Circada, una cita obligada para los amantes del circo

Comienza su XII edición con una muestra de circo exclusivamente sevillano colmada de virtuosismo y entrega

01 jun 2019 / 11:02 h - Actualizado: 01 jun 2019 / 11:10 h.
  • Circada, una cita obligada para los amantes del circo
  • Un momento del espectáculo. Fotos: Luis Montero.
    Un momento del espectáculo. Fotos: Luis Montero.

Bajo el lema “increíble pero circo”, comenzó el pasado jueves CIRCADA con una gala compuesta por artistas y compañías de circo sevillanas, algo impensable hace una década ya que, como reconoce el director del festival, Gonzalo Andino, no existían compañías que se dedicaran a esta disciplina en nuestra ciudad.

Por fortuna, el circo ha evolucionado en las últimas décadas hasta convertirse en un arte escénica más. Así lo entendió el equipo de CIRCADA cuando puso en marcha el festival, en 2008. En aquella época contaban con pocos medios y nadie les auguraba su permanencia. Sin embargo, tras años de constancia, entusiasmo y dedicación por parte de su equipo organizador, este festival ha conseguido afirmarse hasta convertirse en todo un referente, una cita obligada para todos los amantes del “más difícil todavía”.

Pudimos comprobarlo en esta gala inaugural que llenó por completo el aforo del Teatro Central con un público de todas las edades que no dudó en interactúar con los presentadores, los Hermanos Infoncundibles, dos excelentes malabaristas que nos hicieron reír y asombrarnos con su virtuosismo a partes iguales, además de imprimir un ritmo vivo a las transiciones entre los números, nueve en total de los que siete eran estrenos absolutos. Como el de David Gutierrez, que fue el primero de la noche, una pieza de danza área a compás de un cante por tonás con aires de trilla, una queja preñada de dolor y rebeldía que contrastaba con la dulzura de los movimientos del cuerpo en suspensión de David.

Los otros estrenos estuvieron a cargo de Álvaro Pérez, que no paró de arrancar aplausos del público con el baile de su Rueda Cyr. También estrenó Germán López, alias Chicharrón, quien nos brindó un hilarante cruce entre el flamenco y las malabares que se metió al público en el bolsillo a compás de la 'Bulería Negra del Gasto' de Son de la Frontera. Al igual que Greta García Jonsson que protagonizó otro de los estrenos de la noche con una deliciosa y divertida performance con aires de clown. Antes de ella pudimos disfrutar también del dominio de los pulls verticales (equilibrio de manos con bastones) de Ana Esteban y el virtuosismo en el manejo de la cuerda lisa vertical de Rebe al Rebés al ritmo solemne de Gnossienne, de Erik Satie. Y todavía nos quedaba otro estreno a cargo de Clara Reina, de la compañía “Laínsula”, una pieza basada en la manipulación de los Hula Hops que rozó la excelencia a ritmo de soleá y de la célebre bulería de Lole y Manuel, 'Todo es de color'. Y para terminar, Paula Recio y Néstor Aguilera desafiaron a la gravedad con sus equilibrios en la escalera y sus portes en las telas, perfilando impactante número de acrobacias repleto de comicidad. A esas alturas el público estaba entregado y no paraba de reir y vitorear. Si se hubiera acabado ahí ya nos bastaba para salir satisfechos y felices. Pero nos faltaba la guinda del pastel, la actuación de uno de los artistas circenceses más veteranos de nuestra ciudad, Rubén Barroso, “Mini” que puso nuestras miradas en suspenso con su juego de malabares con pelotas.