En el Libro Blanco sobre el futuro de Europa elaborado por la Comisión Europea en 2017 se lanzaba esta pregunta: ¿Qué futuro queremos para nosotros, para nuestros hijos e hijas y para nuestra Unión? En el mismo se reflexiona al respecto y se proponen escenarios para la Europa de los veintisiete en el año 2025 y se recoge que "Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, existe un riesgo real de que la actual generación de jóvenes adultos acabe teniendo unas condiciones de vida peores que las de sus padres y madres. Europa no puede permitirse perder al grupo de edad más formado que ha tenido nunca y dejar que la desigualdad generacional arruine su futuro". Pero los datos son contundentes, la última crisis y el neocapitalismo desaforado han terminado por romper el hasta ahora denominado contrato generacional.
Recientes estudios muestran esa radiografía de la juventud española con datos y advierten sobre la avería grave que sufre el ascensor social en España y viene a refutar lo que se expone en el Libro Blanco. Las posibilidades de los hijos e hijas de las clases medias y menos favorecidas de mejorar su nivel de vida -y ascender, por tanto, de clase social-, lo que antes era casi una norma, ahora está en entredicho. Los y las jóvenes se enfrentan a un espeso muro que les impide construir su futuro. Los ladrillos de esa pared son la precariedad, la falta de oportunidades, las dificultades para emanciparse y la construcción de un hogar.
El veterano realizador francés Robert Guédiguian vuelve junto a su familia cinematográfica a su Marsella natal para hablarnos de esta Europa en eterna construcción, y lo hace con honestidad y siendo leal a sus principios. Fiel a su estilo, su certera mirada no es más que la imagen de un momento, es la crónica gris oscura que denuncian los estudios sobre la ruptura del contrato generacional trasladada a la pantalla. Lo hace a través del retrato de una familia en la que contrapone los principios y valores de las viejas generaciones frente a la liquidez, el egoísmo y el embrutecimiento que ha inoculado en las capas juveniles los tentáculos del capitalismo. Es la evidencia de una Europa que ha conseguido hacerse fuerte en lo económico y que ha olvidado luchar por los valores sociales. Necesitamos más Libros Blancos que no sólo hablen de mercado único y comercio, unión económica y monetaria, política exterior y defensa, Schengen, migración y seguridad, también que lo hagan y al mismo nivel, de Derechos Humanos, solidaridad, igualdad y justicia social. De cuestionar el sistema capitalista lo dejamos para otro momento, estos días andamos mirando ofertas en el Black Friday.
Gloria Mundi ***
Francia 2019 106 min.
Dirección Robert Guédiguian Intérpretes Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darrousin, Gérard Meylan, Anaïs Demoustier, Lola Naymark, Robinson Stévenin.
Drama