Paqui Bernal: «El trato con los lectores, aunque sea virtual, es lo que más satisface»

La mirada de Paqui Bernal es culta, leída, cosmopolita y formada. Desde ella, en su segunda novela escribe sobre una mirada vaciada – que no vacía –, que retrata con rabiosa actualidad y contemporaneidad unos modos de una juventud que bien pareciera involucionar frente al avance que se le debiera presuponer. Acompañada de una diputada que dejó los escaños y los hemiciclos por la literatura, presentó su nuevo libro este martes en La Estación de las Letras de La Rinconada.

Paqui Bernal nació en San José de la Rinconada. Su padre, malagueño, y su madre, de ascendencia portuguesa, se establecieron en el Barrio de La Rinconada para formar su familia, y de donde salieron cuando la escritora contaba solo con 13 años. Ese periplo vital, que hoy la mantiene en Barcelona, forma parte de su ser, pero también de su narrativa y de su escritura.

Tiene la autora una mirada abierta, vestida con las distintas culturas en las que ha vivido y convivido. Su visión, junto a su formación como filóloga, y su trayectoria como profesora, le han conferido las tablas para lanzarse a la escritura. Su deseo de dedicarse a este noble arte la llevó a realizar un máster de Creación Literaria, para además de tener capacidad contar con conocimientos y herramientas. Y el trabajo final, un relato de 50 páginas, acabó tirando de un hilo, formando unas vidas y construyendo una realidad que le pidieron ser novela, y que acabó publicando con el título de ‘La mirada vaciada’.

Paqui Bernal se marchó de La Rinconada niña y ha vuelto escritora

Con ella, Paqui Bernal se marchó niña y ha vuelto escritora a su pueblo y para hablar de literatura. Su prima Alicia Bernal creó el ambiente de este acto cantando ‘Piensa en mí’, la canción de Luz Casal que forma parte de la banda sonora de ‘Tacones Lejanos’ del director manchego Pedro Almodóvar. Este bolero de amor, desamor y soledad actuó como preámbulo premonitorio de la exposición posterior, ya que su temática sintoniza con la del libro.

Se trata, según introdujo Mar Moreno – quien fuera diputada autonómica y presidenta del Parlamento Andaluz y que ahora desarrolla su faceta de lectora y escritora – de una novela coral, donde en ausencia de narrador hay tres voces, los tres protagonistas, que la relatan, dando una visión amplia desde distintos puntos de vista.

Es esta una novela con múltiples géneros, pero que no pertenece a ninguno por los que transita. Es a veces una historia de suspense, pasa por ser una novela romántica, así como un relato erótico, aunque no se pueda encasillar en ninguna de estas tipologías. Y es también una novela de formación, pues sus páginas suponen la evolución de un personaje que es distinto cuando acaba la obra de aquel que era cuando comenzó.

Toxicidad, relaciones de poder y sometimiento en la pareja

Y aunque parezca que el erotismo – muy elegante y muy medido – que la recorre pueda eclipsar su historia humana, no deja de ser la narración de una relación de dos jóvenes de veintipocos años, Pablo – barcelonés – y Sam – angloíndia –. Una pareja mixta que en esa diferencia establecen una relación tóxica, de poder y dominio, de control y sometimiento de una parte sobre la otra, con la incursión de Emma, la madre de uno de ellos – sin especificar de quién, para no destripar el desarrollo de la obra – y su diatriba de si intervenir o no. Una diatriba que la autora también se plantea como persona y como parte de la sociedad.

Aunque Bernal no ha vivido en primera persona este tipo de violencia psicológica y la toxicidad de la que habla en su libro, sí lo ha visto en primera persona en su alumnado, al tiempo que se ha documentado profundamente – incluso acudiendo a fuentes jurídicas y penales – para escribir sobre ello. De ahí la actualidad de este libro, pues refleja una deriva en la que, especialmente los jóvenes, se ha entrado.

Junto a la documentación y el trabajo, la novela denota la personalidad cosmopolita, la formación y el gusto por la literatura de su autora. En este sentido, aseguró que “sin leer no puedes escribir, la mejor escuela es la lectura”.

Enriquecida por la interacción con el público

El título es en sí una de las claves principales de la novela, por lo que a pesar de las preguntas del público la autora no quiso desvelar más al respecto. Recogió de los asistentes al acto palabras de felicitación y críticas positivas a una obra que resulta fresca, contemporánea, que permite ahondar en las relaciones, en la interculturalidad, en las radicalidades ideológicas o en la exploración de fronteras en el sexo de pareja. Todos esos planos acaban siendo distintas percepciones e intepretaciones de los lectores, que enriquecen la obra y la hacen múltiple y distinta. Una novela distinta por cada lector.

De ahí que la reflexión y la satisfacción que Paqui Bernal aseguró haber obtenido con este trabajo es la interacción con el público. “El trato con los lectores, aunque sea virtual, es lo que más satisface” aseguró.

Y de lo que recibe, da, porque también aprovecha su don literario para mirar por el beneficio de su público y de la sociedad. Sus cartas al director en El Periódico suponen – según Mar Moreno – una “sección de opinión propia” en dicho medio. Con una trayectoria y asiduidad de una década, conforman una miscelánea de temas y cuestiones de actualidad, que denotan su preocupación más allá de sí misma por la propia colectividad. Esa a la que escribe esta novela, que tan gustosamente se lee y tanto da que pensar sobre las actitudes contemporáneas y la necesidad de una mirada, ni vacía ni vaciada, que no sea un paso atrás.