El poder evocador de Tomatito

Tomatito cerró ayer el ciclo ‘Flamenco Viene del Sur’ junto a su hijo, José del Tomate, con un concierto sumamente evocador que puso al público en pie.

13 jun 2022 / 18:48 h - Actualizado: 13 jun 2022 / 18:09 h.
  • El poder evocador de Tomatito

Por lo general el ‘Ciclo Flamenco Viene del Sur’, que este año en nuestra ciudad se ha concentrado en las dos primeras semanas de junio, no ha ido muy bien de público. No es demasiado extraño, teniendo cuenta las olas de calor y la coincidencia con algún que otro concierto multitudinario. No obstante llenó el aforo con el espectáculo de inauguración, a cargo de Rocío Márquez y Bronquio, y también con el de cierre, que tuvo lugar ayer en el Teatro Central con la actuación de Tomatito junto a su hijo, José del Tomate.

Hacía tiempo que el célebre guitarrista de Almería no tocaba en Sevilla, de ahí que este concierto convocara a muchos de sus seguidores y compañeros de profesión, a quienes el maestro no decepcionó. Una vez más Tomatito cumplió con las expectativas que había despertado con un concierto sumamente evocador que despertó el placer del reconocimiento entre sus seguidores, interpretando temas como la rondeña, con la que comenzó el concierto acompañado del resto del cuadro, su hijo José del Tomate, los cantaores Morenito de Íllora y Kiki Cortiñas -responsables también de las palmas- y el percusionista Israel Suárez Piraña.

Tras las rondeñas el maestro tocó, también junto a todo el grupo, por alegrías, con un toque de ritmo vivo y virtuoso que hizo de contrapunto al siguiente tema, ‘Two Much’, una balada que Tomatito grabó con Michel Camilo. Se la dedicó a quien él, según nos dijo, considera el mejor guitarrista de todos los tiempos, Paco de Lucía. A su término le cedió el protagonismo a su niño (así lo llamó), para que le rindiera homenaje a su tío abuelo, ‘El Niño Miguel’. Y José del Tomate tocó su zambra, apuntando a un inminente camino al estrellato de la guitarra flamenca solista. De hecho él ya tiene un disco grabado aunque esa noche, a excepción de la zambra, asumió en todo momento su condición de segunda guitarra. El público había ido a ver a Tomatito y el maestro le ofreció un repertorio muy rítmico y sugestivo que trajo a escena los ecos de Camarón de la Isla con ‘La leyenda del tiempo’ un poema de la obra de García Lorca, ‘Así que pasen cinco años’ que popularizó el maestro de San Fernando a compás de unas trepidantes bulerías. Morenito de Illora y KiKi Cortiñas las cantaron en directo con hondura mientras las dos guitarras galopaba con su desenfreno rítmico, acorde con la condición surrealista del poema.

La genialidad de Paco de Lucía se coló también en escena con el Adagio del Concierto de Aranjuez’del Maestro Rodrigo. Este tema envolvió el concierto con un halo de romanticismo que se rompió con la potencia rítmica de los tientos-tangos que le siguieron y las bulerías del final, con las que además de los guitarristas se lució el percusionista, Israel Suárez Piraña.