David Lafuente: «Pensé que Auryn iba a ser mi salvación, pero la vida me bajó de la nube»

El cantante andaluz nos atiende para hablarnos sobre ‘Un rayo de luz’, el nuevo single al que dará vida este 15 de agosto en la plaza del Ayuntamiento en Granada

Verónica Ojeda verojeper /
13 ago 2021 / 04:00 h - Actualizado: 12 ago 2021 / 20:29 h.
"Libros","Teatro","Música","Arte","Literatura","Historia","Industria","Radio","Historia","Youtube","Entrevista","Idiomas","LGTBI","Machismo","Musical","Bullying","Salud mental","Racismo"
  • David Lafuente.
    David Lafuente.

“Me he levantado a las 8 y he estado escribiendo hasta ahora, que acabo de comer y me he arreglado un poco para quedar contigo. Las horas pasan volando mientras estoy escribiendo, aunque solo hayan sido tres páginas”, nos cuenta David Lafuente (Granada, 1988) nada más llegar a la entrevista con El Correo de Andalucía. Está en Málaga, donde vive, para terminar de escribir su próximo libro, que tiene que entregarlo el 1 de septiembre: “Me queda menos de un mes para terminar y todavía no tengo ni la mitad”, dice con una sonrisa, como si aun así lo llevase todo bajo control.

Un mes caluroso para todos y repleto de días “locos” para este artista que tiene como única banda sonora las teclas de su ordenador y la promoción de Un rayo de luz, el nuevo single al que dará vida este 15 de agosto en la plaza del Ayuntamiento en Diezma (Granada) y que pronto también lo hará en Sevilla. Pero hasta septiembre no anunciará más rayos de luces. Además, David nos cuenta que está preparando ya las futuras canciones que acompañarán a su canción en su próximo disco: “Tengo una especie de baticueva con mi músico granadino donde estoy trabajando en las nuevas canciones. Cuando entregue mi libro en septiembre me centraré en ellas”.

Durante el rato que hemos pasado con el cantante andaluz nos ha hablado sobre el giro que ha dado su vida tras su paso por Auryn, pero también nos ha contado detalles interesantes sobre Un rayo de luz y su próximo libro autobiográfico sobre el bullying, además de opinar sobre el machismo en la música y su compromiso con algunos temas sociales. “Me he desahogado bien en esta entrevista”, dice entre risas al finalizar.

David Lafuente: «Pensé que Auryn iba a ser mi salvación, pero la vida me bajó de la nube»

Después de tu paso por Auryn y dos años de parón musical, ahora estás arrancando tu propia carrera en solitario. ¿Cómo lo llevas?

Estoy contento, con mucho trabajo porque no es un mundo fácil. Auryn fue un momentazo muy gordo en mi vida, pero luego pegó un bajón porque tuve que empezar de cero prácticamente, no fue fácil. Aunque tenía los seguidores y las seguidoras tuve que trabajar mi sonido y saber a dónde quería ir. De hecho, hasta ahora no he encontrado ese sonido, aunque ahora sí que creo que estoy en el camino correcto, que era más tirando al pop con un toque de rock. Y el resultado es Un rayo de luz, que es una canción de la que me siento muy orgulloso. Es, por así decirlo, la primera canción que compongo que es decente para escuchar jajaja, así que estoy muy contento con esta nueva etapa. Quería transmitir un mensaje bonito a través de mis letras y en esa línea quiero seguir.

¿Te sientes más tú?

Sí, me siento mucho más yo en todos los sentidos. También creo que lo que te da la edad no te lo da nada. Al final vas creciendo y viviendo experiencias que son aprendizajes. El David de Auryn era una persona distinta a la de ahora. He avanzado y he ido encontrándome a mí mismo.

¿Has vuelto a creer en la música con Un rayo de luz?

Pues sí, sobre todo porque durante estos dos años, que he estado muy desconectado del mundo del arte a excepción de mi libro, decidí que de la música no quería saber nada. Estaba muy encerrado en mi mundo, quería hacer una vida normal, alejarme de todos los focos y de la gente porque necesitaba un tiempo para mí. Y nunca esperaba que Un rayo de luz llegase a ser un single. Además, estoy muy contento porque cuento con el apoyo de una discográfica, Sonogrand, y de unos músicos con los que voy a cada concierto que son una pasada. Ha crecido la familia y la ilusión también.

¿La canción habla de ti?

Yo creo que Un rayo de luz habla más de mí que de cualquier otra cosa. Refleja cómo veo la vida, el túnel que he cruzado durante estos dos años y la experiencia vital que he tenido, que es la que me ha hecho crecer un poco, aunque creo que aún me queda mucho por crecer y aprender. A través de la letra expreso cómo me siento ahora, que solo quiero que haya rayos de luz en mi vida. Aprovecho el alma que tengo ahora mismo, que es el arte, para poder difundir mi música, los libros y todo lo que hago. Y que lleguen a quien tenga que llegar, pero que mis canciones y mis libros ayuden a la gente. Intento aportar mi granito de arena a la sociedad.

Aportar positividad después de todo ¿no?

Exacto, creo que hace falta que la gente que llega a muchas personas de cualquier rincón del mundo transmita valores positivos, ya que hay otras personas mucho más poderosas que usan su poder para algo negativo... Al final es nuestra forma de cambiar el mundo, sobre todo ahora entre tanta negatividad... Pones la tele y te da una depresión con todo lo que está pasando a nuestro alrededor. Lo veo todo muy turbio entre catástrofes y problemas políticos. Estamos entrando en un mundo un poco hostil y si se puede ayudar de alguna forma deberíamos hacerlo.

David Lafuente: «Pensé que Auryn iba a ser mi salvación, pero la vida me bajó de la nube»

¿Qué se te pasó por la cabeza al volver a pisar un escenario después de tanto tiempo sin hacerlo?

Mil emociones. La primera vez que canté fue hace dos meses en Granada y me acuerdo de que me temblaban las manos, las piernas y todo. Llevaba dos años sin cantar y quieras que no los nervios se magnifican porque estaba muy desentrenado por así decirlo. Mi madre siempre me dice cuando estoy nervioso que no debería estarlo porque tengo ‘más tablas que Pablo Escobar’ jajaja, pero yo le digo que eso no quiere decir nada. Como me dijo Dani, de mi discográfica, ponerte nervioso es síntoma de que sigo sintiendo cosas, así que yo creo que tener nervios es bueno y mágico.

¿Crees que tú público ha cambiado desde tu paso por Auryn?

Lo que noto mucho es que se han vuelto más calladitos y calladitas jajaja, porque es verdad que antes había mucho jaleo siempre. Salías a cualquier sitio y no se me escuchaba ni cantar con los chillidos. Todos hemos sentido esa euforia de los doce, trece o quince años... Pero ya no tienen esa edad los que me seguían entonces. Han crecido como yo. Los años pasan y se notan... Ya el cuerpo no tiene el mismo aguante jajaja, aunque sigo teniendo un público muy diverso, como pasaba en Auryn. Lo mismo hay gente mayor que una persona de 30 años que te seguía hace 10 o una niña de 5 que te acaba de conocer. Siempre he tenido un público muy variado y te hace gracia que venga una madre, luego un padre o una niña pequeña. Hay un poco de todo.

Eres escritor y también cantante, ¿fusionar la literatura y la música era un sueño que tenías por cumplir?

Si te soy sincero la verdad es que no. Cuando me anunciaron que Auryn se terminaba yo acababa de firmar un contrato para escribir La negra historia de Jimmy Mortimer. Para mí fue una terapia porque mi cabeza estaba en mil sitios y me volví loco. De repente yo no sabía cómo iba a ser mi vida, dónde iba a acabar, qué iba a pasar con todo y estaba un poco saturado. De hecho, tuve que acudir a terapia psicológica porque era necesario. Y el libro me ayudó muchísimo en este sentido. Me di cuenta de que me encantaba escribir. Es una experiencia súper chula. Crear un mundo fantástico que no existe, que es solo tuyo, y darles vida a los personajes es muy emocionante. Y con Los calcetines de Emily Stone quise fusionar la música y la escritura. Siempre le digo a todo el mundo que si le apetece o siente el mínimo deseo de escribir que lo haga porque creo que es terapéutico. Mi psicóloga, incluso, me decía cuando le contaba un problema que lo escribiese en un papel y luego lo rompiese, y funcionaba.

Hablas sobre tu salud mental abiertamente, ¿crees que es importante para eliminar el estigma?

Sí. Cuando eres conocido te miden con una vara distinta. Creen que eres invencible, que no sientes ni padeces, que todo te va bien, que eres rico y todo son paranoias tuyas. Pero en realidad las cosas no son así. Yo soy una persona como cualquier otra, que ha vivido muchas cosas desde que era muy joven; cosas que otra persona no ha vivido o no ha sentido, y siempre a unos niveles muy altos, como una montaña rusa: hoy aquí, mañana allí, pasado sabe dios y así... Creo que es necesario hablar sobre la salud mental y a mí no me importa contarlo. Siempre digo que cuando vivo cosas que pueden ayudar a los demás lo voy a contar, como intento con mis canciones o mis libros. Es una tontería guardarlo porque, ya que eres un personaje público, es positivo que lo uses para ayudar a los demás. Por eso el libro que estoy escribiendo ahora es autobiográfico. Cuento mi historia con el bullying y las cosas que me han pasado en la vida, pero lo quiero reflejar de una forma positiva para que la gente lo pueda usar a su favor.

Sueles implicarte con determinados temas sociales y hace poco lo hiciste con el colectivo LGTBI, ¿es importante pronunciarse ante determinadas causas?

Es fundamental. Estamos viviendo un momento en el que muchas veces me da la sensación de que damos pasos para atrás en lugar de pasos para adelante. Se supone que estamos evolucionando y avanzando, pero cada vez veo más cosas negativas. Y lo que está pasando ya no es solo con el colectivo LGTBI, sino también con las mujeres, el racismo, la política... Es que no sé ni por dónde empezar. Gracias a dios que hay gente buena que está luchando y defendiendo estas causas para que no se descarrile el tren. Es muy importante concienciarnos sobre todo lo que está pasando y no solo vivir la vida cantando, bailando y escuchando reguetón. En la vida hay cosas más importantes y tenemos que concienciarnos para cambiar las cosas. Voy a crear un partido político jajaja.

¿La música es tu forma de cambiar el mundo?

Totalmente, la música tiene un poder muy grande. No entiende de idiomas, de razas, ni de colectivos, no entiende de nada. La música llega a todo el mundo: un maltratador escucha música, un asesino también y al final es algo que tiene poder en la gente. Si tú lanzas un mensaje negativo y a nivel mediático tú eres alguien conocido internacionalmente va a calar en la gente, como sucede con los políticos. Por eso es muy importante lo que se dice y en la forma que se dice.

¿A qué tipo de mensajes negativos te refieres?

Por ejemplo, a las canciones de reguetón, que no van en beneficio de la mujer para nada y las letras son cada vez peores. Entiendo que el público es quien lo escucha y yo no soy quién para decir lo que debe sonar o lo que no, pero igual que hay gente que hace canciones muy feministas y lanzan mensajes a favor de la mujer, como puede ser Rozalén, también hay otros que se dedican a vender letras machistas y les va bien en la vida; algo que no entiendo. Por eso hay que ser consciente de lo que escuchamos.

David Lafuente: «Pensé que Auryn iba a ser mi salvación, pero la vida me bajó de la nube»

¿Qué piensas hoy que no pensabas hace cinco años?

Un montón de cosas. Antes pensaba que lo tenía todo, que iba a ser eterno y que era el rey del mundo, y no lo digo egocéntricamente, sino siempre desde el punto de vista humilde. Creía que tenía todo el camino hecho en mi vida, que ya había logrado lo que necesitaba, que Auryn iba a ser mi salvación para siempre e iba a vivir una vida muy guay hasta que esta me bajó de la nube. Me di cuenta de que nunca dejamos de aprender, de pelear ni de luchar por los sueños. La felicidad no es tener seguidores, mirar todos los días cuántos likes tienes, si tienes o no visitas en YouTube, si suenas en una radio importante o suenas en otra... creo que al final eso es secundario porque si te fijas en eso te pasará lo que me pasó a mí, que dejé de ser feliz, caí en un mundo oscuro y tuve que acudir a terapia porque no entendía nada de lo que estaba pasando. Me vi en un mundo que no era el mío porque yo venía de algo mucho más humilde y humano que todo eso... tan artificial. Al final no dejas de ser un producto para la industria musical. Es un negocio y si no generas beneficio no sirves para nada.

¿Cómo te ves en el futuro?

De momento no me planteo cómo va a ser mi futuro. Ahora también estoy estudiando el Máster de Storytelling y estoy haciendo otras cosas que me están llenando mucho y dando una seguridad para el futuro. No sé dónde acabaré, la gente es la que decidirá si acabaré cantando toda la vida. Yo sé que no voy a dejarlo mientras pueda porque es lo que me gusta y siempre que lo he dejado he vuelto. Aunque a veces diga que no me apetece, sí que me vuelve a apetecer después. Al final lo llevo dentro, ya sea escribir, cantar o hacer una obra de teatro. Lo que me gusta es el arte y es a lo que me quiero dedicar, pero evidentemente tengo mi plan b, c y d por lo que pueda pasar. Pero estoy muy contento y creo que soy afortunado de vivir todo lo que estoy viviendo.

¿Qué consejo le darías a cualquier persona joven que quiera ser cantante?

Sobre todo, que crean en sí mismos, en sus proyectos y en sus voces, y que se dejen guiar por sus familias. Es importante que nunca vayan solos. Tengan la edad que tengan siempre deben ir acompañados de alguien que los quiera, apoye y haya estado con ellos siempre. Cuando yo llegué a Madrid con 19 años para mí era como Hollywood y mi familia estaba lejos, en Granada. Yo era un chico que intentaba sacarlo todo solo para adelante, no quería pedirle nada a nadie, no quería molestar a mis padres... y al final te encierras en tu mundo y crees que tú solo puedes con todo, pero la realidad es que me hizo falta tener a alguien ahí.