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Emilio Sagi en la presentación en Sevilla de las Bodas de Fígaro
¿Cómo es hacer una puesta en escena de una ópera con música de Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte? ¿Qué cambia con respecto a otros autores?
La perfección. Las óperas de Mózart y de Ponte son perfectas las tres. Yo creo que la más perfecta es Las Bodas de Fígaro. Aunque Così fan tutte y Don Giovanni, la cual yo hice, también lo son.
Me gustaría que alguna vez algún teatro me encargara Così fan tutte.
De Mozart he hecho otras óperas súper interesantes como “La finta giardiniera”, “Idomeneo, rey de Creta”, “El rapto en el serrallo”... y son óperas completamente diversas. Pero esta obra tiene la particularidad de la perfección tanto teatral como musical.
¿Cuál es tu propuesta para la puesta en escena de la obra?
Mi propuesta es un poco seguir lo que está en el libreto. Es la exaltación del hombre trabajador y no que el héroe de la función que sea un aristócrata, como puede ser en Idomeneo. En cambio aquí, Fígaro es un raudo trabajador. Y luego, ese ambiente sensual que desprende toda la obra, en esa jornada loca en el palacio sevillano del conde de Almaviva.
¿Cuál es la Sevilla que vamos a ver en estas Bodas de Fígaro?
Una Sevilla muy “sevillana”. A través del decorado de Daniel Bianco y el vestuario de Renata Schussheim se intenta reflejar lo que podía ser un palacio sevillano y un vestuario de esos años.
Y los personajes intentar que sean lo más frescos posibles, sobre todo los personajes populares. Obviamente la aristocracia intenta siempre no exhibir los sentimientos, ser un poco más protocolaria y éso precisamente es lo que hemos buscado.
A pesar de que nunca he hecho la obra en Sevilla, espero que el público la encuentre cercana.
¿Cómo son los personajes principales? ¿Qué les mueve psicológicamente?
Los personajes principales, Fígaro y Susana, intentan tener su vida y que el conde les case para tener una vida de familia. Eso es complicado en un sitio en el cual el conde es un gran depredador y seductor e intenta tener relaciones con todas las mujeres que puede en el Palacio, siéndole infiel a la condesa. Ante esta dificultad se urden dos planes. Uno que se urde entre los hombres, y como siempre menos inteligente que las mujeres. Y otro, el plan de las mujeres, que es el que resulta, y en el cual encarnecen al conde en la última escena.
Con respecto al conde y la condesa son un matrimonio que resulta ser lo contrario al de Fígaro y Susana. Es un matrimonio arruinado, en parte por las infidelidades del conde. Con el plan de las dos mujeres, la condesa y Susana, logran que éste vuelva a enamorarse de la condesa, a ser fiel o intentar ser fiel. No sabemos lo que puede pasar después con ella.
La condesa es un personaje maravilloso, una mujer despreciada, abandonada, pero que todavía tiene ganas de vivir con su marido y de tener una relación de pareja importante. Y eso es lo que intento plasmar a través de los magníficos cantantes, actores, actrices... Todos son muy buenos, si no fuese así no podrían estar aquí.
¿Cómo ha sido trabajar con el maestro Rovaris?
Pues una maravilla. Yo trabajé muchísimas veces con él. Mozart, Rossini, Puccini... y es una auténtica maravilla.
Es un hombre que trabaja muy bien, no sólo con la orquesta, sino con los cantantes, dándoles el estilo y trabajando muy cerca de ellos. Cosa que muchas veces hoy ya no ocurre. Pero creo que es muy importante.
Es un maestro con mucha sensibilidad sobre todo para este repertorio.