Toros en Sevilla

El Cid rememora su época dorada con un Emilio de Justo inspirado en la Maestranza

El toro Dorado, lidiado en primer lugar, se le premió con la vuelta al ruedo

Emilio de Justo cortó dos orejas en un lote con opciones de triunfo

Antonio Muñoz

Los toros de La Quinta salieron de chiqueros entre aplausos. Todos ellos, cárdenos oscuros, de excelente presentación y unas magníficas hechuras para embestir. Así ocurrió.

Aún seguía entrando gente al tendido y se escucharon unas leves palmas cuando salía el primero de la tarde. Una bella lámina que relucía desde el sol, de nombre Dorado. Este animal pondría su nombre en las páginas doradas de la Feria de Sevilla 2024.

Ficha del festejo

Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Décima corrida de la Feria de Abril 2024. Lleno. Toros de La Quinta, el primero fue premiado con la vuelta al ruedo. 

  • MANUEL JESÚS ‘EL CID’, oreja con petición de la segunda y ovación tras aviso. 
  • DANIEL LUQUE, ovación y ovación.  
  • EMILIO DE JUSTO, oreja y oreja tras aviso.  

Incidencias: Los banderilleros Iván García y Jesús Arruga se desmonteraron tras parear al segundo. Hicieron lo propio en el cuarto Lipi y Juan A. Maguilla; y Abraham Neiro en el sexto.

El Cid firmó los mejores momentos con Dorado

El Cid lo lanceó con mucha soltura hasta los medios y remató con una media “abelmontada”. Dorado seguía galopando con clase, humillación y fijeza. Tanto que acudió al picador desde los medios, galopando y humillando al caballo. Manuel Ruiz Román sí pudo lucirse en las dos ocasiones y no pasaría apuros como la tarde pasada. Se fue ovacionado.

El toro mantenía su clase en cada embestida y Lipi lo cuidó en cada capotazo para que llegara con energías al tercio de muleta. El Cid quería empezar por todo lo alto, al mismo nivel del toro. Brindó a los medios, recibiendo una atronadora ovación del público. Comenzó su labor por la mano derecha. ¡Qué manera de embestir del animal!

El diestro Manuel Jesús 'El Cid' durante su primer toro. / Joaquín Corchero - E.P.

En la primera tanda, el animal de la familia Martínez Conradi, hacía el avión y desarrolló muchísima clase. El Cid bordó el toreo al natural llevando al animal hasta el final. Demostró que sigue siendo su mano buena. Seguía rugiendo la Maestranza. Al final llegaría la cota más alta. El de Salteras comenzó a torear de forma vertical con la mano diestra, la postura relajada, a placer, con profundidad. Hubo un circular lentísimo que todavía sigue retumbando en los tendidos. 

Remató con una última tanda por la mano diestra poniendo a todos los presentes de acuerdo: El Cid rememoró su época dorada en la Maestranza. Una pena la espada, cayó un poco tendida y el presidente no otorgó las dos orejas, pero si le daría la vuelta al ruedo a Dorado. Se ganó el derecho a ser uno de los nombres propios de la Feria y de los toros con mayor emoción.

En el cuarto de la tarde, El Cid recibió por verónicas a Jilguero, el cuarto de la tarde. Embistió muy bien al capote del Cid. El tendido ovacionó la humillación y la calidad que mostró de salida con el capote. Más tarde, Lipi pasaría apuros para poner el primer par de banderillas. Se desquitó con su segundo par. Le andó muy firme, dando pasos cortos, para colocar los palos en la misma cara del toro. Se desmonteró.

El Cid comenzó su faena de muleta muy confiado y muy seguro. Recordó a su mejor versión cuando conquistó muchas tardes el coso del Baratillo. El animal tenía buen comienzo con humillación y embistiendo al ralentí, con el defecto que se paraba en mitad del recorrido. El diestro lo toreaba muy tapado para tapar las carencias del animal. Sobresalieron muletazos con la diestra que el animal acompañó hasta el final y los pases de pecho que fueron largos y profundos. El animal se fue apagando y no había ligazón. La cosa no fue a más pero dejó muy buena sensación en los aficionados el torero de Salteras. Saludó una gran ovación.

La actitud de Emilio de Justo

Salía el tercero de la tarde, de nombre Palomito, de 550 kilos. El toro fue de menos a más. Con mucha movilidad embistió al capote de Emilio de Justo.El extremeño se dirigió a los medios para brindar al público de Sevilla.

El inicio fue crucial. Unos doblones por bajo para enseñar el camino al animal. Una vez, en los medios, De Justo se colocó con la mano derecha para iniciar su tanda. Palomito se arrancó con alegría y mucha emoción a la franela. Otro buen toro de La Quinta. 

El diestro Emilio de Justo durante su primer toro. / Joaquín Corchero - E.P.

De Justo continuó con la mano diestra toreando en línea recta sin apretarle. Probó por ambos pitones pero los mejores momentos llegarían con la mano diestra. Emilio, de forma inteligente, apretó al animal para acabar la faena. Fue la mejor tanda de la faena rematada con un molinete y un pase de pecho antes de ir a por la espada. Finalizó con cuatro trincherazos hasta el tercio antes de enterrar la espada en Palomito. Una oreja para empezar su tarde.

Recibió al sexto toro con una larga cambiada desde el tercio. El toro salió con las manos por delante y no pudo torear a la verónica. Optó, de forma correcta, por lidiar al toro por abajo hasta el centro de la plaza. Destacaron los pares de Abraham Neiro

De Justo brindó al Cid para iniciar la faena al último toro. Escogido humilló y embistió por abajo con gran casta y complicaciones. Había que llevarlo muy tapado, sabía dónde estaba el torero en cada momento. Fue una faena de mucho coraje. El extremeño supo colocarse en el sitio y la distancia que requería el animal. Le sacó muletazos de mucho mérito con la diestra. Al natural también lo probó, cruzándose al pitón contrario, y consiguió sacar pases de bella factura. Mató de una gran estocada y consiguió cortar otra oreja.

Daniel Luque no tuvo suerte con su lote

Daniel Luque volvió a demostrar que sigue atravesando un gran nivel. Con el segundo toro de la tarde se le vió suelto y fresco de ideas. El animal no fue como el primero. Llegó a moverse pero no llegó a emplearse. En banderillas, destacaron Iván García y Jesús Arruga que colocaron muy bien los palos. 

Tenía movilidad pero le faltaba humillar en los engaños. Luque, sabedor de los defectos del animal, le puso todo lo que le faltaba al toro. Aprovechó la inercia del animal para componer la postura. Lo acompañó con un toreo muy despacio y siempre a media altura. Con la derecha sobresalió una tanda con la mano diestra toreando vertical y con una gran estética. Estuvo muy por encima del toro sacándole todo lo que tenía dentro. Saludó una cariñosa ovación desde el tercio.

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El diestro Daniel Luque da un pase a su primer toro. / Julio Muñoz - EFE

En el quinto toro, le ocurrió algo similar. Un toro con falta de entrega que fue de más a menos. Tenía clase cuando embestía a la muleta de Luque pero salía con la cara por las nubes al final del muletazo. El de Gerena lo consiguió engañar a base de mucho temple, toques leves con la muñeca y llevándolo a media altura. Ni por esas, el animal quiso tirar palante. No tuvo suerte hoy Daniel Luque con los animales. Una corrida que empezó con buenos toros y se vino apagando en la segunda mitad del festejo.

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