Guerreras y cazadoras: un libro infantil para desmontar los clichés sobre las mujeres en la Prehistoria

Twiggi tallaba piedras hace 1,8 millones de años en Tanzania. Naya cazaba vicuñas en Perú 9.000 años atrás. El descubrimiento de su sepultura rodeada de armas revolucionó la idea que se tenía hasta entonces sobre la caza y las mujeres. En Ucrania fue hallada una sepultura con tres guerreras de hace 2.400 años. Una de ellas llevaba casco, escudo y lanza. Son solo tres historias reales de las 80 incluidas en un sorprendente libro infantil que se propone visibilizar el papel de las mujeres en la historia.

La prehistoria que nos han contado retrataba un mundo de aguerridos cazadores y heroicos guerreros que se enfrentaban a los peligros del planeta, mientras las mujeres amamantaban a sus hijos en la cueva. La arqueología es una disciplina forjada en el siglo XIX por hombres que perpetuaron un cliché patriarcal y tradicionalista. Los hallazgos arqueológicos de las últimas décadas empiezan a remover aquella visión estereotipada. Una de las redes más activas en la reinterpretación de la prehistoria bajo una perspectiva de género es Past Women, que integra a mujeres a arqueólogas.

Marga Sánchez Romero, profesora de la Universidad de Granada, es una de sus más destacadas investigadoras. En octubre de 2022 publicó un innovador libro, que dinamitó los cimientos de la arqueología convencional. En Prehistoria de mujeres, la experta propuso una nueva mirada sobre el rol femenino en las comunidades humanas de hace miles de años. Aportó registros arqueológicos que constataban que las mujeres desempeñaban funciones adjudicadas secularmente al hombre: féminas con escudos y lanzas; cazadoras de animales; jefas de tribus; huellas dactilares que certificaban su participación en las pinturas rupestres.

El libro provocó un impacto notable en la arqueología tradicional. Y ahora, dos años después, se interna en la literatura infantil con una obra divulgativa que pretende despertar la mirada de los niños y las niñas hacia el papel de las féminas en la prehistoria. En Cuentos de mujeres que forjaron el mundo, Marga Sánchez Romero rescata 80 historias reales de hallazgos arqueológicos que verifican la existencia de recolectoras, guerreras, curanderas o cazadoras en una edad primitiva que hasta ahora se creía monopolizada por los hombres.

“Quizá te hayan explicado que hace mucho mucho tiempo, en la prehistoria, todo estaba dominado por hombres que cazaban y peleaban”, señala el libro en la contraportada. “Pero, quizá, eso no fuera así…”, sugiere. Y esa es la incógnita que la publicación, ilustrada con bellos dibujos de Claudia Capdevila, se propone despejar.

Este nuevo libro es consecuencia del éxito del anterior. “La editorial me propuso escribir un texto para el público infantil”, afirma Marga Sánchez Romero en conversación telefónica. “Yo no estaba segura. Tuvimos una reunión y hablamos del concepto de la obra. Escribí un par de textos y les pareció bien”, relata. El libro está estructurado en 80 cuentos cortos de una página acompañados cada uno de ellos por una ilustración policromada. El lenguaje es sencillo dirigido a niños y niñas. La obra se centra fundamentalmente en mujeres de la prehistoria, pero también recupera a ancianos, jóvenes, discapacitados y todos aquellos seres humanos que la historia oficial ha orillado durante décadas.

“Todos ellos forman parte de la prehistoria y lo que intento es desmontar los estereotipos”, argumenta la arqueóloga granadina. “Todos los cuentos parten de un dato arqueológico real. Tienen una investigación detrás. Y luego construyo una pequeña ficción basada en hechos reales”, señala Sánchez Romero.

El libro pretende reeducar a los niños en una nueva mirada sobre la prehistoria y romper los clichés tradicionales que relegan a las mujeres a una posición puramente decorativa. Los museos españoles sobre la evolución humana están dominados todavía por moldes patriarcales, donde las féminas apenas aparecen. El que más mujeres representa es el del Almería, con un 33% de presencia femenina. En otros, como el de Oviedo, apenas llega al 12%. Y en la sala de Prehistoria del Museo Arqueológico Nacional hay un 25% de hembras.

Esa es la mirada que quiere corregir Marga Sánchez Romero en su propuesta divulgativa para niños y niñas. “Queremos llegar al público infantil. Es un libro que se puede leer en familia, con el papá o la mamá en el sofá o en la cama”. La arqueóloga ya ha recibido muchos mensajes a través de las redes sociales de progenitores que la felicitan o de otros que planean hacer un regalo de Reyes. Algunos colegios ya han contactado con la editorial para contar con un ejemplar en sus clases de historia.

Todos los cuentos parten de un dato arqueológico real. Tienen una investigación detrás. Y luego construyo una pequeña ficción basada en hechos reales

“De prehistoria se enseña muy poquito en primaria, aunque es el periodo más largo de la historia”, puntualiza la profesora de la Universidad de Granada. Romero está convencida de que el texto puede convertirse en una herramienta “muy útil” para los colegios. “Son cuentos cortitos que funcionan a muchos niveles. También la gente adulta puede leerlos”, señala.

Los niños y las niñas están sometidos a “muchos clichés” sobre la prehistoria, aduce la autora. Los dibujos animados suelen ser el vehículo más habitual de información infantil sobre ese periodo de la humanidad. “Se trata de relatos ficcionados llenos de estereotipos. Yo intento romper todos esos clichés, porque hay otra forma de contar la prehistoria”, subraya.

Para remarcar las ideas preconcebidas que solemos tener acerca de la prehistoria, Marga Sánchez Romero remite a una anécdota que las ilustra perfectamente. Cuando algún profesor sostiene en clase que la cueva de Altamira la pintó una mujer siempre hay algún alumno que levanta la mano. ¿Por qué sabe usted que la cueva de Altamira la pintó una mujer?, suelen preguntar invariablemente. ¿Y por qué sabes tú que la pintó un hombre?, responden con una lógica aplastante.

La realidad empírica es que no hay datos fehacientes para certificar la autoría ni de un hombre ni de una mujer, pero en todas las representaciones del primitivo acontecimiento aparece invariablemente un varón. “Nosotras intentamos desmontar esa visión patriarcal”, asevera. Y, en efecto, ya hay registros que identifican huellas dactilares femeninas en pinturas rupestres.

Además de su labor divulgativa, Marga Sánchez Romero mantiene su trabajo de investigación sobre el terreno. En una necrópolis megalítica de Granada, realiza estudios de una proteína de los dientes que tiene capacidad de sexar a los individuos. “Hemos estudiado nueve sepulturas de mil años y hemos descubierto que hay el doble de mujeres enterradas que de hombres. Nuestra hipótesis es que se trata de poblaciones matrilocales para evitar la endogamia. Los hombres han emigrado con ese objetivo”, explica.

El trabajo de Sánchez Romero y el grupo de arqueólogas Past Women está empezando a cambiar los cimientos de la prehistoria. Y muchos de sus colegas arqueólogos aprecian ya esta nueva mirada bajo la perspectiva de género. “Hoy tengo que decir que nos acogen muy bien y respetan nuestro trabajo. Hace años hubiera dicho otra cosa”, reconoce la autora del libro.