En busca de las sirenas
Llega a las librerías «Sirenas de leyenda» (Errata Naturae), un fascinante viaje al corazón del mito en el que se dan cita criaturas de tres continentes. Con textos de Rémi Giordano y Olivia Godat e ilustraciones de Laura Pérez, para su realización se han empleado materiales 100% sostenibles
Las primeras noticias sobre criaturas marinas mitad mujer, mitad pez proceden de la Antigüedad, estableciéndose más de mil años antes del nacimiento de Cristo. De hecho, las fuentes literarias griegas las presentan como seres con una genealogía cuestionable aunque siempre interesante. Según la doctora en Historia del Arte Laura Rodríguez Peinado, «unas veces pasan por ser hijas de la musa Melpómene y del dios-río Aqueloo, otras atribuyen su maternidad a Estérope y en otros casos se suponen nacidas de la sangre de Aqueloo cuando fue herido por Heracles». Asimismo, como apunta el profesor Pérez Suescun, otro de sus posibles padres es el dios marino Forcis, mientras que su metamorfosis en seres híbridos se produciría como un castigo de Deméter al no impedir que Perséfone fuese raptada por Hades, lo que les otorgó un carácter funerario. Las mismas fuentes mitológicas añaden que, además de cantar, las sirenas podían tocar diversos instrumentos —según Rodríguez Peinado estos representarían vicios como la vanidad, la lujuria y el engaño—, por lo que, aunque no precisó su número, Homero no dudó en introducirlas en su célebre Odisea seduciendo al héroe Ulises.
Tal fue el poder de fascinación que ejercieron las sirenas durante la Edad Antigua, que los hombres del Medievo decidieron utilizarlas con carácter moralizador. Así podemos hallarlas tanto en la literatura como en el arte, sobresaliendo en los bestiarios realizados entre los siglos VI y XVI, y especialmente en la plástica del Románico. Por entonces, dichas criaturas ya no son únicamente hermosas mujeres con cola de pez, sino que incorporan nuevos elementos, como patas de caballo, alas o cuerpo de toro. En el caso de nuestro país, hemos de mencionar a las sirenas-pájaro —también llamadas «arpías»— que deslumbran a los visitantes del claustro abacial de Santo Domingo de Silos (Burgos); o aquellas presentes en un capitel de la iglesia de San Pedro de la Rúa de Estella (Navarra). Ambos modelos fueron realizados en piedra en el siglo XII y dan buena cuenta del éxito del que gozaron dichos seres entre los intelectuales de la Edad Media.
Desde entonces, las sirenas han dado pie a una ingente colección de libros, películas y productos infantiles para todos los gustos, dejando un tanto de lado su faceta negativa y pasando a convertirse en personajes admirados por niños de todo el mundo. A ello contribuyeron muchas de las leyendas decimonónicas, siendo Hans Christian Andersen, con su celebrado cuento La Sirenita (1837), quien la elevó a la categoría de icono. Por eso, cualquier antología dedicada a estos seres marinos debe, necesariamente, incluir el relato del danés. Es el caso de Sirenas de leyenda, la última propuesta literaria realizada hasta la fecha, que acaba de llegar a las librerías bajo el sello Errata Naturae.
Con textos del escritor franco-italiano Rémi Giordano y la redactora suiza Olivia Godat, el libro es una delicia ya desde su portada, ilustrada de manera elegante por Laura Pérez, profesional con una amplia trayectoria a sus espaldas —nacida en Valencia en 1983, sus ilustraciones han aparecido en medios como The Washington Post, National Geographic, The Wall Street Journal o Vanity Fair—. Como es de suponer, Pérez también se ocupa de poner la nota de color al interior de la obra, sobresaliendo los primeros planos, el uso de los azules y ocres, y sobre todo las atmósferas. Dicho trabajo, exquisito desde la primera a la última página, invita al lector a sumergirse en las diez leyendas contenidas en el álbum, las cuales, con un tono cuasi lírico, permiten recorrer mares y ríos en busca de personajes como Lorelei, la romántica sirena del Rin, Mami Wata, poderosa representante del culto vudú, o Sedna, referente indiscutible de la mitología inuit.
El viaje, que incluye escenarios de hasta tres continentes (Europa, Asia y América), incluye criaturas exóticas, como la asombrosa Iara, la sirena guerrera de Brasil, o Ningyo, la sirena «apetitosa» de Japón, y no deja de lado a los seres masculinos, en este caso representados por los gaélicos hombres azules. Y para rematar el conjunto, el libro, realizado en cartoné con materiales 100% sostenibles y con un acabado encomiable —ya su tamaño, 23 x 33, y el uso del termograbado confirman la gran apuesta editorial— introduce los mencionados textos de Homero y Andersen que han hecho soñar a tantas generaciones.