Doña Rosita, el tiempo y la infancia de Pablo Remón

Pablo Remón representa en el Teatro Central su última obra, una mirada contemporánea y más que libre de ‘Doña Rosita la Soltera y el lenguaje de las flores’ de García Lorca.

11 ene 2020 / 14:52 h - Actualizado: 11 ene 2020 / 16:21 h.
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Una mirada más que libre sobre una de las obras de García Lorca menos representada, que no es ni una tragedia ni una comedia, sino todo lo contrario. Es lo que nos propone Pablo Remón con este montaje, que nació por un encargo de la Comunidad de Madrid para celebrar que se han cumplido 100 años de la llegada de García Lorca a Madrid.

Remón rechazó al principio el encargo. Hasta entonces sólo había por trabajado con textos propios. Pero tras una revisión de la obra lorquiana descubrió que el tema central no es el abandono o la soltería sino el paso del tiempo, y aceptó el reto de llevar a cabo una versión tan libre que, de alguna manera, conformara una obra nueva que dejara rienda suelta a su universo creativo. El resultado es un ejercicio de metateatro que reduce considerablemente el número de personajes, interpretados por dos actrices y un actor, trasunto del autor.

El primer acto comienza con un monólogo de Francesco Carril, quien en su rol del autor nos cuenta las razones tanto del rechazo, como de la aceptación del encargo. Es el recurso del que se vale Remón para pedir al público que le permita dialogar con la obra lorquiana y llevársela a su terreno, que no es otro que el de su infancia y sus recuerdos. Él también tuvo dos tías abuelas solteras que le enseñaron a hacer croquetas, maravillosamente interpretadas por Fernanda Orazi y Manuela Paso, quienes hacen gala de una encomiable versatilidad dando vida al resto de los personajes femeninos que poblaron la infancia del autor madrileño. Unos personajes de los que se sirve Remón para salir y entrar en la obra de Lorca con una escritura aparentemente sencilla, aunque encierra una trama compleja repleta de recovecos, tal vez demasiados. Y es que, a pesar de su fluidez, el diálogo con la obra original delimita un ritmo un tanto irregular, y aunque al principio la dramaturgia se decanta por un cierto tono de comedia que engancha con facilidad al público, acaba derivando en un discurso un tanto frío sobre la muerte y el paso del tiempo que no acaba de llegar a ninguna parte y se aleja demasiado de lo que nos propone Lorca con su Doña Rosita la Soltera.

Por fortuna, la puesta en escena cuenta con una escenografía tan funcional como mágica, a cargo de Mónica Boromello, la magistral iluminación de David Picazo y el sugerente espacio sonoro de Sandra Vicente. Y sobre todo, la maestría y frescura de Francesco Carril, Fernanda Orazi y Manuela Paso, tres intérpretes geniales que consiguen desde el primer momento meterse al público en el bolsillo.


Obra: Doña Rosita anotada

Lugar: Teatro Central 11 de enero

Producción: Comunidad de Madrid y Buxman

Autor: Pablo Remón a partir de Doña Rosita la soltera de Federico García Lorca

Dirección: Pablo Remón

Intérpretes: Francesco Carril, Fernanda Orazi y Manuela Paso

Calificación: ***