Amando el arte, la naturaleza, los ecos infinitos

Cerré el último de los dos artículos dedicados al arte en tiempos del Covid-19 con la puerta abierta a la esperanza, entre otras cosas porque la vida sigue y los artistas –al menos los que participan en la exposición que hasta el 30 de julio se celebra en el ANTIQUARIUM- continúan con sus estudios abiertos esperando ese trazo o golpe de gubia/cincel, que sea el que les dé las pautas de la obra o la concluya de un modo rotundo y definitivo, y por supuesto, esperando exponer, que visiten sus estudios, que los comentaristas de arte alguna vez se percaten de lo que hacen y le dediquen al menos una foto o un pequeño comentario, y también y ¿cómo no?, que algunos de los que vayan a verla adquieran alguna de sus obras porque sean estas, las obras, las que produzcan esa especie de flechazo o algo mucho más profundo como es el amor a una obra en concreto y por extensión al arte, al artista, a los artistas.

Después de esos dos artículos tan descarnados, resultado del hartazgo de la situación común, yo misma necesitaba la alegría del arte, el conforto que siempre da, y me planteaba como positivar la situación, expresar a gritos también su magnificencia. No encontré otro modo de recorrer esta colectiva cuyo título he adaptado, traducido, mezclado y reinterpretado con los de la promotora: “LOVING ART” y el propio que tiene la exposición: “NATURA. ECOS INFINITOS”.

LOVING ART significa literalmente AMANDO EL ARTE y en eso estamos: en el amor al arte, a las obras, a los artistas, a todo lo que significa íntima y socialmente el arte,... La exposición se llama además NATURA. ECOS INFINITOS y es lo que faltaba: la fusión del arte con la naturaleza, captada, reflejada, vivida de manera múltiple en la obra y en cada uno de los que la perciban.

Afortunadamente somos muchos los que creemos en el arte como uno de los ejes fundamentales de la vida –la de todos- incluso de quien que no se pone delante de una obra y dedica esa parte de su tiempo a la contemplación, pues aunque no lo crea, todo lo que sentimos sensorial, psíquica, emocional o racionalmente puede ser arte, y además si lo percibimos de forma consciente y/o subliminal.

Por eso insisto de nuevo en la necesidad del optimismo, porque la llama de la creación no se extinguirá del pebetero mientras haya alguna persona que en algún lugar del planeta, se coloque delante de un lienzo o papel en blanco y comience a reflejar lo que surge de su interior, pues no otra cosa es el lienzo, el metal, la piedra o el barro, que un espejo de los autores y atención, porque también lo es de quienes lo conocen por cualquiera de las vías anteriores.

Si BLANCA MOLINA, la Directora de Loving Art y organizadora de la muestra, hubiese seleccionado una por una las obras de los artistas que participan en la edición de este año, tal vez no podría creerse la similitud que podía existir entre todos ellos, o puede que por eso mismo extendiera su invitación a autores que además del tema propuesto: Los infinitos ecos de la Naturaleza, tienen un estilo y unas composiciones parecidas y por si no fuera bastante, se desenvuelven dentro de una gama de colores afines: tanto los que de tendencias postimpresionistas, como los que recurren a las formas geométricas y abstractas.

Esto ocurre sobre todo con los pintores, que han recurrido a los procedimientos tradicionales como el óleo o el acrílico sobre tela de algodón o lino, a las técnicas mixtas –algunas personalísimas y secretísimas- aplicadas al lienzo, la tabla o el papel; o a materiales –como tinta china, lápices, ceras, acuarelas o pasteles, sobre soporte de papel.

No pasa lo mismo con los escultores, quienes aunque son minoritarios dentro de los treinta y tres participantes, cada uno tiene su forma y estilos muy diferentes entre sí y utilizan unos materiales y técnicas muy dispares que pueden ir desde el modelado directo (sin vaciar y moldear), la laminación, la forja o la soldadura, técnicas que acogen la figuración, la abstracción geométrica de volúmenes puros o el objeto casual.

La muestra, que tiene lugar en una gran sala dentro de los espacios que conviven en el Antiquarium, hasta cierto punto es también un homenaje al novelista, poeta, ensayista, columnista y tantas cosas más en el mundo de las Letras, como fue JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD, fallecido en los meses previos a la inauguración.

Se hace difícil no sentir emoción recorriendo estas obras tan delicadas, en las que se percibe todo el trabajo, ilusión, y sobre todo amor que han puesto todos los autores. Amor al arte y a todo lo que esta palabra comporta. Amor también al público que va a conocer estas nuevas creaciones hechas con el propósito de agradar, de dulcificar la vida de lo que pasa en su entorno y de lo que nos pasa cuando las vemos.

Para llevarla a cabo, han contado -¿y cómo no?- con la participación del I.C.A.S. que es casi lo mismo que decir que con el entusiasmo del Director de Programación de las exposiciones y actos que se celebran ahí, como es el inagotable JAVIER FITO, que no sé cómo hace para llenar de contenidos culturales el 99,9 % del recinto, si excluimos todos los restos antiguos encontrados y conservados allí, entre ellos los romanos.

No quisiera dejar atrás la colaboración de la FUNDACIÓN ALQUIMIA MUSICAE ni a los patrocinadores además del ICAS/AYUNTAMIENTO DE SEVILLA o a SETAS DE SEVILLA que se indican en el vídeo de la inauguración.

Algunos de los autores que vemos aquí, han participado ya en las anteriores exposiciones patrocinadas por LOVING ART instaladas en el Parlamento de Andalucía, en el Alcázar, en el mismo Antiquarium como fue la del año pasado, ... mientras que otros se suman por primera vez a esta convocatoria que unifica el modelo ideal de colaboración entre las instituciones públicas y la iniciativa privada, y máxime, si se promocionan con ella a una serie de autores relevantes -o que se van haciendo imprescindibles y consolidándose- dentro del panorama de las artes plásticas, relacionados con Sevilla (con independencia de sus lugares de origen o de residencia).

A fin de que los lectores puedan hacerse una idea, haré una panorámica con los nombres de todos: ALEXANDRA CHAUCHIX, BEATRIZ RIVAS, CÉSAR DAVID, CRISTINA VILLACIEROS, FERNANDO PARRILLA, INÉS SALINAS, JAIME ABAURRE, JAIME GIL-ARÉVALO, JESÚS DOMÍNGUEZ, JOSÉ A. GUERRERO GARCÍA, JUSTO MESA, LEONOR BARRERO, Mª JOSÉ FORNÉ, MACARENA GROSS, MARGA GARCÍA PINTO, MARGARITA VÁZQUEZ, Mª JL HIERRO, MARÍA LLORENTE, MARINA GADEA, MARTÍN LAGARES, MATHILDE ARTHAUD, ,ERCHE GONZÁLEZ, MIRIAM CUBILES, PABLO YÁÑEZ, PACO SÁNCHEZ, PERSI, PILAR GARCÍA ABRIL, RAÚL MONTES, REYNALDO LOYOLA, ROCÍO ACOSTA, TERESA MARTÍNEZ, TERESA PEÑA y TRINI PÉREZ.

Pido disculpas a todos los extraordinarios autores y excepcionales obras de los que no se han incluido fotos. Desde aquí les animo a que continúen creando esas maravillas que nos regala la vida y que sepan que este periódico y esta comentarista, las espera.