Apasionado e infatigable Aldo Mata

El maestro volvió a desplegar sobre el escenario su particular compromiso con la música, esta vez con un interesante repertorio de autores románticos españoles

Foto: Actidea

Foto: Actidea / Juan José Roldán

Juan José Roldán

Las memorias del insigne violinista y director madrileño Enrique Fernández Arbós destaparon el talento de su gran amigo Agustín Rubio, violonchelista murciano que destacó a finales del siglo XIX y principios del siguiente, fue alumno de Victor Mirecki, un virtuoso del instrumento en la época, y compuso un considerable catálogo de obras que pasaron al olvido hasta que estas memorias y el trabajo de la musicóloga Ana María del Valle Collado, con el respaldo del Museo de Bellas Artes de Murcia, lograron recuperar algunas de ellas. Alrededor de Rubio, que integró el Trío Ibérico junto a Arbós y Albéniz, giró este singular concierto de esos a los que venimos más a descubrir la música que a calibrar el nivel de su interpretación. Rubio y los demás autores convocados son el ejemplo de hasta qué punto no cuidamos en este país lo nuestro, no lo promocionamos y desde luego apenas lo apreciamos. Salvo en las artes plásticas, el resto suele pasar desapercibido para nuestro público, condicionado por la invasión de lo extranjero, que sí tiene ese sentido de la diplomacia cultural del que nosotros carecemos. Así ocurre que aparte de un primer barroco y el nacionalismo decimonónico, nuestra música parezca no contar con representante digno alguno.

El esfuerzo de un infatigable Aldo Mata, que tanto empeño pone en sus trabajos de investigación y recuperación del patrimonio musical español, propiciaron un concierto, ya ofrecido en otras plazas, integrado exclusivamente por partituras rescatadas si no del olvido sí de la aniquilación absoluta. El violonchelista y catedrático en Sevilla y su acompañante, la pianista china residente en España Qi Shen, empezaron y terminaron este recorrido con Rubio. Primero fueron tres pequeñas piezas recuperadas por el propio Mata, en las que se atisbó cierto cosmopolitismo y una gracia melódica entre la música de salón y la puramente concertista. Ellas establecieron el espíritu que habría de imperar en el resto del programa, de inconfundible aire melancólico en las melodías de Zabala, fundador de la Sociedad Coral de Bilbao y volcado más en la lírica que en la música de cámara, y Monasterio, violinista cántabro en su día equiparable a Sarasate. De él se ofreció también su obra más emblemática, Adiós a la Alhambra, original para violín y piano y sin embargo dedicada a Casals, única incursión del programa en el nacionalismo ibérico de aires desenfadados y elegantes. Una Cavatina y una Romanza de Gerónimo Jiménez, zarzuelista responsable de títulos como La tempranica y La boda (y el baile) de Luis Alonso, rompieron ese espíritu melancólico y abrieron otro más alegre y enérgico, que continuó con una pieza de exacerbado romanticismo, El primer amor de Juarranz, autor del pasodoble La Giralda. Una alegre Romanza de Rubio, de espíritu modernista, introdujo las cuatro piezas recuperadas por el Mubam, de intrincadas inflexiones y figuras ornamentales.

La interpretación de Mata, si bien no fue impoluta o técnicamente perfecta, abundando en sonidos secos y quebrados, con roces y pianissimi ocasionalmente estridentes, fue plenamente satisfactoria gracias a su capacidad para trascender, transmitir su entusiasmo y su inquietud y lograr que nuestro oído se implicase con la misma pasión e interés con que lo hacía su arco. Que contase con Qi Shen para tan personal proyecto fue toda una garantía y la pianista estuvo a la altura. Aunque también tuvo algún tropiezo supo recrear también ese espíritu romántico y refinado que caracterizó la velada, si bien el emplazamiento de Mata, prácticamente delante y pegado al piano, impidió que el sonido del teclado se abriese convenientemente y gran parte del público pudiese disfrutar observando su digitación.

ALDO MATA Y QI SHEN ***

XXII Noches en los Jardines del Real Alcázar. Aldo Mata, violonchelo. Qi Shen, piano. Programa: El violonchelo español (obras de Agustín Rubio, Cleto Zabala, Jesús de Monasterio, Gerónimo Jiménez y López Juarranz). Jueves 5 de agosto de 2021

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