Las peñas flamencas son un colectivo de más de quinientas solo en Andalucía, aunque no todas estén federadas. Estamos hablando de miles de aficionados apuntados a estas peñas, que suelen ir a las actividades acompañados de familiares o amigos, luego es un colectivo muy importante para los partidos políticos y siempre lo han utilizado en su beneficio. De hecho, las distintas federaciones andaluzas, agrupadas en la Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía, casi siempre han estado dirigidas por militantes de partidos, en su mayoría del Partido Socialista. Hay que recordar cuando el ya desaparecido Francisco Vallecillo Pecino, de Ceuta, primer asesor flamenco de la Junta, daba charlas en las peñas de la región pidiendo apoyo para este partido.
A finales de febrero se va a celebrar una asamblea de la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla para elegir nuevo presidente, puesto que el actual, el marchenero José María Segovia Salvador, que lleva quince años en el cargo, parece que se va y que el próximo en ocupar ese cargo puede ser Enrique Yerpes, actual presidente de la Peña Flamenca Curro de Utrera, de esta localidad sevillana. Un hombre serio, gran aficionado y honesto, que presentará su candidatura con un buen equipo para continuar la buena labor de los dirigentes actuales, aunque la gestión del señor Segovia se haya visto empañada por haber politizado a la Federación con el pretexto de “sacarle el dinero a los políticos”, según ha manifestado en varias ocasiones. Y, en efecto, así ha sido. Cuando llegó Segovia apenas había un euro y eso empezó a cambiar buscando subvenciones en el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Andalucía.
José María Segovia Salvador, del antiguo Partido Andalucista, se irá dejando una buena labor y una economía saneada, pero también el mal recuerdo de haber politizado a la institución flamenca sevillana y utilizado este organismo privado para, por ejemplo, levantar el festival de su pueblo, la Fiesta de la Guitarra de Marchena, al que iban artistas a bajo caché a cambio de cantar luego en los festivales de la Federación, como, por ejemplo, el de la Velá de Triana, o el ciclo Entre naranjos y olivos. Y no hablemos de cómo ha utilizado la Federación lo de la Musa Flamenca, el galardón que conceden cada año a algún político o artista, y que este año reconoce la labor de la crítica, la comunicación y la gestión cultural entregándosela a Manuel Martín Martín, Manuel Herrera Rodas y Manuel Curao, en un acto que se celebrará el próximo domingo en el Teatro Central.
La Federación ha ignorado la labor de El Correo durante tantos años, décadas, en pro del flamenco y, sobre todo, de las peñas flamencas sevillanas, por denunciar alguna vez sus chanchullos y esa descarada politización que ha dejado el presidente en estos tres lustros de mandato. Ojalá la nueva dirección sea capaz de lavar esa imagen y convertir la Federación en una institución independiente del mundo político, sin chanchullos ni favoritismos.