Entrevista | Javier Esteban Director del Icónica Fest

"Me habría encantado tener a Michael Jackson y Rocío Jurado en un mismo cartel"

El director del Icónica, Javier Esteban, charla sobre este "sueño que se empeñó en cumplir" a unas horas de que Aitana inaugure la cuarta edición del festival que acoge la Plaza de España de Sevilla

Javier Esteban, director del Icónica Santalucía Sevilla Fest

Javier Esteban, director del Icónica Santalucía Sevilla Fest / ICÓNICA FEST

Carlos Doncel

Carlos Doncel

A unas cuantas horas del primer concierto de Icónica, el teléfono de Javier Esteban (1981) no para de sonar. El festival de música de la Plaza de España celebra este año la cuarta edición, y su director acumula ya muchos días repletos de trabajo, reuniones y llamadas antes de que Aitana inaugure este viernes el ciclo de 29 conciertos programados. "Esto es una locura, pero es lo que nos toca ahora para luego poder disfrutar", comenta Esteban.

Y en la sede de Green Cow, la promotora que dirige, saca un rato para charlar sobre "un sueño" que se empeñó en cumplir hace ahora cuatro años. Un proyecto que empezó "abocado a pérdidas", pero que en este 2024 puede llegar a convertirse en "el festival de ciclo que más entradas vende en España". Aunque no se conforma solo con batir récords de público, el fin último con que ideó y nació Icónica tiene más que ver con su ciudad: "Desde el principio tuvimos la intención de que el sevillano sintiera este festival como propio".

PREGUNTA. Es el cuarto año de Icónica, pero ¿qué camino ha cruzado hasta llegar a crear este festival?

RESPUESTA. Pues sí, la cuarta edición de un sueño. Lo veo todavía así porque he trabajado mucho. Venía de currar en la tele, de no encontrar mi sitio, tengo una mente inquieta de crear proyectos y en allí era uno más de una empresa. Luego me pasé a la música por pasión.

Cuando empiezo a hacer cosas como promotor por Madrid, Málaga, Barcelona o Valencia, siempre me decían: “Sevilla es un sitio donde no venden entradas, donde no funciona la música”. Tenía ahí mi espinita que me decía: “¿Qué pasa si lo intentamos?”. Los sevillanos somos muy de lo nuestro y yo tenía la ilusión de poder hacer algo por la ciudad.

P. ¿Y qué ideas le rondaban cuando lo fundó?

R. Se me mezclan dos: por un lado, la presentación de Curro durante la Expo en la Plaza de España, que fue un espectáculo increíble. Vi aquel videomapping con ocho años, y aún lo tengo muy fresco porque lo sentí como un primer paso hacia el futuro. Por el otro, como estaba la moda de los festivales boutique y en Sevilla no había, decidí proponerlo.

Durante la pandemia, cuando nadie se arriesgaba a hacer nada, di un paso al frente y le propuse al Ayuntamiento este proyecto para reactivar la cultura. Seguramente en un momento diferente, en el que todo hubiese ido bien, habría costado más trabajo, pero ahí vieron a un loco con dos millones de euros.

P. ¿Dos millones de euros?

R. Ese fue el inicio de Icónica: un presupuesto de dos millones y una cabeza muy loca, porque de ninguna de las maneras, ni vendiéndolo todo hubiéramos pagado la inversión, era un proyecto abocado a pérdidas. Pero teníamos la mentalidad de seguir muchos años.

P. ¿Y hubo dudas en ese momento? Según me cuenta, aquello era caminar cerca del precipicio.

R. Muchas dudas, mucho miedo, pero soy muy cabezón. Creo que ese es el éxito de las cosas que voy consiguiendo: cuando creo en algo, voy hasta el final.

Aquellas dudas iniciales las generaba ese recelo que muestra Sevilla a cualquier novedad; es una ciudad algo conservadora, que no piensa en el futuro. En esa línea, sentí cómo había gente que, sin ninguna intención, te ayudaba y te daba un impulso, y también otra que te echaba el pulso.

"Aquellas dudas iniciales las generaba ese recelo que muestra Sevilla a cualquier novedad"

Pudimos poner el primer concierto encima del escenario, y a partir de ahí sentí que la idea que tenía se había conseguido. Al día siguiente nos despertamos con muchas portadas de periódicos que afirmaban que aquello valía la pena. Alguna de ellas, incluso, nos comparaban con la Expo, que era mi sueño. Ha sido un camino muy duro, pero con una recompensa muy bonita.

P. ¿Y cuál es su relación de vida con la música?

R. A mí en el bautizo me regalaron una guitarra flamenca, y me cuenta mi padre que siempre iba a todos lados con ella. Más tarde, en la comunión, me dieron un teclado, aunque a día de hoy solo sé tocar la guitarra por sevillanas y rumbas y muy malamente [ríe].

Aprecio mucho la música, me encanta tener una fiesta musical en casa, aunque a mí no me han dado el don de poder tocar algo. Es algo a lo que le tengo mucho respeto.

P. Pero sí es melómano, ¿no?

R. Yo escucho música las 24 horas del día. Además, desde que monté Icónica ha cambiado mi forma de ver la música: antes tenía mis estilos muy definidos, ahora me dejo sorprender.

Cuando empiezo con el festival, como tengo que asistir todos los días, pensé que tenía que tragarme algunas cosas que me gustaran menos. Pero a día de hoy tengo una mayor apertura de mente gracias a los carteles tan eclécticos que programamos.

P. ¿Y por qué esa apuesta por el eclecticismo desde el origen de Icónica?

R. Lo tenía clarísimo desde el principio, y así se lo planteamos a Antonio Muñoz el primer día que nos reunimos cuando todavía no era alcalde. Tanto él como compañeros de otros festivales me decían que quizá tendría que acotar, pero si quería que el sevillano fuera el primer vendedor de Icónica, tenía que abarcar un espectro muy grande.

Me hace muy feliz cuando me dicen algunos amigos que han ido a un concierto con su madre, luego a otro con su pareja y luego con los niños. Esa era la idea que defendimos desde el primer momento, y creo que así conseguimos esa intención de que el vecino de Sevilla lo sintiera como propio.

P. ¿Y qué tiene Icónica que no tenga otro festival?

R. Por supuesto que la Plaza de España y el parque de María Luisa suman mucho. Aunque no creas que cambia tanto lo que puede vender un artista en Sevilla comparado con Valencia, que es una ciudad muy pareja a nivel comercial. No hay grandes diferencias por el hecho de tener el monumento.

Creo que la clave está en vender la esencia de Sevilla. Apostamos por hacer un festival con mucha marca de la ciudad para que la gente a la hora de buscar un concierto decida venir aquí. Porque además de la música, al día siguiente puede disfrutar de la Giralda, de una cola de toro o de unas copas en el paseo Colón.

Icónica Fest Sevilla

Imagen de la Plaza de España durante un concierto del festival / ICÓNICA FEST

P. Como curiosidad, ¿a qué artista le habría gustado ver en Icónica y no ha podido?

R. Dentro de ese eclecticismo que nos caracteriza, me hubiera encantado tener a Michael Jackson y Rocío Jurado en un mismo cartel. Como este año hemos logrado reunir a Prodigy y Siempre así, me habría gustado mucho ver a esos dos grandes artistas sobre el escenario.

P. Esta es ya la cuarta edición de un festival que cada año se supera en número de ventas y cartel. ¿Qué piensa cuando echa la vista atrás?

R. De aquel proyecto inicial escrito en 16 folios hemos cumplido un 85 o un 90%, y eso es una satisfacción muy grande. Aunque también da un poco de miedo porque yo no llevo como empresario muchos años.

Tenía la ilusión de que Icónica fuera el referente en Andalucía, y hoy podemos decir que lo somos a nivel nacional. Creo que este año vamos a ser el festival de ciclo que más entradas vende en España, y eso se ha conseguido en cuatro años nada más.

Lo siguiente que me gustaría es que se consolidara como una cita europea, y que cuando sacáramos la programación la gente estuviera atenta para comprar el vuelo. Y sobre todo me encantaría que cuando ya nadie se acordase de Javi Esteban ni Green Cow, siga estando Icónica como una marca en el calendario de la ciudad, como un festival que todo el mundo lo tenga como suyo.

P. Entonces habrá merecido la pena todo el trabajo.

R. Habría merecido la pena si lo logramos, sí.