Disco nostalgia con Nile Rodgers & Chic

El incombustible productor y guitarrista, miembro fundador del mítico grupo de música disco Chic, deleitó al público sevillano con una noche de baile desenfrenado

Disco nostalgia con Nile Rodgers & Chic / Juan José Roldán

Juan José Roldán

No resultaba difícil imaginar a una gran parte del público que ayer abarrotaba la acotada Plaza de España del Icónica Fest, con casi cincuenta años menos frecuentando las salas, discotecas o boites que había en Sevilla a finales de los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado. Petrarca en Los Remedios, Don Felipe frente al Parque María Luisa, El Coto en el Hotel Los Lebreros o El Embrujo en el Aljarafe, por citar algunos de estos templos antes de que fueran sustituidos por otros como Groucho en el Arenal o La Recua en las inmediaciones de Tablada, donde también sonaban muchas de las canciones que la varita mágica y el trabajo incansable de Nile Rodgers convirtieron en éxito en las voces más aclamadas del momento. Todas y cada una de las reseñadas en el artículo que le dedicamos en la edición de ayer sonaron en este icónico concierto al que también se sumaron nuevas generaciones por haberse criado con sus padres escuchando estas canciones imperecederas o por no encontrar referentes en ese reguetón que no acaba de extinguirse. Todavía hoy el público que se adentra en el 87 de la Alameda, sea cual sea su edad, conoce bien las canciones que allí se pinchan. Hubo una época en la que bailar era desahogarse, soltar adrenalina y dejarse de tanto paso aprendido y mecánico, y Nile Rodgers y su grupo Chic en continua mutación vinieron para recordárnoslo.

El concierto siguió los mismos derroteros que su artífice viene experimentando desde hace años, un recorrido exhaustivo de canciones que hicieron época en manos de aquel Chic original del que sólo queda Rodgers, y aquellas otras que a lo largo de estos últimos cincuenta años han ido llenando pistas de baile y listas de éxitos en las voces más relevantes de cada momento. Un medley de grandes éxitos de la banda, Le freak, Everybody Dance, Dance Dance Dance y I Want Your Love en versiones reducidas, antes de abordar ese escalofriante recorrido por los grandes de la música a los que Rodgers ha prestado su talento y creatividad, como Diana Ross (I’m Coming Out, Upside Down), Madonna (ella era la jefa cuando grabaron su álbum estrella, Like a Virgin, pero él lo es ahora al frente de su renovada banda y no podía faltar el tema que él consideraba debía titular el disco y salir primero como single, Material Girl), David Bowie con la voz del teclista Russell Graham en Modern Love y la del batería Ralph Rollé, auténtico entertainer de lujo, en Let’s Dance, por supuesto Sister Sledge, proyección natural del propio Chic en esos últimos setenta, con He’s the Greatest Dancer y cómo no We Are Family convulsionándonos, y Thinking of You sirviendo, como viene haciendo Nile Rodgers desde hace mucho, para recordar emocionadamente a Bernard Edwards, el otro alma del grupo original y coescritor junto a Rodgers de todos sus éxitos, que falleció en 1996 justo el día después de dar un concierto en Japón.

Casi dos horas de baile desenfrenado

Spacer de la francesa Sheila & B. Devotion, y por supuesto Daft Punk y ese Get Lucky que nos descubrió a un Nile Rodgers completamente renovado hace una década, así como Beyoncé y el Cuff It con el que el productor ha logrado su sexto Grammy, coronaron un concierto en el que la pericia de la banda fusionó sus originales Soup for One con el Lady de Modjo al que inspiró, así como el imprescindible Good Times con ese pionero del hip hop que fue Rapper’s Delight de Sugarhill Gang. Y en todo momento disfrutamos de una banda en plena forma, excelentes en sus cometidos, a pesar de que el emplazamiento y quizás un defectuoso diseño de sonido hizo que éste no fuera todo lo nítido que merecía, sonando saturado, con exceso de graves y algo distorsionado, nada de lo cual fue obstáculo para hacernos mover el esqueleto de principio a fin y entusiasmar a un público entregado y entusiasmado.

Es casi un milagro que Rodgers a sus setenta años siga exhibiendo tanta energía y pasión, que sus riffs de guitarra sigan siendo tan icónicos e inconfundibles, sobre todo después de que hace una década se le diagnosticara un cáncer por el que los médicos no daban ninguna esperanza, y que a él le sirvió para reconvertirse, escribir más que nunca, colaborar con más artistas que nunca y dar más conciertos que nunca. El resultado, una curación del cien por cien y seguir en la cresta de la ola, ahora con esta nueva formación que le acompaña desde hace algunos años, en la que brillan Bill Hollomann a la trompeta y Dan Moretti al saxofón, la mayoría de las veces ejerciendo como fondo y continuo, sin desaprovechar sus momentos de lucimiento, como el segundo en Lost in Music de las Sledge. Mención especial para los teclados, resueltos por Graham y el veterano Richard Hilton, así como la batería de esa suerte de maestro de ceremonias que es Ralph Rolle (Tony Thompson, otro de los miembros fundadores, falleció hace veinte años), y el bajo de Jerry Barnes, tan depurado y contundente como lo fue Edwards en su momento. And last but not least, dos voces de lujo, el soul profundo y apasionado de Kimberly Davis y la calidez academicista de Audrey Martells, añadiendo además con su presencia y vestimenta afro esa dosis de glamour y sensualidad que siempre ha ido asociada a Chic y todo lo que Nile Rodgers ha ido iluminando con su brillo y talento. Una versión extendida de Le freak sirvió como propina para poner fin a una fiesta que hoy obligará a sus invitados a poner la lavadora.

NILE RODGERS & CHIC *****

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Icónica Fest 2023. Nile Rodgers & Chic: Russell Graham y Richard Hilton, teclados; Bill Hollomann, trompeta; Dan Moretti, saxo; Ralph Rolle, batería; Jerry Barnes, bajo; Nile Rodgers, guitarra; Kimberly Davis y Audrey Martells, voces. Plaza de España, miércoles 12 de julio de 2023

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