailando.

Obra: Castelvines y Monteses

Lugar: Teatro Central, 20 de marzo

Compañía: Barco Pirata/Compañía Nacional Teatro Clásico

Dirección y adaptación: Sergio Perís Mencheta

Versión: Sergio Peris-Mencheta y José Carlos Menéndez (la versión incluye textos de Francisco de Quevedo, William Shakespeare y Francisco de Rojas Zorrilla)

Dirección musical y arreglos musicales: Joan Miquel Pérez

Dirección vocal y arreglos vocales: Ferran González

Coreografía: Xenia Reguant

Composición musical original: Ferran González, Joan Miquel Pérez, Xenia Reguant.

Elenco, orquesta, coro y cuerpo de baile: Aitor Beltrán, Paula Iwasaki, Xoel Fernández, Óscar Martínez-Gil, Andreas Muñoz, Xabi Murua, Natxo Nuñez, Maria Pascual, Gonzalo Ramos, Ignacio Rengel, Jùlia Roch, Cintia Rosado, Almudena Salort

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Calificación: ****

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