Cultura

Miguel Marín o el éxito de formar en el flamenco al público americano "sin caer en el tópico"

El Flamenco Festival de Nueva York arranca esta noche su edición 23 con un homenaje a Paco de Lucía

Miguel Marín, director del Flamenco Festival / Flamenco Festival

Patricia Godino

La historia de este cordobés nacido en Carcabuey encaja como un guante en un programa de Andaluces por el mundo. Pero en realidad la historia de Miguel Marín supera la anécdota y se ha hecho, por méritos propios, un hueco importante en la crónica reciente de la formación flamenca del público anglosajón y del espacio que ha ido adquiriendo la creación flamenca actual en la programación de los mejores teatros en Nueva York y Londres.

Hablamos del Flamenco Festival, un proyecto nacido hace 23 años sin apenas recursos pero con mucho entusiasmo que ya se ha convertido en una cita imprescindible para la gira internacional de los artistas que hoy mandan en el panorama actual del jondo, de María José Llergo a Israel Fernández, de Paula Comitre a Diego del Morao.

Esta noche Tomatito, uno de los máximos exponentes de la guitarra, abrirá esta edición del festival desde el emblemático e histórico Town Hall de Nueva York, el mismo escenario en el que el maestro Sabicas, el impulsor de la internacionalización del flamenco, presentó en 1959 el primer recital de guitarra flamenca de la historia. 

Homenaje a Paco de Lucía y a Vicente Espinel

Con la actuación de Tomatito dará comienzo una nueva edición de este festival que en el décimo aniversario de su muerte rinde homenaje a Paco de Lucía, y que conmemora también el IV centenario del fallecimiento de Vicente Espinel, sacerdote, escritor y músico español del Siglo de Oro al que se le atribuye haber añadido la quinta cuerda a la guitarra española tal y como hoy la conocemos. Espinel creó la guitarra y Paco la paseó por todo el mundo.

Paco fue “un balón de oxígeno para el Festival” en sus comienzos, reconoce Marín. “En 2004, sin apenas trayectoria apoyó este proyecto y lo llevamos de gira por Estados Unidos y Japón”. Paco se vinculó de esa forma al proyecto de Marín y Marín pudo presumir de tener bajo su marca al genio admirado por todos. “Por eso de una forma u otra, todos los artistas que participan en esta edición le dedican una pieza a Paco”, explica.

María José Llergo / El Correo

Desde la actuación de Tomatito, la programación del Flamenco Festival se extenderá hasta el 17 de marzo con más de 150 artistas: primero, en Nueva York y más adelante, con un total de 44 funciones, en teatros repartidos por Miami, Boston, Los Ángeles, Chicago y Washington. Si se suman todas las butacas, hablamos del reto de llenar los teatros hasta vender 23 mil entradas. 

¿Se puede? Claro. Miguel Marín no es sólo un embajador al otro lado del charco para muchos artistas que hoy ya tienen en sus vitrinas premios y reconocimientos y una carrera más que consolidada, sino un nombre reconocido en la escena cultural de Nueva York, ciudad donde ha vivido de manera permanente durante más de 13 años. Y por tanto un programador “sensible” y “conocedor” de cómo es el público de cada uno de los teatros donde programa, dónde encontrar ese público en una ciudad con una programación mastodóntica y, cómo se alimenta, edición tras edición, la afición pero sobre todo “cómo programar algo diferente de lo que se espera”, explica el gestor cultural a El Correo de Andalucía.

“Al principio, lo que gustaba mucho era esa parte étnica que tiene el flamenco, pero programar siguiendo un patrón es muy fácil, lo dificil es arriesgar, no quedarse en el tipismo. El público pide lo que conoce, mi trabajo es descubrir al público lo que no conocían, sorprenderle…”, explica al otro lado del teléfono. 

Con 23 años de bagaje, Marín observa una evolución del público en paralelo a los nuevos lenguajes del jondo: “más diverso, con más criterio, más atento a los matices”. Al director del Flamenco Festival le gusta pensar que esa evolución es compartida entre espectador y artista: “El público se renueva porque el artista se renueva”. 

"El público se renueva, porque el artista se renueva"

Miguel Marín

— Director y fundador de Flamenco Festival

Y ahora esa renovación lleva a buscar proyectos muy trabajados desde la base, en el intercambio de experiencias entre los artistas, como los que promueve el Flamenco Festival en colaboración con el Ayuntamiento de Torrox (Málaga).

De Riqueni a María José Llergo

Así, grandes figuras del toque actual, desde el estilo más clásico (Tomatito, Rafael Riqueni o Alejandro Hurtado) al más experimental o innovador (Raúl Cantizano o Rycardo Moreno), pasando por destacados nombres femeninos (Antonia Jiménez o Marta Robles, de Las Migas) y las nuevas generaciones (David de Arahal, Diego del Morao, José del Tomate o Antonio Rey, discípulo del propio Paco de Lucía) llegarán a Nueva York para coger el coger el testigo del maestro y honrar su legado reinterpretando algunas de sus míticas piezas, como Río de la Miel, Callejón del muro, Antonia, Reflejo de Luna, El Vito, Río Ancho, Canción de Amor, Solo Quiero Caminar, Gitanos Andaluces o Entre dos Aguas. Todos ellos pondrán de manifiesto el rumbo que ha tomado su escuela. Y no solo al toque. 

La danza también celebrará la figura de Paco de Lucía y a la guitarra española, comenzando por el Ballet Nacional de España, que cerrará sus actuaciones con un número final dedicado a la memoria del guitarrista. También dedicarán una mirada a su el bailaor y coreógrafo Manuel Liñán, al frente de esta edición de la Gala Flamenca, concepto de espectáculo creado por Flamenco Festival para ofrecer en una misma propuesta diferentes perspectivas, generaciones y disciplinas artísticas. Y cierra el círculo la bailaora Olga Pericet, que, en su espectáculo, en el que estará muy presente el recuerdo al maestro Paco de Lucía, homenajea a la célebre guitarra del luthier Antonio de Torres, primer prototipo de la guitarra como actualmente se conoce en el mundo flamenco, realizando un recorrido por el proceso de construcción del instrumento.

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Sin el apoyo de la Junta de Andalucía

En su comunicación oficial, el Flamenco Festival subraya con orgullo las más de 1.350 representaciones que acumula en su historial, las 169 compañías con las que ha trabajado y los grandes nombres que han acompañado este camino: Paco de Lucía, Morente, Sara Baras, María Pagés, Estrella Morente, Carmen Linares, Eva Yerbabuena, Vicente Amigo... Enumera apoyos y alianzas vitales, como la Fundación SGAE, el Instituto Cervantes o Acción Cultural Española y un puñado de instituciones norteamericanas. Pero ni rastro de la Junta de Andalucía, la institución encomendada de velar por la difusión del flamenco en todo el mundo, arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2006. "Prefiero no hablar de eso", responde escueto Marín. Escueto y prudente.

Hace años que el patrocinio de la Consejería de Cultura se cayó del proyecto. Y hasta ahí, asumido caminar sin respaldo de la administración autonómica. Pero aunque el director no lo hable en público, en el sector de la promoción cultural y el flamenco el comentario extendido estos días es la manera en que la Consejería ha creado, en tiempo exprés, el Paco de Lucía Legacy Festival, un festival que prácticamente se ha solapado en el tiempo en la misma ciudad y dirigido al mismo público y con un cartel formado por un ramillete de artistas de primer nivel (José Mercé, Diego El Cigala o Farrruquito) programados a golpe de chequera. Nadie cuestiona el homenaje a Paco, más bien la forma de la que ya es una de las últimas decisiones de calado de Salomón Castiel, recién dimitido de su puesto como secretario general de Cultura con una cuestionada hoja de servicios.

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