«El poeta no debe buscar el camino, sino mirar al cielo»

Su libro ‘Mediodía en Kensington Park’ no para de darle alegrías. Ahora ve la luz en una nueva edición en Italia y otra en Costa Rica, donde lo presentará esta semana

21 sep 2015 / 08:33 h - Actualizado: 21 sep 2015 / 08:33 h.
"Libros"
  • El poeta gaditano afincado en Sevilla Javier Sánchez Menéndez. / Manuel Gómez
    El poeta gaditano afincado en Sevilla Javier Sánchez Menéndez. / Manuel Gómez

A punto de embarcar para Costa Rica, donde participará en un festival internacional, Javier Sánchez Menéndez (Puerto Real, 1964) se muestra exultante. Su libro Mediodía en Kensington Park, publicado por La Isla de Siltolá, verá la luz en nuevas ediciones en dicho país y en Italia. ¿El secreto de su éxito? «Tal vez que es un libro limpio, claro y transparente. Y el lector está cansado de tanto artificio y rebuscamiento», dice el autor.

Sánchez Menéndez no duda de que el poemario se leerá de un modo diferente, «con otros ojos», al otro lado del Atlántico. «Cada cultura adapta e interpreta. Aún así, creo que el mensaje que transmite el libro se captará por cualquier lector, sea de donde sea», dice.

El germen de Mediodía..., según recuerda, «se fraguó allá por los años 80. Mientras paseaba por Moguer y respiraba el olor a pureza, contemplaba el blanco de sus calles y disfrutaba del cielo azul. El contraste de ese Moguer con el gris del cielo de Londres y el verde de Kensington hicieron el resto», evoca.

No obstante, cree que un poeta debe mirar «siempre al cielo. El azul o el gris te hace encontrar el camino. Buscar el camino es un error. Contemplar te guía». Cuando se le pregunta por qué tantos miran más al propio ombligo, responde: «Creen que el ombligo les guía al camino deseado. Y el ombligo fue el apéndice que les alimentó antes de nacer, ahora no está, solo tenemos la señal».

Mediodía... pertenece a un ciclo, Fábula, del que el poeta se siente «incapaz de salir. Una vida de contemplación, de admiración, de búsqueda de la belleza. Mediodía es un escalón más del proyecto, pero ocurre, como bien dices, que como libro dispone de entidad. Al menos se ha pretendido».

Editor de La Isla de Siltolá, dice que no habría tenido inconveniente en entregar su libro a cualquier colega. «Pienso que habría corrido la misma suerte», dice. «Hay buenos editores de poesía en España. Y con casi todos mantengo una excelente relación. Los hijos, ya criados, hay que lanzarlos al mundo para que aprendan». De momento, ya hay continuación: «Se titulará Confuso laberinto, su eje es México DF, saldrá en 2016. Y no en Siltolá».