‘Arquitecturas en proceso’ de Antonio López en el COAS

Con una exposición inaugurada ayer en el COAS y un diálogo a celebrar hoy a las 12 y 30 en la E.T.S.A. con Antonio López, abre la XXII Semana de la Arquitectura.

‘Arquitecturas en proceso’ de Antonio López en el COAS

‘Arquitecturas en proceso’ de Antonio López en el COAS / Teresa Lafita Gordillo

Teresa Lafita Gordillo

Inaugurada por la Decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla (COAS), Nuria Canivell y el Decano de la Facultad de Bellas Artes Daniel Bilbao, la exposición permanecerá abierta hasta el 17 de Noviembre en la Pza. Cristo de Burgos (y a las 12 y 30 de hoy en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, en la Avda. reina Mercedes).

“Ojo de pez” de Sevilla desde la Torre Schlinder, de Antonio López. FOTO: T.L.

Para ello, ha sido imprescindible la labor llevada a cabo por todo el Colegio de Arquitectos, las diferentes Facultades Universitarias (Bellas Artes y Arquitectura) de la hispalense, y la persistente voluntad del Vocal de Actividades Culturales del COAS Juan Manuel García Nieto, todo el personal técnico y administrativo que lo compone, así como el que integra las sedes donde se celebran los actos.

Vista con la sombra de la Torre Sevilla en el río y casi invisible la tanza que utilizó para ella. FOTO: T.L.

La inauguración en el día de ayer, contó con Juan de la Rosa, Concejal del Exmo. Ayuntamiento de Sevilla en representación del alcalde José Luis Sanz, con el exalcalde Antonio Muñoz, numerosos arquitectos y público en general, extasiados con las obras del gran pintor manchego (Tomelloso, 1936), aunque considerarlo así sería un nativismo que en cualquier caso no resaltaría además el que sea uno de los máximos representantes –si no el que más- de la pintura española actual de su generación y por tanto, uno de los máximos exponentes de nuestro país a nivel internacional.

Panorámica de Madrid, con muestras de su grado de acabado. FOTO: T.L.

Sólo tres obras se exponen de Antonio López en el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla: dos perspectivas de Sevilla y una de Madrid, en relación con el paisaje y el urbanismo, dos de los temas que ha reflejado Antonio López en su biografía artística.

Detalle con notaciones de fechas en la obra de Antonio López. FOTO: T.L.

Sólo tres obras, pero cada una es una obra maestra, por las lecciones magistrales que nos transmite por muchas razones. La Primera, porque las ha dejado inconclusas (puede que) voluntariamente el lienzo, para que veamos su proceso. La segunda porque si Velázquez es el pintor de los cielos de Sevilla (de Madrid y en general de esos fondos en los que ubica sus retratos), lo que hace Antonio López es una revisión, una actualización de esos mismos cielos que conoció aquel, y tantos otros, que se han atrevido a captar el aire inasible de su atmósfera.

Huellas del proceso creativo, con las sucesivas capas que aplica Antonio López. FOTO: T.L.

En tercer lugar estaría la perspectiva, el punto desde donde se han capturado, el lugar donde ha situado el plano de tierra y la línea del horizonte. Por eso no le importa dejar la tanza que atraviesa horizontalmente el paisaje urbano de Sevilla, para que nos percatemos desde donde ha retratado a la ciudad como telón de fondo o escenario.

La obra tiene su propia vida. Lo sabe bien Antonio López, cuando la deja aún así. FOTO: T.L.

El día de la presentación en el COAS refirió una pintura del XVII que interpretaba a su vez, a un grabado holandés que tuvo oportunidad de conocer en una colección sevillana. Lo que parece mentira, es que sólo exista de él aquí un solo cuadro de Antonio López –al menos que se sepa públicamente, o que se haya exhibido si mi memoria no me falla, y si no, pido disculpas con el ruego me lo rectifiquen y aclaren porque su pintura me fascina- También, el que de momento –con la misma salvedad anterior- ninguna institución pública ni galería privada, le haya organizado una muestra, siendo esta la primera vez que se le hace una individual y referida sólo a los dos cuadros que ha pintado en Sevilla y de Sevilla y otro que complementa su discurso/dicción pictórica.

Dibujos, manchas, “pentimentos” el non finito, la obra inconclusa y lección magistral. FOTO: T.L.

No obstante, es de agradecer y muchísimo, que tanto la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría y la Universidad de Sevilla, le encargaran el pasado año un mano a mano con el también pintor y académico Juan F. Lacomba, y un diálogo con Daniel Bilbao, profesor y actual Decano de la Facultad de Bellas Artes, en la propia Facultad. Lecciones de una vida plena, entregada, consagrada al Arte con paciencia infinita porque como Goya dijo y Kavafis sabe (ambos citados por Daniel Bilbao), “el tiempo también pinta” y “¡¡Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias!!”.

Esto es lo que ha hecho toda su vida: pensar pintando, pintar pensando. Mostrarnos ahora su cocina que dejó abierta en 2012 cuando recogió las “vistas” de la ciudad en 2012 desde la Torre Schlinder del por otra parte gran representante de la arquitectura internacional –desde Sevilla- como es Guillermo Vázquez Consuegra, registrando el río al natural o en ojo de pez, la sombra proyectada en el agua de Torre Sevilla que tanto contrasta con la suavidad del entorno, su casco urbano, la serie de planos consecutivos donde dispone edificios emblemáticos como la Giralda y alcanzan hasta la lejanía donde se mezclan e integran con los celestes pálidos, los rosados de las nubes, las luces tamizadas, las zonas de contraste. Obras que tendrán su continuación en las que cree a partir de ahora en esta nueva estancia entre nosotros. Un lujazo para visitantes y foráneos por la fortaleza curiosamente de su suavidad pictórica (y personal).

Ya me encantaría contar para este artículo, con todo lo que nos enseñará de su arte, de la pintura, de su amor por el oficio. He optado por invitarles desde estas páginas para que asistan, admiren, se enamoren de su obra y de su personalidad extraordinaria.

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