Toros en la Maestranza

La ambición de Daniel Luque espolea a un Juan Ortega inspirado en la lucha por el trono de la Maestranza

Juan Ortega realiza su mejor faena en Sevilla al sexto toro de la tarde toreando al ralentí 

Daniel Luque demostró que sigue atravesando un gran nivel y le sirvieron sus dos toros

El diestro Juan Ortega da un pase al segundo de su lote

El diestro Juan Ortega da un pase al segundo de su lote / José Manuel Vidal

Antonio Muñoz

Antonio Muñoz

La lucha por el trono de la Maestranza continúa abierta. El buen momento que atraviesa Daniel Luque inspiró a Juan Ortega en el sexto toro de la tarde para firmar su mejor faena en Sevilla. El de Gerena sigue demostrando que quiere el trono del toreo en Sevilla. Su segunda tarde en la Maestranza ha confirmado el buen momento que atraviesa después de abrir hace unos días la Puerta del Príncipe. El público no lo sacó a saludar. Un detalle que se echó de menos en la Maestranza.

Séptimo festejo de la Feria de Abril 2024

Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Séptimo festejo de la Feria de Abril y noveno de la temporada. Lleno de No hay billetes. Toros de Domingo Hernández, Garcigrande (3º) y Hnos. García Jiménez (4º bis), 

MORANTE DE LA PUEBLA, silencio tras aviso y silencio tras aviso. 

DANIEL LUQUE, ovación y oreja tras aviso. 

JUAN ORTEGA, silencio y dos orejas. 

Incidencias: Los banderilleros Joao Ferreira y Alberto Zayas se desmonteraron tras parear al primero.

Un inspirado Juan Ortega

Los mejores momentos de este lunes se los llevaría Ortega con el sexto toro de la tarde. Una faena llena de detalles, de clasicismo y mucha torería en la plaza. El sevillano comenzó con la muleta espoleado después de la gran tarde que había realizado su compañero Daniel Luque. 

Sobresalieron dos trincherillas por bajo que fueron auténticos carteles de toros. Todavía sigue la plaza cantando esos muletazos. ¡Qué despacio torea Juan! El toro Florentino comenzó a embestir al ralentí en las manos del torero. Juan lo apuraba para quitarle aún más atemperamiento. Con la derecha le cogió más el aire que por la izquierda. La calidad y la lentitud de la embestida del animal hizo que Juan toreara a placer. Con la derecha crujió la plaza. Los muletazos eran profundos y siempre detrás de la cadera. El final fue precioso. Cambios de mano con la rodilla genuflexa que hicieron enloquecer al personal. Firmó su mejor faena en Sevilla. Una gran estocada le sirvió para cortar dos orejas.

Antes, en el tercer toro de la tarde Juan Ortega no tuvo suerte. Saltarios, de 575 kg, tenía poco cuello para humillar en sus embestidas. Así fue. El toro no acompañó al torero sevillano. Juan Ortega lo intentó por ambos pitones sin éxito ninguno. Las embestidas desiguales del animal no lograron llegar al público. El torero, inteligente y con sentido de la medida, se fue a por la espada.

Daniel Luque quiere el trono del toreo

Luque realizó una tarde de toros para afirmar y contrastar que quiere ser el líder del escalafón, y que nadie se lo va a impedir, ni sus oponentes ni “los vetos”. Y lo ha conseguido con creces. Las dos faenas a sus oponentes han sido una clara comprobación. A un nivel muy por encima se ha acoplado a la perfección y ha hecho embestir a los toros. Si no, pues termina embistiendo él.

La faena al quinto toro ha sido un espejismo. Nadie de los presentes creía en la durabilidad del toro, excepto un protagonista: Daniel Luque. El animal, mansurrón y rajado, se vino al tercio del tendido 9. Allí, Luque le cogió el aire desde el primer momento. Lo fue engañando poco a poco y consintiéndolo. Hasta que el animal se lo creyó también y empezó a embestir a la franela. Lo hacía con nobleza y emoción, pero salía suelto buscando las tablas. Un defecto que Luque lo tapó con creces.

El diestro Daniel Luque da un pase al segundo de su lote

El diestro Daniel Luque da un pase al segundo de su lote / José Manuel Vidal

Le formó un auténtico alboroto, al natural, con la diestra y toreando en redondo. Los remates de los molinetes con el pase de pecho, aprovechando la salida del animal a las tablas, eran ovacionadas por el respetable. Acabó con la joya de la corona de su repertorio, unas luquecinas en las tablas que terminaron de poner a todo el mundo de acuerdo. La plaza en pie comenzó a aplaudir, seguían sin dar crédito como el torero de Gerena se había inventado esa faena. Cerró con una gran estocada y le otorgaron una oreja de peso.

Luque salió a por todas desde su inicio. Lo recibió con verónicas. Las muñecas acompasaban las embestidas de Fantasmón. Llegó hasta la boca de riego toreando y con una facilidad pasmosa. 

El quite de Juan Ortega fue una delicatessen. Unas tafalleras con personalidad y con el toque distintivo del sevillano: lentitud y estética. Un Luque arrebatado le replicó por chicuelinas. Bonita competencia que tuvieron en quites. El toro acusó estos lances en la muleta. El de Gerena se puso con la mano diestra y se acopló desde su inicio, sin dar lugar a probaturas. El pitón izquierdo le costaba más y embestía andando, lo que hizo bajar el tono de la intensidad. El diestro volvió a intentarlo con la mano diestra sacándole todo lo que tenía dentro al animal de Domingo Hernández. La excesiva confianza con la espada hizo que lo matara recibiendo. Pinchó con los aceros y recibió una ovación por su labor.

Morante de la Puebla, de gris plomo y oro

Abría la tarde Morante de la Puebla con el toro Brazalete de Domingo Hernández, un animal de la misma ganadería con la que triunfó el pasado año. La tarde del 26 de abril de 2023 firmó una de las páginas doradas de la tauromaquia con el toro Ligerito. Aquella histórica faena le sirvió para cortar un rabo y coronarse con el trono de la Maestranza en 2023.

El primer toro de Domingo Hernández empujó mucho en el caballo, algo que acusó a lo largo de su lidia. Curro Javier le ayudó en todo momento con su prodigioso toreo con el capote. Capotazos largos y con las manos bajas ayudando al consuelo. Ni por esas el animal rompió. Se desmonteraron Joao Ferreira y Alberto Zayas. El diestro de la Puebla, de gris plomo y oro, nos dejó auténticos carteles de toros en su comienzo de faena. Pases por bajo y varios trincherazos levantaron los primeros olés de la tarde. La cosa se quedó ahí. El toro se paró muy pronto y no cogió vuelo la faena.

El diestro Morante de la Puebla da un pase al segundo de su lote

El diestro Morante de la Puebla da un pase al segundo de su lote / José Manuel Vidal

En cuarto lugar, el torero de la Puebla lidió el sobrero. El toro Acedado fue devuelto a los corrales tras partirse el pitón en el choque con el picador.

Salió su suplente, Estéreo, un animal muy justo de presentación, de la ganadería de Hnos. García Jiménez. Hubo protestas del tendido recriminando la condición del animal. El toro cumplió los cuatro años hace unas semanas. No tenía transmisión ni emoción para llegar arriba. La movilidad del toro y las embestidas anodinas convencieron al torero. Morante de la Puebla abrevió rápidamente para firmar otra tarde en blanco.

Habrá que esperar a Morante en su última bala. El viernes, con la ganadería de Alcurrucén.

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