Adú: película necesaria que poner cara al dolor y al drama de la inmigración. (***)

La película cuenta la historia de un niño de seis años de Camerún, que huye de su aldea junto a su hermana porque le persiguen unos traficantes de marfil

01 feb 2020 / 13:06 h - Actualizado: 01 feb 2020 / 13:11 h.
"Cine","Críticas"
  • Fotograma de la película Adú. / Youtube
    Fotograma de la película Adú. / Youtube

Últimamente las personas migrantes son el centro del discurso político para mal. El partido de ultraderecha Vox y quienes le acompañan o le siguen basa su argumento político en señalar y criminalizar escribiendo y difundiendo esto: “Una nación con un 14% de paro, con salarios de miseria, con un sistema de pensiones insostenible y con unos menas que cobran, en ocasiones, más que nuestros jubilados, nuestras viudas o nuestros autónomos, tiene una emergencia y no es la climática. Hay una emergencia social en España”. Este discurso aporta información y después todo es falso.

Cada una de las ayudas sociales tiene unos requisitos particulares, pero la condición de persona extranjera en ningún caso supone ventaja o incremento de las posibilidades para acceder a los servicios públicos: estas se otorgan en función de la situación socioeconómica personal o familiar de las personas, con independencia de su nacionalidad.

No existe ninguna renta mínima destinada únicamente a personas inmigrantes. Lo que sí existen son rentas mínimas de inserción en algunas comunidades autónomas, a las que pueden acogerse las personas inmigrantes en igualdad de condiciones que las nacionales.

Pese a que sus condiciones de vida son más precarias, las personas extranjeras acuden menos a las consultas médicas que los españoles y españolas.

Las personas inmigrantes en situación de irregularidad sí tienen derecho a servicios y prestaciones sociales básicas, pues estos están dirigidos a toda la población con independencia de sus características sociales o demográficas. Son el primer nivel de atención, como respuesta cercana ante cualquier demanda o necesidad, y los facilitan ayuntamientos y comunidades autónomas para situaciones de emergencia social.

A esta gente de Vox y quienes le acompañan o le siguen, cada vez más descerebrada, hay que recordarles que La Declaración Universal de los Derechos Humanos suscrita por España en 1976 y refrendada por la Constitución de 1978 establece que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos«, sin importar la raza, color, sexo, religión u opinión política.

También que los Artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dicen que: "Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio..." "En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país".

En 2018, 70 millones de personas dejaron sus hogares en busca de una vida mejor. Y la mitad de ellos eran niños y niñas. No lo hicieron por gusto, lo hicieron por necesidad: expulsados por guerras, por el color de su piel, por sus ideas, por su identidad sexual o por su religión.

La película Adú de Salvador Calvo, afamado realizador televisivo y responsable de 1898. Los últimos de Filipinas (2016), cuenta la historia de un niño de seis años de Camerún, que huye de su aldea junto a su hermana porque le persiguen unos traficantes de marfil. Han sido testigos involuntarios de cómo matan a un elefante en una reserva natural y temen por su vida. Su drama, lleno de obstáculos, violencia, abusos y pérdida sólo se detendrá cuando llegue a España.

Paralelamente a las desventuras de Adú se desarrollan otras dos historias que acabarán confluyendo en la frontera hispano marroquí: el de un trabajador español de una ONG, interpretado por Luis Tosar, que trata de reconciliarse con su hija rebelde, Anna Castillo, y el de un guardia civil atormentado por la forma en la que él y sus compañeros han declarado sobre un terrible suceso ocurrido en la valla de Melilla.

La ficción en el cine español no ha tratado con asiduidad el tema de las migraciones. Las más recientes han sido ‘Las cartas de Alou’ (1990), ‘Bwana’ (1996) y ‘Flores de otro mundo’ (1999).

Por eso es de celebrar que a través del cine y con esta película le pongamos cara a este drama humano que día sí y día se cuela en nuestras vidas a través de los medios de comunicación. El arte, una vez más se convierte en una herramienta que sirve para emocionarnos, provocar la reflexión, concienciar y también para desmontar en tiempos de zozobra las fake news y los discursos tendenciosos y espurios.

Adú ***

España 2020 90 min.

Dirección Salvador Calvo Intérpretes Luis Tosar, Anna Castillo, Moustapha Oumarou, Adam Norou, Álvaro Cervantes, Jesús Carroza, Miquel Fernández, Ana Wagener .

Drama