Al salir, dejen la cultura encendida

La Noche en Blanco de Sevilla celebra una nueva edición con el reto de sobrevivir al éxito de la anterior convocatoria, que batió récords logrando reunir a 65.000 visitantes

02 oct 2016 / 09:06 h - Actualizado: 02 oct 2016 / 09:25 h.
"Cultura","Sevilla, abierta 24 horas"
  • La calle, el elemento clave de una ciudad que vuelve a citarse con la noche de forma previsiblemente multitudinaria. / El Correo
    La calle, el elemento clave de una ciudad que vuelve a citarse con la noche de forma previsiblemente multitudinaria. / El Correo
  • Al salir, dejen la cultura encendida
  • Al salir, dejen la cultura encendida
  • Una fotografía desde la Fundación Amalio. / El Correo
    Una fotografía desde la Fundación Amalio. / El Correo

El reto no es fácil: no tanto superar el récord de la pasada edición, que reunió en torno a un centenar de actividades a más de 65.000 personas, como asimilar bien este éxito y sobrevivir a él. Pero los responsables de la Noche en Blanco, la cita prevista para el próximo 7 de octubre, están por la labor.

«Hemos ido creciendo cada año en público y actividades, y de hecho todavía seguimos ampliando el programa de este año, porque el verano es una época muy parada y siempre tenemos rezagados de última hora», explica Manuel Fernández, vicepresidente de la asociación Sevilla se mueve, impulsora de la Noche en Blanco, y director de la cita.

Con horarios ampliados –desde las ocho de la tarde a las dos de la madrugada–, con varias incorporaciones importantes y un renovado programa de actividades, la iniciativa de la citada asociación está dispuesta a dar lo mejor al público, y espera que vuelvan a darse las imágenes de multitudes haciendo cola y ciudadanos escogiendo sus preferencias y haciendo su recorrido, mapa en mano. Más de 130 convocatorias de música, literatura, arte, teatro, ciencia e ingeniería, visitas guiadas, todos los ingredientes para lograr que la cultura se encienda y brille de un modo diferente.

El cartel de este año, obra del artista David Barco, está especialmente dedicado a la figura de Cervantes en el 400 aniversario de su muerte. Asimismo, se podrá disfrutar de novedades como la apertura del Museo de Bellas Artes de Sevilla o del Reales Alcázares de Sevilla, que se suman así a los otros dos espacios catalogados por la Unesco como Patrimonio Mundial, y que ya venían participando en ediciones anteriores: La Catedral y el Archivo de Indias. Entre las bajas figura, «por motivo de agenda», el Pabellón de la Navegación, un clásico de la Noche en Blanco.

¿Cuál es el secreto de este éxito apabullante? Para Fernández todo es cuestión de objetivos fundamentales y de origen de la idea. «Lo que pretendemos es la difusión de la gran agenda cultural de Sevilla. Hay actividades que muchas veces pasan desapercibidas y merecen ser destacada», comenta el director. «La novedad reside en que esta iniciativa parte de la sociedad civil, que tira del carro para que administraciones e iniciativa privada se sumen».

Toda la programación está publicada en la página nocheenblanco.org, donde, junto al hashtag #nocheenblancoSEV en redes sociales, se irá informando de cualquier posible novedad que pueda surgir hasta el próximo 7 de octubre.

Una exposición como En Sevilla hay que morir, de la artista Pilar Albarracín, en la sala Joaquín Turina, o una muestra fotográfica en la nueva sala Box; el encuentro de la moda y la gastronomía en la Fundación Valentín de Madariaga; una ruta por el recién inaugurado Hard Rock Cafe, o por la Sevilla del Siglo de Oro; una lectura poética con Iván Onia y Manuel Gracia-Dueñas, o una ronda poética participativa en el hotel Bécquer; microteatro en La Imperdible, o Cuarto y mitad de teatro en la Plaza del Altozano...

¿Quieren más? Un debate sobre ¿Qué significa Europa para los ciudadanos? en Magna Vita; una exposición de los hermanos MP&MP Rosado en Alarcón Criado; un concierto de Musgö en la Jerónima y otro del grupo folk Gallipierno en La Casa Ensamblá; Romanzas de Zarzuelas en Fundación Cámara de Sevilla; en el Mercado de la calle Feria, una exposición de pintura, un dúo de d’js de música latina, funk, jazz, soul, cumbia, balcánica... y concierto de música brasileña de Roda de Samba. Y cómo no, visitas nocturnas a lugares familiares para los amantes de la cultura, que podrán contemplarlos esta vez bajo una luz diferente: el Oratorio de la escuela de Cristo, el Centro Cerámica de Triana, el Antiquarium, Focus Abengoa, el Panteón de Sevillanos Ilustres, la iglesia del Antiguo Convento de San Antonio de Padua, el propio Bellas Artes o el Ayuntamiento de la ciudad...

Nadie quiere perderse la fecha marcada en rojo en todos los calendarios.

Casi todo está ya listo, en fin, para la gran noche. Manuel Fernández asegura con una sonrisa que todavía no tiene hecha su ruta, ya que «nosotros solemos hacer una visita protocolaria, acompañando a los responsables municipales y este año autonómicos, de modo que no puedo desvelar mi agenda».

Sobre la posibilidad de que el éxito de la Noche en Blanco llegue a ser un problema, se encoge de hombros: «Bueno, ya el año pasado se cruzaban en la avenida de la Constitución la cola para entrar en la Catedral con la del Archivo de Indias. No es que sea nada problemático, pero es evidente que la respuesta de la gente se desborda. Por nuestra parte, nosotros no podemos sino hacer hincapié en la variedad de actividades que está al alcance de la gente».

Y apostilla: «Nuestro mensaje siempre es el mismo: la Noche en Blanco está muy bien, pero al día siguiente la vida continúa. La Catedral, el Archivo de Indias y todo lo demás vuelve a abrir por la mañana».