- Golpe de suerte / Woody Allen opta en su madurez por un producto correcto propio para públicos aburguesados / Fotograma
Crítica CINE
Golpe de suerte
Francia 2023 96 min.
Dirección Woody Allen Intérpretes Lou de Laâge, Melvil Poupaud, Niels Schneider, Valerie Lemercier, Elsa Zylberstein.
Comedia
Comienza Allen su nueva película como aquella canción de Joan Manuel Serrat “Fue sin querer, es caprichoso el azar. No te busqué. Ni me viniste a buscar”. Así se produce el encuentro entre dos compañeros de estudios, ella exquisita y casada con un tiburón de los negocios y él un divorciado bohemio aspirante a escritor de éxito. Por medio un marido con exceso de celo y una suegra asidua a leer novela negra y con tanta curiosidad como la Sra. Miss Marple de Agatha Christie.
Como ya viene siendo habitual en el realizador, Allen vuelve a tratar los temas que le han motivado desde sus inicios como autor, y que prácticamente ha reproducido en toda su filmografía: el amor, las complicadas relaciones de pareja, en este caso con los cuerno de por medio, o las relaciones madre e hija. Ambientada en el París actual, por fin queda al margen el peso de la religión, algo muy presente en sus películas norteamericanas. Igualmente, como viene siendo habitual en sus últimas películas como Café Society (2016) o Día de lluvia en Nueva York (2019) todas las aventuras y desgracias se manifiestan en ambientes agotadores de ricachones, pedantes y exquisitos. Todo el mundo presume de haber viajado mucho, vivido en diferentes ciudades del mundo y de saber apreciar las mejores viandas y caldos de los excelentes restaurantes que frecuentan.
Allen es un excelente director, cincuenta películas con esta Golpe de suerte lo avalan. No es baladí la experiencia que arrastra. También es un buen guionista, pero como ya le sucedía en sus anteriores trabajos, los citados más arriba, se deja arrastrar en exceso por la una verborrea innecesaria que lastra la naturalidad, la nitidez y sobre todo, la sinceridad de las secuencias. Tampoco acierta con la descripción y caracterización de alguno de los personajes, huelen a antiguos, de otro siglo. En este caso, especialmente Fanny, la protagonista femenina, para mí, resulta excesivamente cándida e ingenua para lo inteligente que la presenta. Me huele a cierta misoginia encubierta.
Al conjunto le echo en falta profundidad, atrevimiento y un postulado claro, aún así, para públicos aburguesados y poco exigentes, logrará divertirles y entretenerles lo justo.