Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, colaboradores habituales en producciones de cine y televisión, han presentado este lunes en Sevilla la segunda temporada de "La peste", seis nuevos capítulos que abordan de lleno la corrupción y la lucha por el poder, con episodios "mucho más luminosos" que en la primera.
"La serie conserva su intención estilística, pero sí ha habido una corrección seria de planteamiento a la hora de llegar al espectador", explica Rodríguez en una entrevista con Efe.
En la primera, detalla, "tuvimos muchísimos problemas porque tuvimos que elegir cómo se iba a ver la serie. Creímos que el espectador lo iba a ver en el salón de su casa en las mejores condiciones posibles, con las luces semiapagadas y una buena pantalla".
Pero "después de pasar por la experiencia de la primera, pensamos que lo más probable es que la serie termine viéndose en un autobús de línea entrando el sol por la ventana, con unos cascos y en un móvil, de modo que hemos intentado promediar en esta segunda para que la serie llegue a todos los espectadores", afirma.
A pesar de ello, añade Cobos, esto no influye a la hora de escribir, pero sí a la hora de contar: "Hay historias que te piden un formato, otras otro, pero lo importante es que la historia sea buena", únicamente "hay que tener en cuenta que los recursos deben ir dirigidos a un consumo más fácil", señala a Efe.
Ambos coinciden en que eso, más que una experiencia frustrante, es el símbolo de un cambio de paradigma.
"Antes teníamos una tele que era el centro de la casa alrededor de la cual la familia entera se reunía para verla, se sentaban, hablaban, comentaban. Ahora se consume cuando y como se quiere, en el sitio que se quiera y eso hay que tenerlo en cuenta, hay que adaptarse a los tiempos, no es otra cosa", precisa Rodríguez.
Es la primera vez que el Festival de Cine Europeo de Sevilla se abre a las series de televisión, y lo hace con un producto absolutamente sevillano y universal que se estrena íntegro el próximo 15 de noviembre en Movistar+, seis nuevos capítulos que reducen su extensión de 50 minutos a 45.
La nueva temporada, explican, es más coral; Mateo, que era el protagonista absoluto de la primera, aquí comparte con otros. "Hay más viajes, más preguntas y más posibilidades de dejar historias abiertas que podrían ir a una tercera temporada", desvela Cobo.
Ahora, la etérea protagonista es 'la garduña', un término muy desconocido "porque sólo es literatura -explica Cobo-, no hay información académica ni libros de historia, sino que está ligado a la poesía y la literatura de la época, dicen que origen de 'la cosa nostra' (la mafia italiana), aunque nosotros le hemos dado cuerpo tirando de imaginación".
Rodríguez dirige los dos primeros capítulos y David Ulloa los cuatro restantes. El sevillano destaca la evolución del personaje de Teresa (Patricia López Arnáiz), el personaje central femenino de la primera.
"Ella empieza la segunda temporada despertándose: han muerto su marido y su padre y de pronto se da cuenta de que existe una sociedad y se da cuenta de su estructura, de cómo se organiza, porque hasta ahora no había tenido ninguna relevancia, el papel que tenía reservado era de interiores", comenta Rodríguez, que ya desde el primer capítulo saca a Teresa a las afueras de la ciudad.
Cobos destaca también de la nueva temporada "el duelo que hay por el poder entre el institucional, que representa el cabildo, y el que está por debajo, que mueve los hilos de la delincuencia, y cómo ambos se necesitan, no hay uno sin otro".
Rodríguez reconoce que ese paralelismo con el mundo de hoy en día parece un "enganche premeditado", pero a su modo de ver "a lo mejor lo que pasa es que hoy tenemos problemas que venimos arrastrando 500 años atrás".
"Como si en lugar de pasado y presente, hubiera problemas cronificados", remata Cobos.
"Es verdad que las cloacas, la corrupción, son elementos muy polisémicos; esto existía en el XVI pero igual lo vivimos ahora, en democracia. Y lo vamos a seguir viendo porque el hombre -considera Cobo- es corrupto por naturaleza".
Un pensamiento existencialista con el que ha jugado el creador de la serie para dar un giro a la primera temporada.
"Es como si la primera fuera más 'El nombre de la rosa' y esta segunda, 'Los intocables de Eliot Ness'", remata Rodríguez.
Ganadores ambos de dos premios Goya por el guion de "La isla mínima" (2015) y "El hombre de las mil caras" (2017), Rodríguez además de otros dos como mejor director por ambas películas, los amigos ya están sumergidos en la redacción de un nuevo largometraje.