Más de mil puntadas para 1.200 piezas de vestuario: las manos que cosen el Circo del Sol

Resumir la magia del Circo del Sol a un único elemento sería un enorme error. Su éxito no es solo fruto de los imposibles saltos de los trapecistas, las actuaciones de los payasos o las voces de las cantantes, tampoco del impactante montaje de luces o la fantástica puesta en escena.

La respuesta es la unión de todas ellas y las 120 personas que trabajan a diario para que todo salga bien. Y eso no es todo: los trucos de magia se empiezan a crear entre bambalinas, al ritmo de las máquinas de coser y con hilos y agujas entre los dedos de las artistas que nunca llegan a subirse al escenario.

Estos días, con la llegada de Alegría-Bajo una nueva luz a Sevilla hasta el 17 de noviembre, el equipo de sastrería y peluquería vuelve a la carga con un trabajo que gira en torno a 1.200 piezas que se mantienen todos los días y 5.000 piezas archivadas que sirven de repuesto.

Lentejuelas, volantes, lazos, rizos, mechas, tintes, coloretes, plumas e hilos son solo algunos de los materiales que convierten la zona de vestuario en un laboratorio artístico donde todo es posible.

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Estar detrás del vestuario de 54 artistas de 25 nacionalidades diferentes no es una tarea sencilla. Por ello, las encargadas de los fabulosos trajes que se suben a un escenario, vuelan por la gran carpa y se someten a los trucos más rocambolescos, son las manos del equipo de vestuario.

En él está Estíbaliz Corral, técnica de vestuario que trabaja con el Circo del Sol desde hace casi 20 años. Ha estado en 11 shows del circo más famoso del mundo y volver a Sevilla siempre le hace feliz, pues fue la segunda ciudad que pisó cuando se embarcó en su primera gira con el circo canadiense en el año 2005.

Trajes a medida y confecciones a mano

En el área de vestuario los diseños se inspiran en lo irreal y las formas exageradas y extravagantes, los colores llamativos y los destellos de luz son los protagonistas de una vestimenta única y asombrosa.

Los trajes se fabrican a medida para cada persona. "Cuando un artista se suma al circo se va unos días a Montreal, donde está la sede, allí le cogen todas las medidas, desde la cabeza hasta los pies", explica Corral a El Correo de Andalucía.

Durante su estancia, el equipo de sastrería canadiense lleva a cabo el traje, siempre de licra si se trata de un acróbata. Por lo tanto, durante el tour se retocan, se arreglan y se mantienen, un trabajo calculado al milímetro.

Los trajes se hacen a medida en Montreal, la sede del circo

"Tenemos máquinas de coser, pero también hay muchas técnicas artesanales", destaca la técnica de vestuario, refiriéndose al laborioso trabajo detrás de la confección de los zapatos o los trajes.

Son muchos los trucos - que parecen magia - en el vestuario. El calzado de los payasos, a simple vista largos zapatos puntiagudos y aparentemente incómodos, son siempre deportivas forradas de piel y tela elástica que disimulan su diseño. "Es muy importante la comodidad de los artistas, que tengan flexibilidad y no resbalen", resalta Corral.

Muchos de los trajes están envueltos en cristales de swarovski, colocados uno a uno. "Son swarovski de verdad, es lo que hace que en escena brillen tanto", añade, para referirse a la importancia de seguir las pautas del diseño y no colocar una pieza donde no toca.

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Acróbatas y maquilladores

Los artistas tienen una cláusula en su contrato que no pueden incumplir: aprender a maquillarse solos. Durante su primera estancia en Montreal reciben clases tutoriales del step by step (paso a paso) del procedimiento para conseguir convertir su rostro en el del personaje. Las semanas que el espectáculo está de gira los artistas no cuentan con maquilladores que se encarguen de transformar su rostro.

Los artistas firman una cláusula en su contrato sobre aprender a maquillarse solos durante la gira

"Todos se maquillan, tienen que hacer alrededor de 21 pasos y pueden llegar a tardar entre una hora y una hora y media", subraya Corral, aunque confiesa que en caso de detectar algún maquillaje poco logrado siempre ayudan a los artistas que lo necesiten.

La singularidad de las pelucas

Es un elemento clave en el vestuario de cada personaje, muchas veces es incluso el más notorio y llamativo. Las pelucas, elaboradas por las manos de Corral, quien se encarga especialmente del mantenimiento de las mismas, están hechas a partir de materiales reciclados, plástico o elementos naturales como las plumas de avestruz o de pavo real.

Corral destaca aspectos curiosos como los gorros elásticos que hay en su interior para que se sujeten bien o el pelo de algunas pelucas, hecho a partir de barbas de Santa Claus, ahora pintadas y transformadas.

"Hay pelucas que llevan una máscara de látex adherida, para transformar el rostro del artista", añade la técnica mientras señala máscaras con grandes narices y rasgos marcados.

Las lentejuelas del pelo se colocan una a una en cada peluca. Primero se selecciona la lentejuela que se quiere utilizar, que permanece en una bolsa con un código específico que envían directamente desde la sede canadiense, con ayuda de las pinzas se quema la zona adhesiva de la lentejuela y se procede a insertar la pieza en la peluca. Un trabajo minucioso, lento, lleno de detalles y sorprendente.

Hay pelucas que llevan una máscara de látex adherida, para transformar el rostro del artista

Estíbaliz Corral

— Técnica de vestuario del Circo del Sol

El control es también una de las claves del buen hacer del departamento de sastrería y vestuario, por lo que todos los trajes, zapatos y pelucas tienen su propia identificación con el nombre del artista y un número para el inventario.

No obstante, a pesar de la minuciosa preparación, el directo siempre tiene espacio para la improvisación, los fallos o los descosidos, por ello, aunque no pisen el escenario, estas artistas también llevan a cabo su propia función arreglando imperfectos mientras los artistas se funden entre aplausos.