Clitemnestra entre la tragedia y el estereotipo feminista

Natalia Millán representa en el Teatro Romano a Clitemnestra, un personaje mítico al que José María del Castillo imprime una fuerte impronta feminista

09 ago 2019 / 08:54 h - Actualizado: 09 ago 2019 / 08:57 h.
  • Clitemnestra entre la tragedia y el estereotipo feminista

Obra: Clitemnestra

Lugar: Teatro Romano 7 de agosto

Producción: Producciones Equivocadas

Texto y Dirección: José María del Castillo

Composición musical: Alejandro Cruz Benavides

Coreografía: Benjamín Leiva

Intérpretes: Natalia Millán, Angeles Rusó, Daniel Moreno, Camino Miñana, Benjamín Leiva, Lucía Ruibal, Julia Gimeno, Manuela Reina.

Calificación: **

Una revisión del personaje trágico de Clitemnestra con un marcado acento feminista. Es lo que nos propone José María del Castillo con esta versión del mito clásico, cuya dramaturgia y puesta en escena se decanta por una suerte de mescolanza entre el teatro contemporáneo y la tragedia clásica que no acaba de elaborar un discurso coherente.

La dramaturgia se conforma como una narración en primera persona con la que la protagonista, al hilo de contarnos su vida, elabora un alegato feminista tan machacón como panfletario que acaba cayendo en el estereotipo de la mujer que reivindica poder en vez igualdad, que es lo que de verdad propugna el auténtico feminismo. Además, el texto recurre continuamente a expresiones de corte actual que chocan con la condición trágica de la historia, y aunque en algunos momentos se reviste de poesía no acaba de alcanzar la tensión dramática necesaria para dotar de teatralidad a la historia.

Con respecto a la puesta en escena, en su empeño de dirigirse a un público heterogéneo y actual, José María Castillo se empeña en mezclar el teatro clásico, que se refleja en el vestuario y la escenografía, con elementos contemporáneos que mete con calzador, como la ruptura de la cuarta pared que lleva a cabo el coro con algunas escenas, como la del sexo, una suerte de intermedio cómico que aunque apunta maneras abusa de la duración y acaba cayendo en una especie de lección de sexología que no viene a cuento. Al igual que la banda sonora de Alejandro Cruz Benavides, que a pesar de su colorido edulcora la historia. Tal vez por ello Castillo apoya la música con el taconeo flamenco, el único elemento que se funde con el espíritu de la tragedia. No obstante, cabe destacar la espléndida interpretación de las canciones en directo, así como la maestría de Natalia Millán, quien hace los honores a su fama con una soberbia interpretación de Clitemnestra.