Canal Sur estrenará en breve el mayor documental sobre Bécquer hasta la fecha

La productora andaluza Promico Imagen termina un trabajo audiovisual bajo la dirección de Jorge Molina y Miguel Ángel Carmona que aborda todas las facetas del escritor sevillano y de su hermano Valeriano

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
17 nov 2021 / 16:28 h - Actualizado: 17 nov 2021 / 16:32 h.
  • El equipo de Promico Imagen que ha trabajado durante más de un año para el documental
    El equipo de Promico Imagen que ha trabajado durante más de un año para el documental

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), que tan temprano se quedó huérfano de padre y madre y que vivió toda su infancia entre la Barqueta y la Alameda, aquí en Sevilla, tocaba la guitarra y el piano, tenía un oído privilegiado para la música y durante un tiempo quiso ser pintor, como su padre, como su tío, como su hermano Valeriano, que lo fue y de los buenos, aunque durante el último siglo y medio no haya conseguido salir de la sombra alargada de Gustavo, que fue periodista durante su corta vida de 34 años y apenas si publicó en periódicos de poca monta una docena de esas rimas que todos conocemos.

Sin embargo, precisamente lo único que el gran público conoce del escritor sevillano -siempre volcado en el periodismo y en las zarzuelas para sobrevivir, que investigó sobre los templos de España para escribir un serial y que fue censor de novelas en la época en que le fue mejor- es que es el autor de las famosas Rimas y Leyendas. Es paradójico, por tanto, que ni siquiera en su tierra natal se conozca la realidad vital de un escritor que vivió tan intensa y a veces tan desagraciadamente y que, siendo aún jovencísimo –siempre lo fue- escribió en aquellas Cartas desde mi celda profecías así: “Yo soñaba que la ciudad que me vio nacer se enorgulleciese con mi nombre, añadiéndolo al brillante catálogo de sus ilustres hijos; y, cuando la muerte pusiera término a mi existencia, me colocasen, para dormir el sueño de oro de la inmortalidad, a la orilla del Betis”. Todo ese deseo, relativamente, se acabó cumpliendo, pero por partes, y ahora lo cuenta un documental titulado ¡Es Bécquer!, obra del periodista Jorge Molina y del cineasta Miguel Ángel Carmona, que están ya a la espera de que Canal Sur lo estrene antes de fin de año.

Tres capítulos y un total

La productora Promico Imagen proyectó el documental al completo ayer tarde en la Asociación de la Prensa de Sevilla, pero también tiene ya resueltos tres capítulos con material distinto que serán los que se emitan en breve en la televisión pública andaluza. Los tres capítulos coinciden con las tres etapas que se abordan en este original y completísimo trabajo audiovisual: los primeros 22 años del poeta, hasta que se instala en Madrid definitivamente y se casa con Casta Esteban, la hija del médico que le trató la sífilis; la década siguiente, en la que Gustavo Adolfo trabajó principalmente de periodista hasta el punto de dirigir varios diarios y conformó el material de toda su obra; y los dos últimos años de su vida, a partir de la Gloriosa de 1868 que acabó con los dos hermanos (Gustavo y Valeriano) exiliados en Toledo, al cuidado de sus hijos tras las desavenencias con sus esposas y el primer original de sus poemas quemado o al menos desaparecido en la casa del ministro que se los iba incluso a prologar: Luis González Bravo.

Expertos y nuevas perspectivas

El motivo de la grabación del documental, que a Promico le ha llevado más de un año de trabajo, ha sido la efeméride de los 150 años de la publicación de las Rimas y los 151 de la muerte de su autor, un poeta que por sí solo ha sido capaz de justificar todo el siglo XIX literario español, como tantos críticos han afirmado. Precisamente un buen puñado de expertos en su vida y obra participan en la cinta: los catedráticos Jesús Rubio, Pilar Alcalá o Pilar Palomo, los poetas Luis Alberto de Cuenca, Juan Lamillar o Luis García Montero, el escritor y profesor Álvaro Romero y los periodistas Luis Sánchez- Moliní y Mercedes de Pablos. Pero el documental ofrece también testimonios más atípicos como el del rapero Haze, o el del cantaor José Valencia, que tiene un disco basado en las Rimas y que demuestra por qué sus versos se adaptan como un guante a los palos del flamenco. Ya lo dijo uno de los más insignes expertos en Bécquer, Rafael Montesinos, al reconocer que no se sabe si el célebre escritor había escrito soleares pero, que según su amigo Julio Nombela, había escrito muchas coplas para ser cantadas. El testimonio de Nombela en Impresiones y recuerdos es más que significativo en este sentido: “Al regresar [de San Juan de Aznalfarache], ya cerca de las doce de la noche, conseguimos que Teresa cantase una canción, letra de Bécquer con música de un modesto compositor que era a la vez maestro de baile, cuyo nombre siento no recordar, porque adoraba a Gustavo y había logrado que le escribiese unas cuantas canciones de las que mi amigo y compañero no hizo nunca mérito, pero que se cantaron mucho en Andalucía por aquel tiempo y probablemente seguirán cantándose sin saberse quién fue su autor”.

Canal Sur estrenará en breve el mayor documental sobre Bécquer hasta la fecha
Bécquer pintado por su hermano Valeriano.

En el documental también aparecen testimonios desde nuevas perspectivas, como la del lexicómetro Javier Blasco, que estudia el trabajo del autor comparando palabras y frases concretas para averiguar los campos léxicos o semánticos de palabras más usados. La grafóloga Sandra Cerro, por su parte, desvela cómo Gustavo Adolfo usaba hasta cuatro tipos de escritura, según el contenido de lo escrito. Al fin y al cabo, cuando los amigos de Bécquer se reunieron aquel día de Nochebuena de 1870, una jornada después de su entierro, para intentar la edición de sus obras completas, organizaron las Rimas en cuatro apartados: el dedicado a la propia inspiración artística; el de las rimas de amor; el de las dedicadas al desamor; y el de las que concentran el dolor que puede conducir a la muerte o el sinsentido.

Lugares de toda una vida

El trabajo audiovisual, que juega tan elegantemente con la música, los diálogos y la recreación dramática, ha sido grabado en todos los lugares relevantes en la vida del sevillano, pues además de la capital andaluza en la que nació, el equipo se ha desplazado a la Sierra del Moncayo, donde se ubican el monasterio de Veruela y el castillo de Trasmoz, en cuya comarca nacieron algunas de las más importantes leyendas becquerianas; Toledo, tal vez su ciudad preferida; y por supuesto Madrid, donde vivió, sufrió y trabajó la mayor parte de su intensa vida.

Bécquer es el eslabón fundamental que une la Literatura clásica con la moderna en las letras españolas; a Garcilaso de la Vega y sus seguidores con la Generación del 27 y todas sus consecuencias. Pero desde que muere en 1870 hasta que los hermanos Álvarez Quintero promueven la creación de una glorieta dedicada al autor de las Rimas en el Parque de María Luisa, en 1911, pasan 40 años “de una dura e increíble lucha para que las fuerzas oscuras de Sevilla le reconozcan su sitio”, afirma Jorge Molina, que espera que el documental, que también le dedica mucho espacio a su hermano, Valeriano, contribuya decisivamente al conocimiento público de una figura tan fundamental, tan andaluza, tan sevillana, es decir, tan de aquí y tan universal.