TOROS

Llanto por Pepe Luis Vázquez, el toreo sencillo

La familia y amigos despedirá este sábado al diestro en el Tanatorio de la SE-30

La misa de difuntos será en septiembre en el barrio de San Bernardo

El diestro Pepe Luis Vázquez, en Illescas el 11 de marzo de 2017. / Ismael Herrero (EFE)

Antonio Muñoz

Sencillez, naturalidad, torería o arte son los términos más utilizados por las personas que conocen bien a Pepe Luis Vázquez. El torero nos ha dejado de imprevisto, como un natural que se sacaba de la chistera con la gracia que le caracterizaba. Pepe Luis Vazquez Silva (9 junio 1957) sabía muy bien de eso. Desde pequeño lo había empapado en una familia donde la tauromaquia era su forma de vida.

Torero se nace y no se hace. El hijo del Sócrates de San Bernardo nació siendo torero. Desde muy joven ya cautivó a todos los aficionados en sus comienzos como novillero. Su debut tendría lugar en Lloret de Mar. La valentía y la vocación por llegar a ser torero hicieron que no se lo contara a su familia aquella tarde.

En Alburquerque ( Badajoz) debutaría con picadores con Mary Fortes. Allá donde iba plasmaba en el ruedo su arte y lo más importante, las formas de una dinastía taurina. Esas formas tan naturales, tan clásicas de los años 70 y muy típicas de la familia Vázquez. Llegaron a cautivar a toda la afición sevillana.

La alternativa en la Maestranza

El día de su alternativa fue muy emotivo. Compartió cartel con su tío Manolo Vázquez que reaparecía ese temporada y como testigo a Curro Romero. Un cartel de mucho arte. Pudo saludar una ovación y dejó destellos. Un mes más tarde confirmaría la alternativa en Las Ventas junto a su tío Manolo como padrino y a Curro Vázquez. Fue el comienzo de su carrera como matador de toros.

Tomó la alternativa en la Maestranza con su tío Manolo Vázquez que reaparecía ese temporada y como testigo a Curro Romero. Un cartel de mucho arte.

Como todos los artistas, Pepe Luis no se fijaba en orejas ni en triunfos numéricos. El sevillano trataba de buscar su sencillez y su naturalidad delante de una bestia de 500 kilos. Y en esa búsqueda había tardes que lo conseguía y otras que no. Permítanme que un servidor recuerde unas declaraciones recientes en OneToro TV: "Es más fácil mentir con la palabra que con la muleta. Para estar regular, prefería no estar". A Pepe Luis no le importaba recibir una bronca aunque fuera fiel a sus principios.

Con el paso de los años, el número de festejos fue diluyéndose pero no faltaba a su cita anual a la Maestranza dondé logró tardes de mucha emoción, triunfos y cornada grave como la sufrida en 1989. El 8 de septiembre de 2012, coincidiendo con la Feria de Utrera, se despidió del toreo. 

Pepe Luis Vázquez a hombros junto a Morante de la Puebla / EFE

Su antológica faena en Granada

En el 2017 regresó a los ruedos en una temporada muy emotiva para él. Compartió cartel en varias ocasiones con Morante de la Puebla. De artista a artista pudieron aprender uno del otro tanto en tentaderos como en festejos. Desde la primera tarde en Illescas del 2017 hasta la apoteósica faena en el Corpus de Granada.

Pepe Luis volvió a ser el torero sevillano que despuntó. Formó un auténtico alboroto, por naturales, por trincherillas o por cualquier palo. Aquel día lo bordó, tanto que sus propios compañeros le gritaban desde el callejón. 

Pepe Luis siempre se ganó el cariño y el respeto de sus compañeros y ganaderos. Era un torero que los ganaderos llamaban con frecuencia para que acudiera a sus tentaderos. Su humildad y su bondad hacía que ayudara a los jóvenes que se encontraban en la tapia. Allí estaba él aconsejándoles desde el burladero. Con Pepe Luis toreaban todos los chavales y ninguno se volvía a casa sin torear. Eso es digno de admirar.

Con Pepe Luis toreaban todos los chavales y ninguno se volvía a casa sin torear. Eso es digno de admirar.

Justo el próximo mes de septiembre, Manolo Vázquez tomará la alternativa en Cortegana, otro integrante de esta saga de toreros. El futuro matador encarna, al menos por ahora, el último eslabón de esta dinastía taurina profundamente enraizada en el barrio de San Bernardo de Sevilla.

Por desgracia, su tío no podrá ver este momento tan importante en la vida de un torero, pero seguro que siempre llevará en su recuerdo la tarde que se presentó con picadores, un 6 de octubre de 2018, en una corrida mixta en Osuna, acompañado de Javier Conde y su tío Pepe Luis, que precisamente esa tarde resultó herido.

Escultura del torero Pepe Luis Vázquez frente a la plaza de la Maestranza de Sevilla / José Manuel Vidal

Su última comparecencia pública tuvo lugar hace pocos meses durante la tarde del 15 de abril de 2024. Juan Ortega brindó su faena antológica en la Maestranza a Pepe Luis que se encontraba en los tendidos: "Va por usted, por todo lo que su padre y su familia le han dado a Sevilla. Muchas gracias por tanto arte y mucha sensibilidad".

Y con ese brindis, de artista a artista, fue la última ovación que se llevó de Sevilla, su plaza. Se ha ido Pepe Luis con su naturalidad y con su alegría. La dureza de la peor de sus cornadas, ese ictus que sufrió en el verano del 2019, ha hecho que se vaya en soledad, en la finca familiar de Carmona.

De igual manera, siempre ha estado presente en la actividad taurina, sobre todo apoyando a su familia, toda una saga de toreros. Sus restos serán velados desde este sábado en el Tanatorio de la SE-30. El funeral será el domingo a las 11 de la mañana en el mismo tanatorio. Según ha informado la familia, la autopsia ha revelado que falleció a causa de un infarto cerebral. En el barrio de San Bernardo, habrá una misa de difuntos en el mes de septiembre para despedir al diestro.

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Se va feliz después de torear hace unos meses y recordar con la mano izquierda sus momentos más memorables de su carrera. Se va uno de los príncipes del toreo. El torero que seguía toreando con las muñecas fiel al estilo de los años 80. Su leyenda será imborrable y en el recuerdo quedarán sus últimas faenas que cautivaron a todos los aficionados.

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