"Espero que estemos en la senda para dejar de ser noticia por ser "La primera mujer que..."

La austríaca Constanze Geiger (1835-1890) ha sido la primera compositora cuya obra se ha incluido en el tradicional Concierto de Año Nuevo de Viena que cada 1 de enero, más allá de desperezar resacas frente al sofá, supone una auténtica celebración de la música clásica en directo para melómanos de todo el mundo.

Que el maestro Riccardo Muti haya decidido, por primera vez en los 85 años de historia de este concierto y tras más de mil piezas interpretadas, incluir la obra de una mujer en el programa que año tras año interpreta la Filarmónica de Viena sirve para reflexionar, una vez más, sobre las barreras que le quedan todavía por derribar a las mujeres para alcanzar la igualdad plena en todos los campos y cómo se ha orillado, cuando no sepultado, el talento femenino a lo largo de los siglos.

Sobre machismo, sobre cómo condiciona el origen la experiencia musical y sobre oportunidades reflexiona Irene Delgado (Algeciras, 1990), la directora de orquesta que este viernes 3 y sábado 4 tomará por primera vez la batuta ante la Real Orquesta de Sevilla en el tradicional Concierto de Año Nuevo, en el Teatro de la Maestranza.

Nacida en una familia de clase media, su infancia está ligada a La Piñera, el barrio de sus abuelos en Algeciras, una zona marcada por el abandono de las administraciones, a la que vuelve siempre que puede con su proyecto, Thalassa Orchestra, dedicado a la divulgación musical. En la actualidad reside en Viena, la cuna de Haydn, Mozart o Beethoven, una tierra que le ha abierto puertas a esta joven de entusiasmo contagioso. En un receso de los ensayos con la Sinfónica, atiende por teléfono a El Correo de Andalucía .

PREGUNTA. ¿Se prepara de una forma diferente un concierto como éste al que tiene un recital en otro espacio y otra fecha?

RESPUESTA. Cada concierto tiene su peculiaridad y este es especial sobre todo por el tipo de música. La música vienesa nunca se toca tal como está escrita y afrontar eso es lo más complicado, sacarla de su contexto. Pero, sobre todo, es un concierto tan feliz, tan festivo, con tanto humor, con tanta sorpresa que, en ese sentido, una lo prepara con mucha felicidad.

P. ¿Cómo ha sido la selección de piezas?, ¿la ha trabajado con muchos meses de antelación?

R. Me gusta muchísimo el repertorio vienés, entonces tenía algunas cosas muy claras. Por otro lado, también había que ponerse de acuerdo con Leonor Bonilla [la soprano solista del programa], que también propuso sus obras. He hecho la selección pensando en que hubiera algunos valses, diferentes tipos de polka... Me apetecía ofrecer una visión general de lo que es la música vienesa y, además, mezclar lo que es totalmente conocido con algunas cosas que no, como, por ejemplo, una polka de una compositora de la época de Strauss, Josephine Weinlich Amman. Tenemos muy claro lo que es el concierto del Año Nuevo, pero lo que no sabemos es que antes en lo que se llama Silvester, el 31, en Nochevieja, toda la tarde están tocando valses al lado de la catedral, música de opereta y es una celebración absoluta. Quiero trasladar lo que vivo en Viena.

P. Es su debut también dirigiendo a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. ¿Cómo está siendo la experiencia?

R. Estoy encantada porque han recibido este programa con muchísimas ganas. El ritmo que se está siguiendo de trabajo es genial. Me lo estoy pasando muy bien en los ensayos.

P. Usted conoce orquestas y músicos de todo el mundo, ¿cómo definiría la Sinfónica?

R. Me ha sorprendido mucho que tienen mucha expresividad. Y eso es algo que me ha gustado mucho.

P. Decía que en su programa rescata una polka de una compositora muy poco conocida. En las crónicas del concierto de Año Nuevo de Viena se ponía el acento en que por primera vez sonó en este contexto la pieza de una mujer.

R. Lo estuve viendo justo antes de irme al aeropuerto y lo seguí con emoción, porque siempre se escudaban en que no había suficiente calidad en las composiciones de las mujeres. Y creo que la responsabilidad es nuestra también, ¿no? No es tan difícil encontrar. Me habría gustado que la arreglista hubiese sido también una compositora, pero sí, me parece un paso, pero todavía hay tanto, tanto que hacer... En el momento en que programamos este concierto en Sevilla no tenía ni idea de que en la Orquesta de Viena iban a hacer un vals de una compositora. En el caso de la obra que he elegido es una polca francesa muy interesante. He tenido que escribir unos compases del final porque faltaba el final.

P. ¿Estamos en la senda de que este tipo de noticias dejen de serlo?

R. Espero que estemos en esa senda, la verdad, que cada vez sea una cosa más natural y que dejemos de ser noticia como "la primera vez que pasa esto" o "la primera vez que se hace aquello", que dejemos de ser la excepción, porque cada vez somos más. Tengo compañeras que son increíbles en lo que hacen. Admiro mucho su trabajo.

P. ¿Hay machismo en el mundo de la dirección de orquesta?

R. En el momento que me pregunta, ya tiene la respuesta.

P. Vive en Viena donde el acercamiento a la música es cotidiano para el gran público. Se puede ir a una ópera o a un concierto de clásica por el precio, no de un café pero sí de un menú.

R. O de un par de cafés, por ejemplo.

P. ¿Esa relación natural con la cultura es fruto del empeño ciudadano, del apoyo de las administraciones? ¿Cómo podemos aprender aquí?

R. En Viena ha habido mucha gente que ha promocionado este tipo de música de forma totalmente natural. Aun así, sí que tiene un puntito clasista cuando compras unas entradas de las más baratas en las que, a lo mejor, te toca estar de pie, pero si no te importa, no pasa nada porque aun así es maravilloso. Como estudiante en Viena, he tenido acceso a experiencias que no están pagadas. Siempre lo digo, allí hay gente que tiene su asiento porque lo tiene y punto, como aquí se nace siendo del Sevilla o del Betis o el que es de una hermandad. Para provocar eso se necesita... bueno, yo es que tengo mi organización: Thalassa Music Project.

P. Sí, he leído algo. Cuénteme.

R. Fundé esta organización porque me di cuenta de que en la sociedad vienesa todo se da por sentado, porque todo rueda. Pero yo quería llevar la música donde no hay tanta posibilidad a la hora de tener que escoger no sé cuántos conciertos al día. Pensaba mucho en el Campo de Gibraltar, en lo mucho que tardé en escuchar a una artista en directo por primera vez.... Estando en Viena vinieron unos amigos de Algeciras que no sabían nada de música y los llevé a un concierto increíble, de Mariss Jansons con la Orquesta Sinfónica de Radio de Baviera. En el concierto se interpretaba La Consagranción de la primavera y pensé que antes de entrar tenía que explicarles algo porque si no están acostumbrados, se iban a quedar un poco ojipláticos. A raíz de esto, esta amiga me dijo "Tienes que traer esto a Algeciras, nos ha cambiado la experiencia totalmente saber un par de cosas antes porque se ha creado un puente con la obra". Supongo que porque soy hija de policía, tengo una vocación de servicio público.

Tenía muchas ganas de aportar algo al Campo de Gibraltar y al sur de España y entonces fundé esta organización con el objetivo de promocionar y divulgar la música clásica contemporánea a nivel profesional. Así nace la Thalassa Orchestra. De momento no podemos tener una programación estable pero hacemos conciertos esporádicos, siempre con una cierta explicación al principio. El último es Circo Café con Clásica, donde invito a la gente a que venga a tomarse algo y hablamos sobre una pieza musical y, luego ya si quieren, que la escuchen en casa. Eso es para mí una manera de acercar la música clásica al público general.

P. ¡Qué proyecto más bonito!

R. Lo hacemos en asociaciones y siempre que podemos con las fechas lo acordamos con el Teatro Florida de Algeciras. No quiero olvidarme, yo necesito volver a mis raíces. Lo necesito.

P. ¿Y cómo llega a la música? Algeciras no da muchas facilidades, el Conservatorio, poco más.

R. Imagina que en el Conservatorio que había cuando yo era pequeña llegaba solo al Elemental, o sea, que a los 12 años tenías que irte a La Línea, y eso fue horroroso para mí. En el Conservatorio de Algeciras tuve unas profesoras maravillosas, como Ana María Monge. Después de La Línea, lo dejé porque odiaba la música clásica... Mi gusanillo con la música viene de la música moderna, no de la clásica.

P. Cuando me habla de música moderna, ¿a qué música se refiere?

R. Cuando era pequeña, mi padre tocaba en un grupo, un día llegué a un garaje de unos amigos donde tocaban la guitarra eléctrica y me volví loca. Eso es lo que yo quería, lo que pasa es que luego en la academia me dijeron que mejor tocara el piano. En casa tocaba la guitarra, porque mi padre me enseñó unos cuantos acordes. Y ya por ahí volé. Es un acercamiento a la música completamente diferente, muy intuitivo, sin partitura por delante. Tira mucho de memoria. Y ya a los 17 tuve una especie de epifanía y dije "Quiero ser directora de orquesta". Se lo dije a mi padre y me dijo, "Vale, ¿a dónde vamos?". Y desde entonces, aquí estamos, 17 años después.

P. ¿Y dónde fue?, ¿quién le abre la puerta?

R. La primera puerta a la que toco es mi querida prima Ángela Moraza Molina. Ella trabajaba una vez cada dos semamas en el Conservatorio de Sevilla. Me dio clases y me decía "Estudia, estudia". Si no llega a ser porque ella confió ciegamente en mí...

P. Su trayectoria está llena de premios, de becas. Mucho sacrificio, imagino.

R. Sí, es una vida muy sacrificada. Depende del momento, tiene un tipo de sacrificio u otro, ¿no? Wagner tiene ese libro que se llama Una visita a Beethoven, que es una especie de oda a la pobreza. Al principio cuando estás estudiando, es tremendo no te quieren pagar con la excusa de que estás empezando. Es durísimo. Yo tengo la gran suerte de que decidí irme a Viena y me cambió la vida. Y cuando ya empiezas a tener trabajos de otro tipo, el sacrificio es esa cantidad de viajes que tienes que hacer.

P. ¿Conoce la Orquesta Joven de Andalucía (OJA)?

R. Sí, estuve en marzo pasado como jurado para el programa que tienen para jóvenes directores y escogimos a los dos directores que iban a formar parte de este programa. Tocan maravillosamente bien.

En Andalucía hay un talento que te caes de espaldas, hay muchísimo talento, están saliendo unos músicos maravillosos y eso deberíamos promocionarlo

P. ¿Cómo valora el apoyo de las administraciones y de la Junta a los jóvenes músicos?

R. Le diría que nunca es suficiente, nunca lo es. No conozco tanto a nivel administrativo la situación de las orquestas andaluzas, pero sí puedo decir lo bien que trabajan en la OJA, hacen un trabajo maravilloso. En Andalucía hay un talento que te caes de espaldas, hay muchísimo talento, están saliendo unos músicos maravillosos y eso deberíamos promocionarlo y lo tiene que saber el mundo entero.

P. ¿Ser de aquí, el entorno, condiciona la manera de entender la música, de expresarla?

R. Yo creo que sí. Siempre explico que Paco de Lucía era el padrino de mi vecino del primero, se montaban allí unas fiestas en el balcón que cuando estaba fuera se escuchaba perfectamente. No solo es Paco es toda esa música que hay. Hay un sentido muy especial con la música en general y eso condiciona mi manera de hacer música. Los andaluces en general tenemos esta ventaja del ritmo porque muchos hemos crecido con esa vivencia tan especial, que no es solo ritmo, es todo. Por otro lado siempre digo que a mí me ha condicionado el hecho de que mis padres hayan sido policías. Me tocaba dirigir el tráfico, pero me pusieron música encima.

Y ahora dirige orquestas. ¡Qué buena metáfora!