Con afecto, el mercado editorial

Tres docenas de escritores famosos firmarán en la Feria del Libro de Sevilla, la última dirigida por Javier López Yáñez, que del 18 al 28 de mayo dará oxígeno al sector desde la Plaza Nueva

27 abr 2017 / 18:20 h - Actualizado: 27 abr 2017 / 21:26 h.
"Libros","Feria del Libro"
  • Blue Jeans fue una de las estrellas de la edición de 2016 y repite este año. / El Correo
    Blue Jeans fue una de las estrellas de la edición de 2016 y repite este año. / El Correo
  • Pie de foto. / firma de fotógrafo
    Pie de foto. / firma de fotógrafo
  • Presentación ayer de la Feria del Libro de Sevilla 2017. / Manuel Gómez
    Presentación ayer de la Feria del Libro de Sevilla 2017. / Manuel Gómez

Cuando se escucha de boca de los libreros que si no fuese por la Feria del Libro y por la campaña navideña más de uno estaría ahora en plena campaña del espárrago, se comprende que la celebración anual de la Plaza Nueva esté planteada como una botella de oxígeno para el sector, es decir, como una gran cita comercial –que eso es lo que significa la palabra feria, como todo el mundo sabe–, más allá de cualesquiera otras intenciones. Lo ratifica el hecho de que tres docenas de escritores de libros superventas o de gran tirón vayan a repartirse del 18 al 28 de mayo por las 39 casetas del lugar para seducir a la población más o menos lectora con el atractivo de su dedicatoria y de su firma. Este jueves, en la presentación de la feria en Santa Clara, los organizadores no pudieron evitar ponerse trascendentes, solemnes y por momentos hasta poéticos en un intento de explicar que, con todo, aquello es algo más que un mercado de novedades a bombo y platillo: destacaron el bonito lema de este año (Leer es ver más allá de las páginas), se enorgullecieron de los apoyos con los que cuentan y de las doscientas actividades culturales programadas y coincidieron en que lo prioritario es el fomento de la lectura. Hubo momentos incluso para la autocrítica más sentida y la consiguiente promesa de echar toda la carne en el asador –como vulgarmente se suele decir–, como cuando el concejal del ramo, Antonio Muñoz, reconoció sentirse «insatisfecho» cuando un paisano de algún que otro barrio «tiene que andar uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco kilómetros para ir a una biblioteca o a una librería. Eso está pasando en Sevilla».

A la Feria del Libro de Sevilla de este año, la última que dirigirá Javier López Yáñez tras una década al frente de ella, le falta reflexión sobre el fenómeno literario y lector –y reflexión en general–, le falta cómic y novela gráfica, le faltan los libros que todo el mundo debería leer por su propio bien aunque no sean nuevos y le falta hacer que la gente también se enamore de ellos, pero no le faltan ganas de zarandear a los lectores por las solapas –metafóricamente hablando, claro–, lo cual es culturalmente prometedor y editorialmente rentable. Los nombres de los famosos que irán pasando por la Plaza Nueva ya se han dicho: Fernando Aramburu (número uno de la lista de superventas), Dolores Redondo (premio Planeta 2016 y encargada de la conferencia inaugural), Albert Espinosa, Manuel Vicent, Espido Freire, Care Santos, Javier Gomá, Javier Sierra, Ian Gibson, Luz Gabás, Fernando Delgado, Clara Sánchez, Christian Gálvez, Blue Jeans... Toda una fiesta de los libros que tiene el acierto de saber atraer a los niños gracias a sus presentaciones y actividades, en especial las visitas que organiza el Ayuntamiento con Anaya y el Centro de Estudios Andaluces.

Más allá de las firmas y los actos con escritores famosos, la programación de este año contiene algunas perlas muy curiosas. Es el caso de los homenajes a Gloria Fuertes y Miguel Hernández; la participación de ilustradores –Zureñe Aguirre, María Hesse, José Pablo García, Raquel Díaz Reguera, Raúl Guridi–; la mirada al humor gráfico; la intervención de Marta Carrasco hablando de danza o de lo que sea, siempre un deleite; la charla sobre los lectores ocultos, que son los que no pueden leer porque no ven; y, entre otras muchas convocatorias, la llamada Manifestación de lectura, que se anuncia para el último día y de la que nada se sabe, más que será multitudinaria, original y sonada, a decir de la organización, o sea, con una atmósfera de misterio que la hace altamente literaria. Y el resto será lo que cada cual acierte a hacer con la Feria del Libro. A ser posible, leer luego, que es el final feliz más recomendado.