Capitana Yuja Wang

Yuja Wang (Pekín, 1987) regresa este viernes al Teatro de la Maestranza, un día después de su esperado debut en el Teatro Real y tras cancelarse, por los temporales, su cita en el Palau valenciano.

La pianista china afincada en Estados Unidos, reclamada por los principales auditorios y orquestas internacionales por su genuina combinación de carisma y virtuosismo, une fuerzas en esta ocasión con los músicos de la Mahler Chamber Orchestra para inaugurar el ciclo Gran Selección del escenario sevillano. La gira internacional que la reúne con el conjunto fundado por Claudio Abbado en 1997 nos permitirá verla dirigir desde el piano y buscar conexiones directas con músicos de 27 nacionalidades, más allá de su rol como solista.

Desde que Yuja Wang relevó en 2007 a Martha Argerich con la Orquesta Sinfónica de Boston, cuando todavía estaba estudiando con su mentor Gary Graffman en Filadelfia, nunca ha dejado de subir el listón musical y de sorprender. Imagen de marcas como Rolex y Onitsuka Tiger, su figura menuda se eleva sobre tacones y plataformas asociada ya a una estética glamourosa y pop con la que ha logrado también atraer a jóvenes y profanos a la música clásica.

Su figura menuda se eleva sobre tacones y plataformas asociada ya a una estética glamourosa y pop con la que ha logrado también atraer a jóvenes y profanos a la música clásica

Niña prodigio en China, hija única de una madre bailarina clásica y un padre percusionista, abandonó su país natal por Canadá a los 14 años para estudiar en el Conservatorio del Mount Royal College de Calgary, y luego dio el salto a Filadelfia para formarse en el Curtis Institute of Music. Allí se graduó en 2008, un año antes de presentar su primer disco con el sello Deutsche Grammophon. Desde entonces vive en Estados Unidos, juega en la primera división del piano internacional y lidera el relevo generacional junto a otros nombres propios como el ruso Daniil Trifonov o la jovencísima pupila de Gregory Sokolov, Alexandra Dvogan. 

Apasionada de la música rusa, y aún reciente el maratón Rachmaninoff que ofreció en el Carnegie Hall como homenaje al compositor en su 150 aniversario, Yuja Wang demostrará en Sevilla su aprecio por el cosmopolitismo de Igor Stravinski: su Concierto en mi bemol mayor Dumbarton Oaks abre el programa. Es una pieza neoclásica de 1938 en la que el ruso se inspira en Bach y sus Conciertos de Brandenburgo. 

También será muy interesante su aproximación al universo del soviético Alexander Tsfasman, apodado el George Gershwin ruso, de quien se ofrecerá su célebre Jazz Suite, obra con un protagonismo central del piano en la que conviven los estilos del jazz y del realismo socialista.

Completan el programa dos hitos del compositor francés Maurice Ravel: el Concierto para piano en sol mayor, estrenado en París en 1932, y Le tombeau de Couperin, cuya estructura se inspira en las danzas barrocas.

La brillante ejecución y asombrosa entrega de Yuja Wang y la Mahler Chamber Orchestra, con José Maria Blumenschein como concertino, permitirán extraer numerosos detalles y texturas de estas cuatro obras. Por supuesto, habrá que reservar adjetivos y aplausos para los bises, donde Yuja Wang suele volcar sus gustos más personales y su admirable ausencia de prejuicios.

El de Sevilla será el último concierto español de su gira internacional (que continúa el domingo en Lisboa) y todavía quedan entradas a la venta.