Bonal y Rico, dos violas en palacio

La música sigue abriéndonos las puertas del patrimonio histórico artístico más oculto de la ciudad, un suplemento ideal a una interpretación exquisita

Foto de Luis Ollero.

Foto de Luis Ollero. / Juan José Roldán

Juan José Roldán

El pasado mes de junio la Asociación de Amigos de la Barroca de Sevilla acercó su público al Palacio de la Motilla en calle Cuna, un edificio decimonónico levantado en perfecto estilo renacentista que la ciudadanía tiene pocas ocasiones de contemplar desde dentro. Enmarcado en el Otoño Barroco, la asociación nos ha facilitado de nuevo el acceso a uno de esos espacios emblemáticos que abundan en una ciudad que tanto amamos y a menudo nos duele, y cuyo patrimonio es interminable y permanece oculto a nuestros ojos en un elevadísimo porcentaje. Le tocó el turno al Palacio de los Condes de Santa Coloma, también conocido como Palacio Bucarelli, parte del cual está destinado a alojamiento turístico de lujo. El tercero de los conciertos del Otoño Barroco de la presente temporada tuvo lugar en las dependencias que pertenecen a la familia desde el siglo XVII, Bucarelli en origen, de los Condes de Santa Coloma desde el siglo XIX por matrimonio. Para ilustrarnos sobre estas y otras particularidades, especialmente de índole arquitectónica y artística, se contó con las valiosas aportaciones del catedrático Teodoro Falcón, que dio paso así al evocador programa musical que nos convocó la pasada noche en el patio de tan suntuosa casa.

Este viaje al pasado lo protagonizó fundamentalmente el jovencísimo violagambista Miguel Bonal, más que una promesa toda una realidad demostrada con su sorprendente seguridad no solo en lo estrictamente musical sino también en sus precisas locuciones que tan bien y de forma tan sencilla ilustraron las piezas interpretadas, un completo y extenuante viaje por el instrumento más seductor del inagotable Barroco, con escalas en sus orígenes renacentistas y sus últimos coletazos ya en pleno Clasicismo. En una primera parte en solitario, Bonal interpretó dos piezas de la colección First Part of Ayres, también conocida como Musical Humors, del compositor y militar escocés Tobias Hume, una de las cuales, Harke Harke, constituye la primera documentación de interpretación col legno de un instrumento de cuerda, particular que Bonal se encargó de resaltar, a la vez que exhibió una intensa expresividad en la compleja articulación de ésta y la Pavana del Capitán Hume que le siguió. Una preciosa Sonata a solo en Re mayor de Telemann sirvió para demostrar sus aptitudes en el fraseo y la claridad de su exposición, potenciando además una exquisita expresividad y una elegancia serena y muy meditada, resolviendo además los pasajes en vivace con profusas y elocuentes agilidades. Afincado en Londres, el alemán Karl Friedrich Abel frecuentó también el instrumento aun en época en la que ya estaba bastante en desuso. El resultado fue una serie de piezas de muy compleja y fascinante literatura que el intérprete zaragozano defendió sin perder el control ni la afinación, a pesar de lo mucho que ésta sufre en instrumentos históricos cuando se someten a la humedad de la intemperie nocturna.

La veteranía de Ventura Rico se hizo notar en una segunda parte en la que el muy apreciado músico sevillano se instaló en el registro grave y excedió de su rol de acompañamiento en continuo, como se limitó a constatar en las recercadas del Tratado de glosas de Diego Ortiz, para añadir más personalidad y un esmerado trabajo del contrapunto en el resto del programa. El estilo cortesano de las piezas que Ortiz concibió para el violón o la vihuela de arco se dejó notar con estilo y elegancia en la agilidad y la madurez de Bonal. No podía faltar en esta exhibición Marin Marais, de quien ambos intérpretes abordaron unas variaciones sobre las Folías de España perfectamente compenetradas y generosas en ideas y ornamentaciones; así hasta llegar a una selección de la Suite para viola da gamba y continuo en Re mayor del Tercer Libro de Piezas de Viola del compositor francés, que resolvieron con idéntico magisterio que el resto del programa, con especial énfasis en una paladeada y contemplativa Plainte, un intrincado Rondeau y una ágil y luminosa La Brillante, que coronaron así una experiencia sensacional.

MIGUEL BONAL y VENTURA RICO ****

Otoño Barroco 2022. Miguel Bonal y Ventura Rico, violas da gamba. Teodoro Falcón, disertación histórico-artística. Programa: Selección de The First Part of Ayres, de Hume; Sonata en Re mayor TWV 40:01, de Telemann; Selección de Música para viola da gamba del Manuscrito Drexel 5871, de Abel; Rres recercadas del Tratado de glosas, de Ortiz; Folies d’Espagne y Selección del Troisième livre de pièces de viole, de Marais. Patio del Palacio de los Condes de Santa Coloma, lunes 24 de octubre de 2022

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